Capítulo 33

5.5K 405 80
                                    


Camila's Pov

Pero no volvió. Por lo menos, no lo hizo durante los seis meses siguientes.

El tiempo pasó lentamente, demasiado para mi gusto, pero gracias a mi embarazo y a mi familia, no fue tan duro como pensé. A los tres meses comenzó a crecerme el vientre, pero mucho más de lo normal, pues mis dos bebés necesitaban espacio para estar cómodos. En cambio, la que no estaba demasiado cómoda era yo, que casi no podía moverme cuando cumplí los ocho meses de embarazo.

Todos a mi alrededor me decían que estaba hermosa, pero cada vez que yo me miraba al espejo, sólo veía una gran bola bajita y redonda. Era algo extraño, pero no me avergonzaba de mi embarazo a pesar de que físicamente no me encontraba a gusto conmigo misma. Había tenido que renovar todo mi armario de arriba abajo, pues toda la ropa que antes me quedaba bien había pasado a mejor vida en mi desván. Veronica me había prestado algo de su ropa de cuando era premamá, pero nada me servía. Estaba demasiado gorda llevando a dos dentro de mí.

Toda mi familia me había hecho regalos, e incluso mis padres me ayudaron a comprar los muebles para la habitación. Ally me regaló gran cantidad de ropa de bebé, todo en cantidad doble, y también biberones, chupetes, sonajeros y demás juguetes y objetos que necesitaría en cuanto nacieran. A pesar de que me negué en rotundo a aceptar todos esos obsequios, ella me aseguró que lo hacía encantada y que era una forma de agradecerme lo mucho que la había ayudado en la tienda, por lo que mis quejas no sirvieron de nada.

Por otro lado, estaba feliz porque había nacido mi sobrina hacía un par de meses. Se llamaba Sasha, y era la viva imagen de su madre y un poco de su padre, con el cabello oscuro de mi hermano y los ojos verdes de Sara. El día que la conocí, me encontré con un diminuto humano sin cabello, arrugado y dormilón que no se despertó para dignarse a conocer a su tía favorita. Porque sí, ya lo había aceptado, yo sería su tía favorita. Pero no me importó que no se despertara, porque cuando la tome en brazos, pensé en mis bebés y en lo feliz que estaría cuando pudiese sostenerlos de ese modo, sabiendo que eran míos. Mi hermano y Sara rebosaban felicidad por cada poro, pero no me molestó. Yo también estaba feliz de tener una sobrina tan bonita como Sasha.

El ajetreo de mi embarazo y el nacimiento de mi sobrina no me hicieron olvidar a Lauren. Nadie sabía nada de ella, ni siquiera Vero, y a pesar de que intentaba asegurarme a mí misma cada día que estaba bien, no podía estar segura. Pero no quería ser pesimista. Necesitaba estar bien, por mi familia y por mis bebes, que nacerían en poco más de un mes.

El frío nos tomó a todos desprevenidos, y el invierno apareció casi de repente, llenando las calles de vida y de prisas por culpa de las compras navideñas de última hora. A pesar de que todavía faltaba una semana para navidad, yo ya había comprado todos mis regalos, y estaba segura de que no recibiría el que yo deseaba. Era algo demasiado difícil, porque nadie sabía lo que había pedido y, aunque lo supiera alguien, nadie sabría ni cómo ni dónde encontrarlo.

El día veintiuno de diciembre, Veronica organizó una cena en su casa. En un principio me negué a asistir, pues sólo faltarían cuatro días para Navidad y me parecía una tontería, pero me obligó a ir alegando que hacía mucho tiempo que no celebraba ninguna cena en su casa. No pude negarme por mucho tiempo.

A pesar de que últimamente nunca estaba sola en casa, no quería pasar esos días tan próximos a la Navidad en mi departamento, cenando sola y viendo películas navideñas hasta que me quedara dormida en el sofá a causa del aburrimiento, así que no tuve más opción que aceptar la invitación. Vero me dijo que también había invitado a mi hermano, a Sara y a Sasha, por lo que me pareció que sería una velada divertida y animada que me haría olvidar que mis bebes nacerían sin su otra madre.

Burning Heart (Adaptación Camren G!P) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora