Lovely ⵌ KookMin

Chapter One.

— Nanunia jusu delgoia (kkulkkok) nanunia kechup delgoia (jjik) nanunia chumul chul goia (jey) ppomnenun tomato (tomato)

La canción de su alarma que sonó exactamente a las 7:00am le hizo levantarse de la manera más floja posible y con el cabello despeinado.

Bastante despeinado.

Pasó sus manos a su rostro para sobar sus ojos mientras bostezaba y trataba de regresar a él la compostura para abrir sus ojos y mirar a su alrededor.

Viernes, último día de universidad en la semana, y sí para él fuera posible de todo el año.

Bufó cansado y rodó los ojos al darse cuenta del sol brillante en el día.

— Solo resiste éste día y sales de vacaciones, tú puedes, Jeon.

Con toda la pereza del mundo se levantó de su cama y caminó de frente al baño. No iba a bañarse, y no es que sea sucio; ya lo había hecho justo ayer en la noche, y para ser sincero hacía algo de frío, pero al menos debía lavarse la cara y los dientes para estar presentable.

Al salir del baño privado de su habitación, no sin antes buscar una toalla para secarse, fué hasta el armario a sacar su ropa.

No habían uniformes, podía vestirse como él quisiera.

Eso era lo mejor.

Se colocó pantalones Jean color negro, una camiseta estampada color blanca y zapatillas del mismo color, en el ambiente no hacía tanto frío ni calor, aunque igual decidió usar una casaca azul.

Su mochila estaba abajo esperando por él para ser usada.

Bueno sí, tal vez era algo torpe pero nunca fué un desorganizado con sus cosas.

Bajó las escaleras directo hacia la cocina a servirse un vaso de yogurt de vainilla. No era de las personas que tomaban desayuno como reyes, solo iba a la cafetería más cercana de su mejor amigo.

Y si no iba ahora, se le iba a hacer tarde.

Hizo un lavado rápido y dejó el vaso en el mostrador, salió hacia la sala y agarró su mochila para salir de su departamento.

Por supuesto, su propio departamento, vivía solo desde los 18 años.

Su móvil vibró en sus pantalones, ya suponía sobre qué se trataba.

Sacó el aparato de su bolsillo y sin mirar la pantalla sólo presionó un botón para atender la llamada.

— Buen día, mamá.

— Kook, ¿Y ese milagro que contestas rápido? La mayoría de veces tengo que llamarte como seis veces.

— ¿Y por qué será? — murmuró distraído.

— En fín, nos mandó a llamar el director ayer en la noche, ¿Hiciste algo?

— No que yo sepa.

— Jungkook.

— Te lo prometo, mamá.

De pequeño se metía en algunos problemas gracias a un compañero que siempre le buscaba pelea.

Lo único bueno es que ese niño terminó expulsado y él terminó suspendido por tres días, gracias a sus buenas notas y al desempeño en sus trabajos.

— Recuerda que el próximo sábado hay una fiesta familiar.

— Y mis amigos irán.

— Cariño.

— No mamá, ellos irán conmigo o en todo caso voy a desistir y no iré.

Jungkook escuchó como la mayor suspiraba rendida a sus palabras, podría adivinar que estaba asintiendo con la cabeza.