Capítulo 5

137 9 0
                                    

SAMTH

—¿Tú? —es lo primero que dice apenas me ve —¿Tú eres el señor Rock? —pregunta con desconfianza.

—Si, señor Ponce, soy yo...

—Pero yo no hable contigo...

—No lo hizo con mi abogado —digo parándome de mi silla —Siéntense —pido cerrado la puerta, mientras él está en un shock total y su esposa esta confundida —Iré directo al grano —no quiero demorar más esta situación —Sé que tienen problemas de liquidez, mi abogado me habló de la sociedad que me propone, también me informó de la cantidad de dinero que deben y estoy dispuesto a pagar su deuda e invertir el capital necesario para que la textilería vuelva a ser lo que era antes, con la única condición de que Ashley se case conmigo...

—Eso nunca —dice Automáticamente...

—¿Y por qué no? ¿A caso me sigue considerando indigno de su hija? ¿Sigue pensando que soy poca cosa para ella? —pregunto con rabia —¿Sabe Ashley el porqué la deje hace quince años? ¿Sabe cuáles fueron los verdaderos motivos por los cuales la deje? ¿O usted no ha tenido las suficientes bolas para decírselo? ¿Sabe ella que usted me o...

—NO —dice en un grito

—¿Y usted señora, sabe el porqué? —sigo arremetiendo lleno de odio y no voy a parar hasta conseguir mi cometido...

—No la mesta en esto.

—¿Y eso por qué? ¿Acaso no le ha dicho a su esposa, que me hizo romperle el corazón a tu hija?

—¿Qué tú hiciste que? —pregunta llena de asombro.

—Sí, señora, su esposo me chantajeo con hacerme daño a mí y económicamente a mi familia, si yo no dejaba a su hija...

—Cállate —literalmente grita —¿O quieres que el pasado regresé? —si él supiera que ya regreso, pero esa es una carta que guardaré bajo la manga hasta el último minuto —¿Quieres remover toda la mierda que tenemos guardada? Porque si quieres te recuerdo el porqué te considere indigno de mi hija, el porqué te creo poca cosa para ella...

—No me interesa revolver el pasado, pero si usted quiere volver a él lo hacemos. A ver qué piensa Ashley cuando le digamos toda la mierda que llevamos guardada —digo firme —Yo solo quiero que su esposa sepa, que si yo le rompí el corazón a Ashley fue porque usted me obligó —digo sintiendo como si estuviera reviviendo ese momento en este mismo instante —Y quiero que sepa señora, que el día que destruir el corazón de su hija, también destruí el mío y que si ahora quiero casarme con ella es porque quiero enamorarla y recuperar todo el tiempo que nos fue arrebatado...

—¿Y qué propone? —pregunta sin mirar a su marido...

—Ni lo piense —dice lleno de ira.

—Tú cállate, luego hablaremos en la casa —dice con enojo...

—Lo primero es sacar a sus empresas de la quiebra —digo ignorando a su marido —Casarme con ella y poco a poco irme ganando su perdón y amor...

—Primero que nada quiero que sepas que te ayudaré —dice con sinceridad y la verdad lo agradezco, porque la señora Camila es el ser que Ashley más admira y con ella de mi lado estoy seguro de que me ganaré su cariño y luego su amor —Y te ayudaré no por el dinero, sino porque te creo. No sé qué secreto guardes, ni que tan grande sea como para que mi esposo hiciera lo que hizo. Pero aun sin saber lo que es, estoy dispuesta a ayudarte porque todos merecemos una segunda oportunidad. Y porque sé que amas a mi hija, tus ojos no mentían hace años y no lo hacen ahora. Por eso te ayudaré, pero si mi hija no logra perdonarte y no quiere nada contigo tienes que prometerme de que la dejara libre —yo espero no llegar hasta es punto, ya viví quince años sin ella y no creo poder soportar uno más...

—Hagamos un trato, señora Camila —digo sentándome frente a ella, mientras su esposo me mira lleno de rabia —Para su tranquilidad deme un año. Si en un año Ashley me dice que no me ama, que no puede perdonarme, yo le juro que la dejo en libertad y no me vuelvo a cruzar en su camino —digo no muy seguro, pero dispuesto a cumplir mi palabra de llegar a ser necesario...

—Me parece bien...

—Pero si sucede lo contrario y ella me perdona, tiene que prometerme que su esposo no se meterá con nosotros. Que nos dejara vivir nuestra historia de amor con total tranquila.

—Te lo prometo...

—No prometa por mí —reclama, enojado...

—Claro que lo voy a hacer y es mejor que te calles y te hagas a la idea, porque de no haber sido por ti no hubiera perdido a mi hija por tanto tiempo y quizás hoy tendríamos nietos —la idea de tener hijos con Ashley es como un sueño para mí —Ellos se merecen una segunda oportunidad, para terminar o iniciar con lo que tú interrumpiste —eso es cierto, de no haber sido por él, ya estaríamos casados y con hijos —Además yo quiero que mi hija sea feliz, yo quiero verla sonreír como la vi cuando estaba con él, así que te callas y cooperas. La felicidad de los padres es ver a sus hijos ser felices y si mi hija es feliz con él o con quien sea, tú y yo lo recibiremos con los brazos abiertos —siempre me cayó bien esta señora y ahora más...

—Pues yo no estoy de acuerdo y no voy a consentir nunca esa boda —se para de su silla y se va...

—No te preocupes por él, yo te ayudaré, pero al final del día ella decide si se casa o no...

—Lo sé, pero también sé que aceptara —digo seguro, ya que así como ella me conoce a mí, yo la conozco a ella...

—Yo también lo sé —dice parándose —Y ahora me voy. Debo jalarle las orejas a alguien.

—Gracias por escucharme —le doy la mano —Una cosa más, solo tienen dos días para decidir, ya que el banco ejecutará la hipoteca en cinco días —en realidad lo harían hoy, pero yo invertí un poco de dinero para que le dieran una semana más y así yo poner mi plan en marcha....

—Está bien, pero recuerda que ella es quien tiene la última palabra...

¡Dos Días Después!

Por si se preguntan como estoy. Estoy de la patada, ya han pasado los dos días y no he tenido noticias suyas. La señora, Camila me dijo que le dieron la noticia y le dijeron que era yo y como me lo esperaba, apenas escucho mi nombre dijo que no y se fue. Eso fue el mismo día de nuestra reunión y ya han pasado dos días y sigue con su negativa, así que tendré que buscar otra manera de atarla a mí. Porque de una cosa sí estoy seguro y es de que no la perderé de nuevo sin haber luchado por ella antes....

Por más dolido, frustrado, enojado, triste, molesto (y un sin números de emociones más) que este no puedo dejar de trabajar. Acher correrá el auto por primera vez dentro de un par de semanas y tengo que asegurarme de que todo marche bien. Así que aquí estoy desde temprano (ni siquiera comí) trabajando y entretenido mi cabeza para no pensar... Ya es tarde, así que me estoy preparando para salir...

—Señorita Osorio, me voy a mi casa —digo pasando por su lado (sin mirarla) —Puede irse usted también —digo antes de que el ascensor llegue...

—Sí, señor —dice justo cuando mi teléfono suena, así que lo sacó de mi bordillo y contestó sin mirar quien es, ya que las puertas del ascensor se abren...

—Aló

–Ashley acepto... Mi hija aceptó ser tu esposa....

¿Tuya? NuncaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt