CAPITULO 28: ¿Apostamos?

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Era sábado. Medianoche.

WooYoung observaba con atención el techo de su habitación o mejor dicho, el dosel verde oscuro de su cama, el color de su casa.

Aunque se encontraba quieto, su mente no paraba ir de un lado a otro, analizando. Pensando.

Unos días habían pasado desde esa curiosa conversación que tuvo durante su castigo con San, en la torre de Astronomía. Una en la cual, de alguna forma inexplicable, el Hufflepuff había logrado sonsacarle más información de lo que hubiera deseado, algunas cosas aun avergonzándolo. Pero lo más importante de todo, es que lo había besado.

Esta vez, siendo diferente a todos los demás.

Y no, no se refería al simple hecho de que fue un roce. Sino al hecho de que no hubo furia, ni rencor o enojo.

Roce y todo, lo había percibido muy distinto a los del pasado, tan libre, tan...

Era difícil de explicar. Todo en esa tarde en específico, era difícil de explicar; empezando con San y su disculpa por el malentendido sobre la escoba de JongHo.

WooYoung rodó en su cama.

San definitivamente estaba siendo más amable con él, de eso no tenía duda. El punto, es que no sabía cómo sentirse al respecto. Tampoco como debía sentirse en cuanto a su conversación y ese roce-beso.

Que su pecho respondiera agitándose, no era buena señal. Pero debía admitir que esa agitación no lo asustaba como en el pasado.

Solamente lo inquietaba. Como una indigestión.

- Necesito despejarme- fue su conclusión.

Moviendo las mantas hacia un lado, pasó a colocarse sus zapatos y tomar su túnica para cubrirse y no pescar un resfriado.

Con la túnica puesta sobre su pijama, miró hacia un lado por inercia. Aún en medio de esa penumbra, vio a YeoSang totalmente desparramado sobre la cama. Sus brazos se extendían de un lado a otro y sus piernas estaban más o menos en la misma posición, una hasta fuera de las mantas. De su boca entreabierta salía una suave respiración.

WooYoung contuvo una sonrisa, divertido.

- No puedo creer que alguien que sea siempre tan preocupado de ser altivo y elegante, sea un desastre al dormir- pensó mientras tomaba su varita.

De un solo movimiento hizo que las cortinas amarradas a los postes de la cama se soltaran y se corrieran mágicamente hasta esconder su interior. Al menos así aseguraba la dignidad de su amigo y que nadie más lo descubriría.

Ya acarreaban bastantes problemas por su último castigo con la pérdida de puntos, los ariscos Slytherin sin cesar en sus ataques. Al igual que él, YeoSang estaba siendo fastidiado y no quería que su forma de dormir fuera un punto más para burlarse de él.

Como había dicho tiempo atrás, entre los dos se cubrían las espaldas y eso por el momento, no iba a cambiar.

Antes de salir de la habitación se dio vuelta y como un último gesto, lanzó un hechizo de protección hacia la cama de su amigo, solo por si acaso, mientras él no estaba.

Cuando llegó a la sala común y la encontró vacía, aprovechó de salir totalmente de ahí. Por alguna razón, ya no se sentía cómodo en su casa, sino fuera de lugar. O tal vez, solo necesitaba alejarse de todo y ya.

Caminó sin rumbo por los intrincados pasillos de las mazmorras. Sabía que era riesgoso. Si lo descubrían, perdería más puntos para su casa, sin contar que también estaba la amenaza de la directora de enviarle una carta a su abuela, sin embargo, no creía que fueran a descubrirle. Y si es que llegaban a pillarlo, imaginaba que no podría ponerse peor de lo que ya era. Aunque no quería decepcionar a su abuela, suponía que lo más que ella podía hacer en respuesta era enviarle una carta vociferadora, regañándolo por haber quebrantado las reglas. No le agradaba la idea, pero llegados a ese punto, no parecía hacer mayor daño. Como tampoco cambiaría las burlas, los empujones y la fría indiferencia con lo que sus compañeros de casa lo trataban.

Es Hogwarts, No Hoguwarts  [WooSan]Where stories live. Discover now