Capítulo 4

118 9 0
                                    

SAMTH

—Buenos días, señor —saluda mi secretaria apenas me ve entrar. Yo solo la miro y sigo mi camino hacia mi oficina. Como dije, luego de ser obligado a romperle el corazón al amor de mi vida, el mío también se rompió. Así que me convertí en este ser que soy ahora, un hombre sin escrúpulos, egocéntrico, un cretino que no le importan los sentimientos de los demás. O al menos eso me digo diariamente al mirarme al espejo todas las mañanas. No puedo, ni debo permitirme ser débil otra vez, no puedo permitir que rompan la poca humedad que me queda. Quiero que todo me odien y me desprecien, porque si todos lo hacen no podrán lastimarlos por mi culpa y además no habrá nada con lo que me puedan lastimar otra vez. Y no es que me guste ser de esa forma, ni muchos menos me gusta tratar así a las personas, es que la vida me enseño a golpes que si los seres humanos saben dónde te duele, siempre te golpearan en ese lugar. Las personas malas, sin escrúpulos y sin sentimientos, siempre buscarán tu lado más débil y doloroso para golpearte una y otra vez... Así que ya no creo en nadie, ni siento amor por nadie, excepto ella, mi hermosa y maravillosa Ashley. Mi vida se ató a Ashley el día que la hice mía por primera vez, ella es el único ser humano sobre la tierra que me conoce tal y como solo. Solo con ella puedo ser yo mismo y al menos que ella no este conmigo, no volveré a ser igual... Solo con ella pueden lastimarme y hacerme mierda de nuevo...

—Señorita, Osorio— mi secretaria (Claudia Osorio) —Mi café —digo por el intercomunicador. El despertarme todos los días a la cinco de las mañanas, me está pasando factura. Hacen exactamente quince años que no sé lo que es despertarme tarde. Por más cansado y agotado que este. Siempre me despierto a la misma hora y después de haber tenido el mismo maldito sueño... Así que para drenar energía y desestresarme, hago ejercicio. Por suerte tengo mi propio gimnasio en una habitación de mi casa (La casa donde crecí, donde recibí tanto amor y donde quiero criar a mis hijos) No iba a ir todos los días a las cinco de la mañana al gimnasio...

—Aquí tiene señor —dice poniendo el café en mi escritorio, ni siquiera me di cuenta cuando entro o toco la puerta. Quizás la deje abierta, es que hoy pondré en marcha mi plan para recuperar al amor de mi vida y mi cabeza da vueltas...

—Gracias —lo tomo y bebo un sorbo, lo cual automáticamente hace que me sienta con energía —¿Que tenemos para hoy? —pregunto, preparándome para mi día...

—Acher Reinan acaba de llegar, viene subiendo. En dos horas tiene la prueba del nuevo modelo. El señor y la señora Ponce confirmaron su cita para el mediodía y a las cuatro tiene reunión con el equipo de marketing...

—Perfecto, gracias —tendré un día agitado, pero si todo sale bien será muy productivo —En cuanto llegue Acher lo hace pasar por favor —pido sacando los papeles del nuevo modelo que he creado para él... Acher Reinan (aunque él prefiere Torrencial, el apellido de su padre adictivo, pero como nunca se lo cambio, sigue siendo Reinan) es mi mejor cliente y el mejor piloto de la fórmula uno del mundo. Ha ganado campeonatos nacionales e internacionales. Como dije anteriormente tengo mi propia automotriz y mi propia marca de autos de carrera, y por supuesto Acher lo conduce todos. El modelo que acabo de crear para él es único y será el más rápido del mercado...

—Buenos días, Samth —saluda apenas entra —¿Qué tienes para mí? —tan impaciente como siempre...

—Estoy bien gracias por preguntar —digo con ironía, mientras me paro de mi silla, para saludarlo —¿Y tú qué tal?

—Perdón, perdón, perdón —dice dándome un abrazo —¿Cómo está?

—Bien, todo bajo control —digo volviendo a sentarme —¿Y tú como vas, ya hay alguien ocupando tu corazón? —preguntó con interés. Acher aparte de ser mi mejor cliente, también es mi mejor amigo, estudiamos juntos en la universidad.

—No, absolutamente nadie. Porque atarme a una, cuando puedo disfrutar de muchas y sus placeres...

—Algún día encontrarás a alguien que te haga sentir sensaciones extrañas y placenteras... Entonces no solo querrás atarte a ella, sino que querrás no soltarte nunca...

—¡Wao! Eso fue profundo y cursi...

—El amor te hace cursi...

—Si ya lo note —dice sonriendo —Cuéntame ¿Cómo vas con tu dolor de cabeza?

—Estoy trabajando en ello...

—Bueno, espero que lo logres y que seas feliz —dice apoyando sus manos en mi escritorio...

—Y lo seré —o al menos lo intentaré, aunque muera en el intento —¿Qué traes en la mano? —pregunto muerto de risa (cambiando de tema) cuando veo sus pulseras de tela multicolor...

—No te rías, tengo tres princesas en casa que me consienten —dice sonriendo como bobo —Ahora que lo pienso mejor, sí tres mujeres ocupa mi corazón. Tres hermosas rubias, traviesas, risueñas y de ojos encantadores ocupan todo mi corazón...

—Vaya nunca pensé que tuvieras instintos paternales —digo, ya que tengo años de conocerlo y nunca le había visto ese brillo tan único en sus ojos...

—Créeme, yo tampoco sabia que lo tenía, pero en cuarto vi sus caritas algo dentro de mi cambio. Y aun ahora después de diez años, siguen siendo mi debilidad. Son el tío más consentido y consentidor del mundo —vaya, nunca pensé oírlo hablar así. Digo los, Torrencial tienen buen corazón y son seres de buenos sentimientos, pero nunca pensé oír a mi amigo hablar así de sus sobrinas. Las cuales tuve el placer de conocer hace algunos meses, en su última carrera. Son chicas muy hermosas, como su madre, una hermosa pelirroja de ojos encantadores con un color único —Sabe, mi sobrina Angélica «la menor de las tres» quiere ser piloto de carrera como yo y sé que lo lograra, incluso pienso que será mejor que yo, ya que ella es responsable, inteligente, obstinada, disciplinada, sabe lo que quiere y quien quiere ser... Dice que soy su ejemplo a seguir y eso me llena de orgullo, pensar en ellas, en mi familia me hacen querer ser mejor cada día y quiero seguir siendo el mejor para que Angélica se siga sintiendo orgullosa de mí. Para que toda mi familia lo haga....

—Vaya, creo que tendré una Torrencial en mi equipo —digo sintiendo admiración por esa niña de apenas diez años. Si a esa edad tiene tantas cualidades, no me quiero ni imaginar las que tendrá de adulta...

—Creo que si, y tendrá dos Torrencial porque acabo de iniciar los trámites para cambiarme el apellido...

—Vaya amigo, felicidades, Me alegro mucho de que ya te hayas decidido.

—Si, el apellido Torrencial es uno que portaré con orgullo —dice lleno de orgullo y admiración —Bueno, ya basta de hablar de mí y lo enamorado que estoy de mis sobrinas. Y mejor cuéntame que tienes para mí...

—Mejor te muestro —digo parándome de mi silla para mostrarle su próximo auto —Vamos a la pista, para que lo veas con tus propios ojos —salimos de mi oficina —El diseño está hecho en...

Luego mostrarle el modelo a Acher y por supuesto explicarle todo lo relevante y lo que debía saber, sobre su nuevo auto (aunque el auto es mío, él es quien lo conducirá) pasamos a mi oficina y hablamos de números durante una hora. Por suerte mientras le mostraba el auto, aproveche para probarlo de una vez y así él lo veía en función y además yo ganaba algo de tiempo, ya que el infeliz de Eduardo Ponce y su esposa (contra ella no tengo nada) están por llegar... El tiempo se me paso volando con Acher...

—Señor, el señor y la señora Ponce, acaban de llegar —dice Claudia (mi secretaria, aunque algunas veces ni me acuerdo de su nombre) por el intercomunicador...

—Hágalos pasar, por favor —pido, tomando mi pose de superioridad y mi aire de grandeza. Insoportable incluso para mí, algunas veces... Que comience la función.

¿Tuya? NuncaWhere stories live. Discover now