xxiii. the bloody crown

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capítulo veintitrés: la corona maldita

capítulo veintitrés: la corona maldita

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El alba se alzaba sobre el Barrio Francés. La luz del sol comenzaba a entrar dentro de un callado recinto, la música que pertenecía a las calles se escuchaba baja. Él no había podido dormir en toda la noche, a pesar de haberlo querido, el insomnio había ganado aquella batalla. Por lo que dedicó toda esa noche a pensar todos los acontecimientos que los llevaron hasta ahí. Sin embargo, cuando la luz tocó a su puerta, solo se dedicó ver a la persona que se encontraba a su lado, era algo inverosímil verla ahí, pero lo estaba. Era real.

La sintió removerse un poco en su pecho cuando él empezó a trazar pequeños círculos en su hombro, después de ello, con lentitud la vio abrir las dos esferas jades en las cuales había decidido hundirse de por vida. Se veía un poco somnolienta aún para cuando él le regalo una casta sonrisa.

—Lamento haberte despertado. —disculpó al verla mover un poco la cabeza, quizás sorprendida de que se había dormido, debido a que no se había percatado. No obstante, lo había hecho, esa noche fue su primera de descanso. Ella cerró los ojos mientras negaba con suavidad.

—¿Tienes algo en mente? —preguntó con la voz un poco suave. Él no dejaba de mirarla cuando la atrajo hacía él.

—Estaba pensando en algo que Marcel me dijo antes de morir... —musito lo que llevó a que ella abriese los ojos, lo miró con el ceño levemente fruncido. Él aclaró su garganta —. Dijo que era el villano de su historia —hizo una mueca —. Ahora veo que eso es cierto.

Alexandra llevo su mano libre hacía el rostro del híbrido, con suavidad, lo obligó a que la mirase. —Las cosas que hemos hecho, las que hemos sacrificado... No estas solo en ello... Estoy aquí, junto a ti. —reconfortó. Ella quería creer aquellas palabras más que nadie. No podía ser en vano.

Él volvió la mirada al frente mientras trataba de aferrarse a esas palabras, ya que algo era un hecho, muchas personas se habían sacrificado en orden de su sobrevivencia. Y eso era lo que tenían que apreciar, el ahora, porque el mañana... Nadie lo sabía.

Luego de unos minutos la vio sentarse en la cama. —¿Sucede algo? —interrogó a lo que ella lo vio por encima de su hombro mientras tomaba la camisa de él que estaba sobre la cama para colocársela.

—Le dije a Nathaniel que me pasaría por el Bayou —suspiró cuando vio la hora que marcaba el reloj sobre la mesa de noche. Niklaus se sentó un poco más sobre la cama —. Nos avisó a Hayley a mí que se iría esta noche —comentó llevando al híbrido a asentir mientras apartaba la mirada. Sabía que se trataba por lo de Camille —. Así que me pidió que estuviese cuando se lo dijera a la manada. Después de la perdida de Jack... —lo volteó a ver —. Nathaniel es lo más cercano que he tenido a un segundo al mando.

Klaus asintió mientras la veía dirigirse hacia el sillón donde reposaban sus prendas las cuales no tardó en comenzar a colocarse.

—¿Vendrás después de eso? —cuestionó a lo que ella detuvo su vestir para mirarlo.

³ 𝐇𝐀𝐔𝐍𝐓𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora