Capítulo 20

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Camila's Pov

Entramos en el edificio tomadas de la mano y subimos en el ascensor sin soltarnos, aunque sin hacer nada más. Ni siquiera nos miramos. Yo sólo podía pensar en lo mucho que había cambiado la noche y no podía creérmelo, por eso dejé pasar el tema.

Respiré hondo cuando las puertas del ascensor se abrieron, y salí en primer lugar, caminando lentamente hasta la puerta de mi departamento. No pude evitar sonreír cuando sentí la mano de Lauren en mi cintura, obligándome a voltearme hasta quedar cara a cara con ella. Me besó de nuevo y me apoyó en la pared, colocando sus manos a ambos lados de mi cuerpo para que no me escapara. Pero yo no tenía la intención de hacerlo. Volví a rodearla del cuello con mis brazos mientras me alzaba un poco para poder corresponderle mejor, al tiempo que sentía cómo se apagaba la luz del edificio.

-Estamos en medio del pasillo –le dije entre risas cuando descendió para besar mi cuello.

-¿Y qué? –fue su simple respuesta, incorporándose de nuevo hasta que pudo mirarme a los ojos.

Negué lentamente con la cabeza sin dejar de sonreír y le di un leve empujón, alejándola de mí para poder abrir la puerta a tientas. Cuando lo hice y comencé a entrar, sentí los pasos de Lauren justo detrás de mí, y a pesar de lo mucho que la deseaba, eso me ponía nerviosa. Dejé las llaves y el bolso sobre la mesa, y después me di la vuelta para mirarla y que comprendiera que no me estaba echando atrás. Ella también me observaba, y pude ver en sus ojos que me deseaba tanto como yo a ella, por lo que di un paso al frente y le quité la chaqueta. Mis manos temblaron un poco cuando me quité lo que sujetaba mi pelo, y dudé.

-Oye… no tenemos que hacer nada que no quieras –me dijo, cuando me disponía a despojarla también de la corbata con algo de torpeza. Tragué saliva con un poco de dificultad. Sus palabras no lograron tranquilizarme en absoluto. El problema no era que no quisiera, era que la última vez que intimé tanto con alguien fue hacía ya algunos años, y no sabía cuál sería mi reacción. No sabía lo que podría ocurrir entre nosotras después, y eso me asustaba. –Lo que ha pasado antes ha sido genial, pero no quiero que te sientas obligada a…

-Quiero hacerlo –la interrumpí, comenzando a impacientarme. No quería hablar.

Terminé de quitarle la corbata y, sin dejar que volviera a abrir la boca para intentar convencerme de lo contrario, la tomé de la mano y casi la arrastré hasta mi habitación.

Una vez allí, fui yo la que volvió a besarla, queriendo que lo que había surgido antes entre nosotras volviera a aparecer para que todo fuese más fácil. Le quité su blusa con algo de impaciencia, quitando al mismo tiempo su brasier y después me recreé con la visión de sus pechos desnudos. Era incluso mejor de lo que había imaginado. Ella me acarició la espalda mientras repartía suaves besos por mi cuello, hasta que sus manos llegaron al broche del vestido que se encontraba en mi cuello. Con un movimiento sutil lo desabrochó y lo deslizó por mi cuerpo, hasta que quedó hecho un montoncito de tela alrededor de mis pies. Fue entonces cuando me di cuenta de que ya estaba casi desnuda, a pesar de que aún llevaba puesta mi ropa interior. Durante una milésima de segundo, me arrepentí de lo que estaba ocurriendo, pero después volví a sentir los labios de Lauren sobre los míos, y las dudas desaparecieron. Sabía que aquello era lo correcto, porque era exactamente eso lo que deseaba.

La abracé con fuerza, sintiendo por primera vez cómo era el tacto de su piel contra la mía sin que nada nos separara, y me pareció la sensación más maravillosa del mundo. Caminamos hacia atrás a ciegas, hasta que topamos de repente con la cama, en la que nos recostamos casi sin dejar de besarnos. Aproveché la ocasión para acariciarle los hombros y la espalda, sintiendo la suavidad de sus piel. Sentí sus manos en mi cuello, acariciándome lentamente para después descender por mi pecho, mi abdomen y más abajo, hasta que llegó al borde de mi ropa interior. La deslizó por mis piernas sin prisa, como si aún esperara que me arrepintiera de lo que estábamos haciendo. En un momento de valentía, llevé mis manos hasta su cinturón y lo desabroché lentamente, buscando sus labios otra vez. Intenté quitarle los pantalones, pero no pude hacerlo porque no llegaba hasta abajo, por lo que fue ella quien terminó de desvestirse, sin quitarme un ojo de encima.

Burning Heart (Adaptación Camren G!P) Where stories live. Discover now