Capítulo 2

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ASHLEY

Mi día ha sido agotador, entre preparar a las modelos, el vestuario, las fotos para el catálogo, los últimos detalles de las piezas, etc. Y encima mi padre me dijo que tenía que hablar muy seriamente conmigo, lo cual me pone nerviosa porque él solo se pone así de serio cuando las cosas son muy graves, así que sea lo que sea que tiene que decirme, es muy grave y serio. Así que ya se imaginan mi estrés... Nos estamos preparando para presentar mi primera colección. Si mi primera, hace tiempo que me gradúe, pero recién termine de preparar mi primera colección para presentársela al público y me siento súper emocionada y orgullosa de mí, de ver todo lo he logrado y lo que he creado.

—¿No piensas comer algo? —me pregunta mi secretaria y amiga, Joselyn Cartes. Una mujer divina, con un cuerpo espectacular y un ser humano maravilloso. Su piel tiene un lindo bronceado natural, unos ojos marrones que encantan. La verdad es que es muy hermosa tanto por fuera como por dentro.

—Si, más tardes —digo con una sonrisa, mientras tomo nota mentalmente para hacerlo. Si lo sé, no debería tomar nota para recordar comer, pero estos días han sido tan agotadores, que ha sido un milagro que no hay olvidado mi nombre...

—No, comerás ahora —dice demandante, poniendo un plato de comida en mi escritorio —Ya son las cuatro de la tarde —oh por Dios ¿En serio son las cuatro? ¿Tanto me perdí? Miro mi reloj para comprobar que sí lo sea. Y si son las 4:15 PM. ¡Dios mío! —Y tú no has comido nada, así que a comer —no puedo creer que me haya concentrado tanto, que haya olvidado desayunar y comer. A este paso no llegaré al desfile.

—Gracias, mi cielo —digo dándome cuenta, de que sin ella no duraría un mes viva. Ella se preocupa tanto por mí, que no tengo como agradecerle todo lo que hace. Sin ella ya hubiera muerto de desnutrición. ¡Diablos! Es que desde que volví los recuerdos de hace quince años, me atormentan más seguidos, cada segundo del día lo recuerdo. Por las noches lo sueño y por el día los recuerdos me bombardean continuamente. Así que me ahogo en trabajo, trabajo hasta que mi cerebro y mi cuerpo estén agotados, a ver si así se me olvida... Es que pareciera que el volver aquí, fuera como volver a él...

—Oye te estoy hablando —me sacude sacándome de mis recuerdos tormentosos —¿Qué sucede?

—Nada —miento descaradamente —Solo estoy cansada.

—Fingiré que te creo, pero recuerda que soy tu amiga y te conozco mejor que tu misma —eso es cierto, si hay alguien que sabe como me siento con una solo mirarme, es ella —¿Estabas pensando en él cierto? —se los dije, ella me conoce y sabe todo de mí —Eso creí —dice cuando mi silencio se lo confirma —Esto ya te lo he dicho muchas veces y que siempre que te lo digo terminamos peleando, pero te lo diré una vez más —ya sé por dónde viene y sinceramente hoy no me siento con deseos de pelear —No sé que lo obligó a decirte todo lo que te dijo, sé que fue cruel y un desgraciado. Pero las cosas pueden ser más complejas de lo que parecen. Ashley, yo investigue, pregunte a cada puto estudiante del instituto y no hubo tal apuesta. Nunca apostó por tu virginidad y no sé qué diablos lo obligó a hacerte tanto daño, pero créeme cuando te digo que él también sufrió. Sus ojos nunca volvieron a tener ese brillo tan exquisito que nos volvía locas a todas. Además sinceramente creo que es imposible que haya habido una apuesta cuando nadie lo sabía ni siquiera sus amigos, entonces ¿Con quién diablos hizo la apuesta si nadie sabía nada de ella? Yo sé que te lastimo, que fue un bruto insensible, incluso un monstruo, pero también sé que algo muy grave debió de haber pasado para que él actuara así. Por eso creo que es tiempo de que lo busque y....

—Estás loca —literalmente gritó interrumpiendo sus palabras —Nunca, escúchame bien, nunca lo buscaré, nunca —como se le ocurre que yo lo voy a buscar, se ha vuelto loca...

¿Tuya? NuncaWhere stories live. Discover now