ITZUKI, UN BUEN AMIGO

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Pasaron un buen momento. Ambos se llevaban muy bien y disfrutaron mucho la comida.

--Nunca pensé que fueras tan buena compañía, Itzuki-- dijo risueña.

-- Ni yo pensé que usted fuera tan agradable, Temari-san-- respondió.

--¡Hey! ¿Me estás diciendo amargada?-- bromeó.

--¡No! Al contrario, hoy comprobé que usted tiene un lado muy amable. Siento mucho haber hablado del otro tema. No tenía idea.

--No te preocupes. No es raro que me pregunten por qué no he tenido hijos propios si me gustan los niños-- dijo. --Sabes, me encantaría haber tenido el privilegio de ser madre, pero las cosas siempre suceden por algo.

--Imagino que así será.

Ambos caminaban despreocupados por la aldea, bajo la atenta mirada de los pobladores de la zona.

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La relación entre ambos fue siendo más cercana. En poco tiempo se volvieron muy buenos amigos. Solían salir a comer de vez en cuando. Cada vez se sentían más a gusto pasando el tiempo juntos.

Itzuki siempre mantuvo su lugar. La respetaba como una simple amiga, pues sabía que le debía respeto y mucho más siendo una mujer casada, además de hermana del líder de la aldea.

Por su parte, Temari disfrutaba pasar sus ratos libres con un buen amigo que la escuchara y comprendiera. Había tenido la confianza de contarle de manera superficial sus problemas con Shikamaru. No le había contado del matrimonio arreglado ni el embrollo con la Yamanaka, pero sí los problemas internos de un matrimonio carente de amor.

--Hola, Shikamaru, ¿qué tal el trabajo?-- preguntó ella al ver llegar a su marido al hogar.

--Como siempre-- contestó Shikamaru.

La verdad es que no se sentía de buen ánimo. Por la aldea venía escuchando el rumor de que Temari se paseaba con un shinobi mientras él trabajaba.

--Fíjate que el marido se mata trabajando mientras ella se pasea por Suna, riendo y haciéndole gracia al tipo ese-- había escuchado.

No era la primera vez que oía algo así, pero no le dio importancia pues pensó que era un simple rumor de viejas chismosas.

Sin embargo, con el paso de los días, ya estaba empezando a incomodarle la situación.

--Quiero hacerte una pregunta y espero que me respondas con la verdad-- dijo seriamente mientras se despojaba de su armamento.

Eso tomó por sorpresa a Temari, pues él siempre tenía una actitud calmada a no ser que sean ciertas situaciones realmente graves.

--Claro, ¿qué pasó?

--¿Con quién has estado paseando por la aldea y qué tipo de cercanía tienes con ese tipo?-- fue directo al grano, sin rodeos.

Shikamaru no era el más indicado para reclamar por celos, pues sabía en su conciencia lo que había sucedido con Ino la vez que estuvo en Suna, pero eso no quitaba el hecho de que se sintiera molesto por el actuar de su esposa.

Estaban casados, ella le debía respeto. No podía estar haciendo cosas a sus espaldas y permitir que la gente murmurara, hablando de él como si fuera la burla de la aldea.

--Cornudo-sama-- escuchó una vez por ahí y hasta ahí llegó su paciencia.

Estaba cansado de oír todo tipo de humillaciones a sus espaldas. Sentía que ya no proyectaba respeto, por el contrario, gracias a ella se estaban burlando de él.

--¿A qué te refieres? Yo no tengo ninguna cercanía con ningún tipo. Tengo un amigo con el que de vez en cuando coincido y eso es todo. Sabes que no estoy siempre en Suna, así que tampoco es que ande paseando-- se defendió.

--¿Ah sí? Pues eso no piensa la gente de la aldea que me recuerda todos los días que te ven con otro-- le reprochó.

Temari se sintió ofendida. Pensó que no estaba haciendo nada indebido como para merecer ese trato.

--¿Quién crees que eres para decirme esas cosas? Yo no tengo la culpa de tus inseguridades-- se defendió.

--¿Que quién creo que soy?-- eso le parecía inconcebible, --¡soy tu esposo por si no lo recuerdas!

Esa conversación se le hizo conocida, así que se lo recordó.

--Claro que lo recuerdo-- repuso con una sonrisa falsa. --Eres mi esposo, pero NO porque tú lo escogieras, ¿recuerdas?

Shikamaru retrocedió en su ataque. Ella había jugado bien sus cartas y no había cómo arremeter a ello.

--Está bien. Puedes hacer lo que te dé la gana. Solo no me envuelvas en los rumores de la gente. No eres tú la que tiene que aguantar las burlas.

Temari estaba furiosa. Le daba cólera que Shikamaru tuviera esa actitud. Quería gritarle en la cara hasta desahogar su furia, pero este ya la había dejado sola.

Ella pensaba que no estaba haciendo nada malo; por lo tanto, sus reclamos eran infundados.

Sí, probablemente pasara cierto tiempo con Itzuki, pero ¿eso qué tenía de raro? No es que estuviera prohibido tener amigos solamente por estar casada.

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--¡Temari-san!-- escuchó. Itzuki venía corriendo tras ella levantando la mano.

--Itzuki, ¿qué tal? ¿Cómo te va?-- dijo ella mientras llegaba a la aldea. Había estado fuera por 2 semanas debido a una misión.

--Bien, bien, todo bien-- dijo emocionado. --¿qué tal su misión? ¿fue exitosa?-- se interesó.

--Sí, todo salió según lo planeado, Itzuki. Justo ahora me dirijo a ver a Gaara para darle mi reporte. ¿Qué tal las cosas por acá?

--De eso quería hablarle. Gaara-sama me pidió que vayamos a verlo ni bien usted llegara. Parece que tiene alguna misión que recomendarnos.

--¡¿Una misión?!-- repuso quejándose. --Acabo de poner un pie en la aldea y ya me quiere lejos nuevamente-- bufó. --¡Ni siquiera he comido nada!

--Véale el lado bueno, Temari-san, al menos esta vez no iría sola.

--Yo no necesito que nadie me cuide, Itzuki.

--Bueno, bueno...-- dijo alzando las manos a modo de rendición.


18/08/20

REGRESARÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora