Cassandra Baeza lleva una vida normal, se mudó a Los Ángeles después de vivir casi toda su vida en México para estudiar fotografía.
Una día común como cualquier por casualidad se encuentra con Joshua Bassett y todo cambia en ese momento.
Cuando llegue a la casa y me estacioné, emocionalmente estaba mal.
—¿Cass?—me dijo Flor y la mire—¿Segura que estas bien?
—Si, es que todo fue muy impactante para mi
—Lo fue—me miró—No es normal que alguien te hable así, esa chica esta loca
—No le digas a Corey—le dije—No quiero preocuparlo por lo qué pasó
—No puedes ocultarle algo como eso Cass—me dijo—Corey te comprenderá, él vive esa vida
—No se si este lista para decirle
—Bueno, piénsalo se que Corey te dará un buen consejo sobre qué hacer
—Lo haré—le dije
Ambas bajamos del auto y entramos a la casa, que estaba en silencio y con las luces apagada lo significa que Corey no estaba, fui a la cocina en donde había una nota "Salí con Sabrina y Sarah, no regresaré tarde"
Subí a mi habitación, deje mi mochila en el suelo y me quite los zapatos, siendo sincera no tenía ganas de nada, así que me puse mi pijama y me acosté, por suerte hoy no me habían dejado tarea, así que de un momento a otra me quede dormida.
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Sentí mi celular vibrar, así que me desperté, me senté en la cama y lo tome en mis manos, para ver que estaba pasando.
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Justo cuando estaba por contestarle a Joshy entro una llamada, así que sin pensarlo mucho la acepte
—Hola Cass, ¿Todo bien?
—Hola Josh, me quede dormida cuando llegue de trabajar
—No quiero que te molestes pero Flor me dijo lo que paso, bueno no todo si no solo un poco pero quise llamarte para saber como estabas
—Chismosa—murmuré —Estoy bien, fue un poco extraño nunca creí que alguien podría hacer eso, se que hasta ahora solo limitaban a comentarios en mis redes pero nunca a ese grado de venir a mi lugar de trabajo e insultarme además de querer decidir sobre mi vida personal, creo que se paso de la raya en la que toda persona debe estar.
—Bueno pero no es tu culpa, es mía— lo escuche suspirar— Yo te metí en este problema desde que empezamos a salir y me siento impotente al no poder hacer nada para que todo esto paré y te dejen en paz de una vez por todas.
—No es tu culpa la actitud que toman las persona Josh—le dije— Nada de esto es culpa de ninguno de los dos, es de las personas que no miden sus palabras.
—Me gustaría que estuvieras aquí o que yo estuviera allá contigo—me dijo y una sonrisa se dibujo en mi rostro
—Bueno nos veremos en dos semanas más o menos—le dije— Aun que ya quiero verte
