COMPLICIDAD Y AMOR

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Entrada la tarde, Ino se encontraba en su consultorio revisando unos expedientes importantes para realizar una cirugía programada para esa misma noche. Los nervios que la invadían antes de una operación tan delicada siempre eran constantes, pero no podía darse el lujo de fallar, pues de ella dependía la vida de una persona. Tener en sus manos una responsabilidad tan grande era difícil, pero no había nada más gratificante que salvar la vida de alguien.

--Eso que estás leyendo se ve bastante problemático. Creo que veo humo saliendo de esa pequeña cabeza tuya.

Giró su cabeza en dirección a la voz y encontró a aquel joven del clan Nara husmeando por la ventana, intentando leer lo que ella tenía entre las manos. Sus ojos celestes se humedecieron y sus mejillas mostraron un ligero rubor al ver su cercanía. Tenía ganas de abalanzarse sobre el ninja, pero no lo haría; si a Shikamaru le gustaba fastidiarla, ella también le iba a seguir el juego.

--Son términos médicos, no entenderías. Quizás por eso que te parecen problemáticos--arremetió con falsa soberbia.

--¿Ah, sí? ¿Crees que no puedo entender lo que estás leyendo?

--¿Puedes hacerlo?-- inquirió burlonamente.

--No.

--Te lo dije-- soltó triunfadora.

--Quizás no sepa nada de medicina, pero mis estrategias son requeridas dentro y fuera de Konoha-- presumió.

--Si tus estrategias son tan buenas, ¿por qué no encuentras una para entender lo que estoy leyendo?

El chico meditó un momento --Prefiero evitar esfuerzo innecesario. Esas cosas se las dejo a las rubias de cabello largo-- finalizó amorosamente. Acarició su larga coleta, escurriendo rubios mechones entre sus dedos. --Eres linda...

--¿En serio?-- bufó -Ayer te burlabas de mi cara de cansancio.

--Eso no te quita lo linda.

Pasaron la tarde juntos intercambiando palabras coquetas y amistosas. La complicidad que había entre ellos era inigualable. Esa confianza forjada durante años no se había roto a pesar del tiempo y la distancia. No importaba las dificultades por las que tuvieron que pasar, ambos seguían sintiéndose cómodos el uno con el otro, no había nada que esconder, solo cariño, afecto y un gran amor para dar.

--Entonces te juntarás con los chicos esta noche. Espero que se diviertan.

--Sí, será bueno verlos después de tanto tiempo.

--Y... ¿solo irán chicos?-- inquirió.

--Ehm... sí, en eso quedamos. ¿Por qué? ¿Te incomodaría que fueran chicas?

--No, no, por supuesto que no-- agitó sus manos desesperadamente y se ruborizó al pensar que él la tomaría como una mujer celosa. En realidad no eran celos, solo curiosidad. Conocía a todos los ninjas de su generación y sabía que no eran de ese tipo de chicos. A excepción de Kiba. Aunque eran amigos, debía admitir que sus andanzas eran un secreto a voces.

--Si quieres puedes ir conmigo y asegurarte-- bromeó.

--¡Que no, Shikamaru! No me tomes como una mujer celosa.

--No dije que fueras una mujer celosa, solo pensé que te gustaría acompañarme-- fingió inocencia.

Ino hizo un puchero. Por alguna razón, a Shikamaru le parecía divertido pensar que Ino pudiera sentir celos. Los celos enfermizos no son buenos para nadie pero la actitud de Ino le causaba algo de ternura.

¿Acaso así se sentía estar enamorado?

El tiempo que estuvieron juntos fue relativamente poco comparado con los años que la conocía y con los años que la amó en secreto. Su amistad era muy fuerte, pero no tuvieron la oportunidad de convivir como pareja. Los celos, disgustos y malos entendidos también formaban parte de una relación, él lo sabía muy bien, y ahora tendrían todo el tiempo del mundo para experimentar su amor a plenitud, con sus altas y bajas.

--Bueno, bueno, tengo muchas cosas que hacer, Shikamaru. Ve a encontrarte con los chicos que ya se hace de noche-- habló mientras sus manos en la espalda del muchacho lo empujaban hacia la salida, fuera de su consultorio.

--Espera, mujer problemática. No me eches de tu vida así de fácil. ¡No sabes cuánto me costó encontrarte!-- respondió divertido haciendo fuerza con sus manos en el marco de la puerta.

Ino lo soltó y se cruzó de brazos dándole una mirada de falsa desaprobación.

--No me mires así, Yamanaka.

La mujer, riendo, volvió a empujarlo fuera de su oficina --¡Vete ya, Shikamaru!

--Hai, hai, pero primero escúchame.

--Tienes 2 minutos, Nara-- dijo contando en su reloj.

--¿Quieres ser mi novia?

Todo atisbo de diversión del rostro de la kunoichi se borró. Había esperado tanto tiempo por él y ahora lo tenía frente a ella, como si el tiempo no hubiera pasado. Sentimientos encontrados florecieron en su corazón y le hicieron derramar un par de lágrimas.

¿Era esto real?

Tantos años llorando la partida de su ser amado y ahora estaba ahí, esperando su respuesta. Parecía tan sencillo, pero por alguna razón sentía que la respuesta a aquella pregunta conllevaba más de lo que aparentaba ser. Ellos ya no eran los mismos de hace 6 años atrás. Al menos él no.

Todo el tiempo en que ella se la pasó esperando por él, aquel ninja había iniciado una nueva etapa en su vida. Aquel ya no era el muchacho adolescente que vivió un amor juvenil a su lado; ahora se había convertido en un hombre más maduro y con un matrimonio a cuestas. Sentía que el shinobi frente a ella se intentaba acoplar a su actitud de niña, a su inmadurez, pero que en el fondo ya era un hombre con otra visión de las cosas, de la vida, de las mujeres.

¿Qué podría ofrecerle a un hombre que ya lo experimentó todo?

Se ruborizó al pensar en el rumbo que tomaban sus pensamientos. Era cierto que él había cambiado. Sería ilógico pensar que una persona que ya vivió ciertas experiencias sea la misma de antes; sin embargo, ella confiaba ciegamente en su amor. Tenerlo ahí junto a ella era la prueba viviente de que a pesar de todo, ella siempre fue lo más importante.

Él ya tenía la vida resuelta. Nada le hubiera costado empezar de nuevo y formar un nuevo hogar en Suna, olvidando la promesa que ambos hicieron años atrás; no obstante, él hizo hasta lo imposible por regresar a ella.

Shikamaru veía confusión en el rostro de su amada. ¿Acaso estaría apresurando las cosas? Quizás ella aún no tenía planes de regresar con él.

--Yo no pretendía presionarte, Ino. Podemos tomar esto con calma y...

--¡Sí quiero! ¡Sí quiero ser tu novia, Shikamaru!

23/02/21

REGRESARÉWhere stories live. Discover now