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Chanyeol terminó su aburrido turno dejándole el chaleco oficial de la tienda a su compañero del turno nocturno y salió hasta la tienda contigua para gastar el poco dinero que tenía en una comida decente para esconderse en su cuarto y ser feliz.
 
Le tendió a la cajera dos cajas de comida, dos de leche y una salchicha empalada que planeaba comer en el camino. Pagó con bastante reticencia, porque gastar el dinero que tenía le hacía doler el alma.
 
—Tu jefe te va a echar como sigas comprando aquí.
 
—Paga bien, pero cobra demasiado caro. Si hay una plaza vacía aquí avísame, al menos me podré comer las cosas vencidas y gratis.
 
La chica de cabellos anaranjados se rio entregándole el recibo—. Te dejaré tener la comida mañana, Yeol, si despiden a alguien te recomendaré.

—Gracias, Gi.

Chanyeol acomodó su mochila y se cubrió con la gorra de la sudadera, salió con la bolsa en una mano y con la salchicha en otra dándole una que otra mordida mientras caminaba a casa.
 
Pudo convertirse en una noche placentera y tranquila, de no ser porque su caminata fue interrumpida por un destello cegador que lo hizo abrir la boca después de tragar el último pedazo de su salchicha levantando la bolsa que había tirado al suelo del susto y la impresión.
 
 —¿Qué relación tienes con Baekhyun? —sus ojos a duras penas podían percibir a quien tenía en frente, mientras que la voz demandante continuaba preguntando cosas que no estaba dispuesto a responder, por su honor y por Baekhyun—. ¿Estás colgándote de su fama?
 
La miró asustado, la mujer le seguía tomando fotos mientras que él no la había autorizado. Se cubrió el rostro con miedo, mientras que la luz lo seguía golpeado una y otra vez, como siguiera así el embutido terminaría fuera de su estómago y sobre el cuerpo de ella.
 
—¿Eres un trainee de la compañía? ¿Quieres involucrarlo en un rumor para debutar?
 
Negó repetidas veces cerrando los ojos. Apretó la bolsa con los nudillos blancos y volvió a negar—. No sé que está pasando, pero un día me encuentro con mi novio en el mismo callejón de siempre y el otro me emparejan con alguien a quien no conozco, ¿estás bien con tu trabajo?
 
—¿Cuál es tu nombre? JD Entertainment no ha hecho una declaración sobre ti, seguramente están pensando en sacarte a la luz como su nuevo artista.
 
—Por favor, deje de molestar, señora, tengo que ir a mi casa y estudiar. No soy un artista y no lo voy a ser, deje de meterse en la vida de los demás y consiga una propia, ¿cree que le va a dañar la vida a alguien con fama a base de un universitario que come comida precocinada? Si vuelvo a verla le pondré una demanda.
 
Chanyeol la dejó con la boca abierta mientras corría con las piernas temblando, tiró el palo de la salchicha en un basurero cercano y se escabulló en el edificio departamental entrando a su casa con el corazón retumbando contra sus oídos.
 
Metió la comida al microondas al ver que se encontraba solo en casa, encendió la televisión buscando algo que disfrutar y se sentó con una bandeja encima mientras comía lentamente viendo como la protagonista se sacrificaba por un grupo de niños que estaba cruzando la calle, bebiendo su leche entre lágrimas y masticando el pollo lamentándose por la muerte de la mujer.
 
—La vida es tan injusta —pronunció entre lágrimas sin dejar de llenarse la boca con comida—. Pobre Tak, no pudo disfrutar de su felicidad… ¿también habrán acosado a Baekhyun como a mí?
 
Su leche fue reemplazada por el móvil, con Chanyeol tocando la pantalla hasta encontrar la bendita red social y poder ver qué estaba haciendo su amigo. Solo había compartido fotos suyas en sus historias, haciendo ejercicio, recostado sobre su cama y con la comida que su madre le había dado días atrás.
 
Se veía delicioso.
 
Abrió su bandeja de mensajes para saludarlo, enviándole un audio con su atorada voz producto de la comida. Baekhyun le respondió al instante con mucho silencio de fondo, oyéndolo masticar seguramente el kimchi de su madre.
 
Le preguntó a Baekhyun por su número telefónico, argumentando que era difícil mantenerse entre la aplicación y su comida, él no dudó en dárselo borrándolo de la conversación cuando Chanyeol ya lo había agendado.
 
—¿Tuviste un día muy agotador?
 
Baekhyun negó soltando una risa al instante, mientras se frotaba el puente de la nariz porque parecía un total estúpido—. Hoy fue mi día libre, mañana quizás tenga que ir y tomar una que otra fotografía. ¿Qué hay de ti?
 
—Pues, una reportera me acaba de acosar, le dije que te confundieron con alguien más y que se consiguiera una vida, ¿hice bien?
 
—¿No te golpeó por decirle eso? Seguro estaba furiosa —se mordió las uñas como hábito tras preguntarle al menor todo esperando su respuesta con lujo de detalles, se recostó de espaldas mirando al iluminado techo y esperando escucharlo otra vez.
 
—Salí corriendo, dijo que me estaba aprovechando de ti para debutar y no me gustan las mentiras, menos cuando ofenden a mis amigos.
 
Baekhyun se levantó de golpe, sintiéndose mareado—. ¿Somos amigos?
 
—¡S-sí! —tartamudeó colorado—. Solo si tú quieres que lo seamos.
 
—Pensé que ya lo éramos, este será nuestro primer día como amigos oficiales.
 
Chanyeol asintió sonriente—. Oye… ¿quieres venir la semana que viene? No sé si estés ocupado, pero me quedaré solo porque van a visitar a mis abuelos y podríamos leer algo o ver alguna película.
 
—Tengo que revisar mi agenda, pero seguramente pueda el viernes.
 
—Sería… perfecto —agachó la cabeza para sonreír con miedo de que alguien lo viese aún cuando estaba solo junto a Eun Tak muerta en la pantalla—. Me dices si estás disponible.
 
—Te mensajearé, tengo que irme, ya llegó mi representante y es algo quisquilloso con las llamadas por teléfono.
 
—Descuida, buenas noches, Baek.
 
—Dulces sueños, Yeol.
 
La semana se hizo lenta y pesada para ambos, Chanyeol salió victorioso de tres evaluaciones, pero llegaba cansado al trabajo y los clientes comenzaban a verlo mal, porque su rostro apareció en una cantidad considerable de portales web y un millar de adolescentes habían encontrado su lugar de trabajo para preguntarle cosas muy personales y molestas.
 
Baekhyun, por otra parte, tuvo unas cuántas sesiones que realizar en solitario y junto a otros modelos, para diversas campañas que publicitaba, asistió también a una lectura de guion para un papel secundario en un drama histórico y terminó durmiendo doce horas seguidas después de pasar dos días enteros despierto por el trabajo.
 
Al menos su cutis era resistente a ojeras.
 
Revisó su teléfono en busca de algún mensaje de Chanyeol, pero no había nada desde su conversación dos noches atrás, en la que habían acordado que él se encargaría de las botanas y del helado. Antes de desearle una buena noche y terminar soñando cosas demasiado extrañas sobre sí mismo y el menor.
 
Bostezó levantando los brazos separándose de su cómoda cama para terminar bajo el agua tibia y restregar su cabello con champú. Había comprado secretamente el mismo que usaba Chanyeol para probar algo distinto, el olor a frutos del bosque ya lo estaba hartando y su representante no le traía más que eso después de que promocionó una línea de cuidado de cabello seis meses atrás.
 
—Esto huele muy bien… —susurró limpiando su cuero cabelludo con las yemas en un suspiro por lo relajado que se sentía.
 
Seguramente estaría más relajado con alguien como Chanyeol duchándose junto a él, restregándole con suavidad el jabón por el cuerpo y… ¿en qué demonios estaba pensando?
 
Negó con frenesí dejando que el agua se llevara la espuma y se vistió con su ropa holgada de siempre, adornando su rostro con sus lentes y una mascarilla negra esperando ocultar su rostro lo mayor posible. Tratando de evitar los pensamientos sobre Chanyeol lo mejor que pudiera.
 
Algo raro le estaba sucediendo.
 
Salió del penthouse tranquilamente y cuidando de no ser visto, comprando las cosas que había prometido llevar y descansando en su largo viaje en taxi hasta el hogar del menor, si manejaba su propio automóvil seguramente especularían más y más estupideces como lo llevaban haciendo desde que Chanyeol llegó a su vida.
 
Cuando estuvo allí tocó el timbre dos veces y escuchó como algo caía al otro lado de la puerta junto a una maldición.
 
Rio por lo bajo mordiéndose el labio y agitó su mano saludando a Chanyeol que le habría la puerta con una sonrisa. Se quitó los zapatos al entrar, dejó la mascarilla en el bolsillo de su sudadera y lo que había comprado sobre la pequeña mesa de centro que la familia utilizaba para comer.
 
Terminó con el trasero sobre el suelo y bebiendo tranquilamente del agua que Chanyeol le había ofrecido al verlo un poco agitado.
 
—Tendremos que ver la película en mi portátil, mi televisión es un poco vieja y…
 
—Tranquilo, yo estoy bien con cualquier cosa. Vine a divertirme, no a incomodarte.
 
—¿Te molesta si la vemos en mi habitación? El portátil tiene la batería defectuosa y si lo desconecto se va a la mierda.
 
Baekhyun soltó una risa llevándose el vaso a los labios. Por otra parte, el menor no sabía que hacer más que rascarse tras de la oreja algo avergonzado. No tenía problemas de vivir como lo había estado haciendo toda la vida, pero sentía que el modelo merecía mucho más que una junta mediocre como la que le estaba ofreciendo.
 
—¿Puedo estar en el rincón?
 
Asintió repetidas veces sonriéndole alegre. Sabía que el famoso era una excelente persona y, a pesar de que no podía darle un servicio de cinco estrellas, él parecía estar conforme con lo tan poco que Chanyeol tenía, lo que lo ponía más que feliz.
 
Antes de trasladarse con todo a la pequeña habitación para uno de Chanyeol, decidieron beber unos tragos de soju para calentar la garganta y conversar sobre su semana. Obviamente la de Baekhyun ganaba por lejos como la más interesante, mientras que la del menor era solo de trabajo y estudios, además de su familia abandonándolo todo ese fin de semana para visitar a los abuelos y él sin poder ir porque el domingo debía estudiar hasta quemarse las pestañas.
 
—¿No te molesta ser amigo de alguien tan soso como yo? Los reporteros no se cansan de decir que estoy dañando tu imagen.
 
—¿Dañar mi imagen? No le des importancia a palabras necias, yo decido cuando mi vida se va cuesta abajo, no otras personas. Ni se te ocurra sentirte mal por el qué dirán, te golpearé cada vez que te menosprecies por la opinión de gente que no lo vale.
 
Cabizbajo miró el pequeño vaso de cristal sostenido por sus dedos juguetones—. ¿En serio no te avergüenzas de esto?
 
—Eres muy lindo como para avergonzarme de ti. Que en este momento de mi vida tenga mucho dinero, no significa que empecé igual. Viví en lugares asquerosos y llenos de moho hasta que pude prosperar como modelo — recordó con la nariz arrugada como había vivido después de que su padre lo botó de casa por no querer seguir sus pasos—. Tu hogar no me da vergüenza y debería ser lo mismo para ti, que tengas un lugar al que llamar hogar es mucho más valioso que yo tenga todo el piso de un edificio.
 
—Eso fue… poético.
 
—Tengo uno que otro don.
 
No tardaron en reír chocando sus vasos, bebiendo hasta la última gota del líquido transparente con sabor amargo.
 
Cuando terminaron con la primera botella decidieron ir y disfrutar de la película, aunque Chanyeol había dejado a Baekhyun por un momento para dejar algunas cosas en la cocina y tomar dos cervezas para que él y el mayor bebieran durante la película.
 
Baekhyun lo esperó mientras revisaba su colección con la mirada. No se cansaría jamás de leer todos los títulos que descansaban ante sus ojos, unos más provocadores y elocuentes que otros. Yaoi, seinen, shōnen-ai, una que otra historia para chicas adolescentes y mujeres adultas, probablemente estaba más surtido que él.
 
Sin duda Chanyeol consumía todo de todo e incluso más que él. Sonrió tocando con la punta el dedo su manhwa favorito con miedo de hacerle un solo rasguño y dio un salto cuando el menor entró haciendo más ruido de lo normal.
 
—No me digas que estabas viendo cosas sucias —lo molestó dejando las botanas sobre la cama junto a la pequeña mesa plegable que evitaba a los vasos derramarse en el edredón.
 
—Me lo dice el que duerme con una almohada impresa y lee más de hombres procreando que la Biblia.
 
—No soy creyente.
 
—Pero sí un sucio.
 
—Hay cosas que no se pueden negar, ¿no? Acuéstate antes de que te quite el rincón.
Le hizo caso sin dejar de reír, se acomodó como pudo jugueteando con sus pies. Chanyeol solo se sentó dándole la espalda mientras conectaba su ordenador a la corriente, tecleó su cumpleaños para la clave de acceso y dio media vuelta encontrándose frente a frente con el mayor quien tragó lentamente huyendo de su mirada.
 
Tosió con su rostro tomando un suave color rojo, ocultando su sonrisa mientras fingía bostezar como si no hubiera sentido nada, cuando le parecía todo lo contrario porque su corazón correteaba dentro de su cuerpo agitado por un solo cruce de miradas y dos narices que apenas se rozaron.
 
Aclaró su garganta antes de acomodarse apropiadamente y cuando Baekhyun evitó sus ojos olímpicamente, encontró el valor para parecer interesante y despreocupado a la vez—. ¿Ya pensaste que vamos a ver?
 

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Me estoy quedando dormida, auxilio.

Ya me demoré un buen en actualizar, así que lo hago un jueves, cuando se supone que es viernes.

Nos vemos la semana que viene, el viernes sin falta♡

Nos vemos la semana que viene, el viernes sin falta♡

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DestelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora