023-《Novena rosa de papel/ Décima rosa de papel》

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El corazón de Lisa latía a mil por hora. Se sentía como aquella reina que había traicionado a su pueblo y al rey en el libro que estaba leyendo junto a Jennie.

Después de bajar de la rueda de la fortuna, Jennie hizo unos cuantos berrinches para convencer a Lisa de quedarse un rato más en la feria.

En su mente estaba pensando y practicando en que y como decirle a Jinwoon. Se supone que tenían que estar en su casa a las 2 de la mañana y eran las 3 de la mañana.

"Se que merezco su rotundo odio, rompí una de mis promesas y lo siento mucho, no volverá a pasar."

"La señorita Kim me pidió que si podíamos subirnos a una atracción más y como usted sabe, no le puedo negar nada a su hija."

"El tiempo se me pasa volando cuando estoy con su hija, lo siento."

Al llegar a su destino, Lisa bajó del auto junto a Jennie, se quedó congelada en la puerta del auto ganándose la atención de la mujer.

—¿Qué pasa, Liz? -El ceño de Jennie se frunció haciendo que se regresara hasta donde estaba la menor tomándole de la mano- Entremos, es muy tarde.

La mujer obedeció, respiró hondo, tomó su mano y empezaron a caminar hasta la entrada.

Jennie abrió la puerta, la sala estaba en completa obscuridad. Al fondo, una luz estaba encendida en una habitación, en ese momento, Lisa sentía como la sangre se le empezaba a congelar.

—¿Papá? -Susurró Jennie y soltó la mano de la joven para caminar hasta donde estaba la fuente de luz- ¿Estás despierto? -En ese momento, la morena le hizo una seña a Lisa para que se acercara a ella-

Jinwoon, que estaba sentado leyendo un libro, al escuchar las voces de las jóvenes y puertas abrirse, se levantó a investigar encontrándose con su hija y con la "amiga" de su hija.

—¿Qué hacen despiertas tan tarde? -Preguntó con la mirada fija en Lisa- Li...

—¡Jinwoon! ¡Lo lamento tanto! No cumplí con mi promesa, no quiero que me corte mis tetas, son lo más apreciado que tengo, no puedo vivir sin ellas, ¡Le ruego que no me las corte! -Chilló hincandose donde él.- Lo siento, lo siento, lo siento. No le puedo decir "no" a su hija, lo lamento.

Tanto como Jennie y Jinwoon trataban de no soltar una carcajada por la reacción de la castaña, Jinwoon le dió una mano a Lisa para que se levantara y se relajará un poco.

—Lisa ¿En serio crees que soy capaz de arrebatarte una de tus preciosas? Todos sabemos que eres bien mandil y no le puedes decirle "no" la señorita terquedad. —Jinwoon rió junto a Lisa al mismo tiempo que Jennie soltaba un gruñido- Es muy noche, Liz ¿No gustas quedarte a dormir aquí? No quiero que te pase nada por la madrugada.

—¡Si! Es lo que apenas iba a decir ¿Si, Lisa? 

—No quiero incomodar...

—Insisto, Lisa. Puedes quedarte aquí, solo avisa a tu familia que te quedaras aquí para evitar un problema.

—Está bien, me quedo.

—¿Podemos dormir juntas? -Preguntó Jennie haciendo un puchero.-

—Lo olvidé, si hacen el frutifantastico, no quiero que hagan mucho ruido. -Sin más que decir, Jinwoon cerró la puerta dejando a Lisa confundida.-

—Jen, ¿Qué es el frutifantastico?

—Eh... nada. -Respondió nerviosa, ambas empezaron a caminar hasta la habitación de la morena.-

Lisa se sentó en la cama dándole la espalda a la morena para que pudiera ponerse algo más cómodo, después Jennie le pasó algo de ropa para dormir.

7 Years. | JenlisaWhere stories live. Discover now