Burning Heart (Adaptación Camren G!P)

Capítulo 15

Camila's Pov

Me desperté cuando un débil rayo de sol me dio de lleno en los ojos, pero tardé bastante en orientarme. Abrí los ojos lentamente, intentando acostumbrarme a la claridad de la habitación. Entonces, recordé que aquella noche no había dormido sola, y estiré el brazo para acariciarle la cabeza a Scott, pero al darme cuenta de que en la cama no había nadie más que yo, me incorporé de inmediato, alarmada. ¿Dónde estaba el niño?

Me puse de pie con rapidez, y tuve que sujetarme durante un segundo a la mesita de noche, pues el mundo comenzó a dar vueltas a mi alrededor a causa de mi apresuramiento. Después, comencé a observar detenidamente la habitación, esperando no encontrar al niño en el suelo o algo parecido. De acuerdo. Scott no estaba en la habitación. Entonces... ¿dónde demonios estaba? Esperen... ¿había perdido al niño?

Salí de mi cuarto como alma que lleva el diablo, dispuesta a remover cielo y tierra para encontrarlo, y no me importaba si eso era lo último que hacía.

Localicé a Lauren en la cocina, de espaldas a mí, y durante un segundo respiré aliviada. Ella sabría qué hacer.

-¡Lauren! ¡El niño ha...! -dejé de gritar cuando la aludida se volteó, dejándome ver a Scott en sus brazos, comiéndose una galleta.

-¿Qué le pasa al niño? -inquirió tranquilamente, observándome con una ceja alzada. No supe si ir hasta ella y darle un beso, o ir hasta ella y abofetearla. ¿Cómo se atrevía a asustarme de ese modo tan estúpido?

-¿Tú sabes el susto que me he llevado cuando no he visto a Scott en la cama? -le pregunté, mostrándome tranquila, aunque no lo estaba en absoluto.

-Sólo me lo he llevado fuera cuando he escuchado que lloraba. No quería que te molestara. Parecías dormir muy plácidamente -respondió como si nada, pasando por mi lado para sentarse en el sofá sin soltar a su sobrino.

-Pero podrías haberme avisado. Pensaba que se había caído de la cama o... cualquier otra cosa.

-No era mi intención asustarte, pero el niño tenía hambre, y tú no parecías estar por la labor de despertarte -de acuerdo, aquella mañana estaba insolente y, para más desgracias, había logrado ponerme de mal humor. Pero no podía negar que me tranquilizaba demasiado ver que Scott estaba bien, sano y salvo, como siempre.

Decidí ignorar aquel comentario y fui a prepararme un café -a pesar de que habíamos quedado que Lauren me haría el desayuno durante una semana si yo le cambaba los pañales a Scott, pero no estaba de buen humor con ella -. Me senté a su lado en el sofá, dándole un beso al niño en la cabeza, dispuesta a tomar mi desayuno.

-¿No hay uno para mí? -no sabía si ella se estaba refiriendo al café o al beso, por lo que simplemente negué con la cabeza. -Que mala suerte -respondió resoplando.

El teléfono sonó en aquel momento, y me apresuré a contestar:

-¿Hola?

-Buenos días, Camila -era Vero, como ya había pensado.

-¿Cómo estás?

-Bien, algo cansada, pero ya estamos a punto de salir. ¿Y ustedes qué tal?

-Estamos bien, yo acabo de levantarme.

-Qué suerte, yo apenas he dormido esta noche. Pero bueno, ¿cómo está mi niño?

-Como un rey. Lo estamos pasando genial.

-Me alegro de que así sea.

Asentí con la cabeza, a pesar de que ella no podía verme a través de la línea.