[03]

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Tzuyu estaba por volverse loca. Si es que ya no lo estaba.

Chaeyoung lloraba impaciente sobre su mecedor, ni las graciosas piezas de animalitos que colgaban sobre ella podían calmarla, pues aúnque entendía un montón de cosas, en su mente de bebé aún no entendía lo que era esperar y mucho menos ser paciente.

Tzuyu se movía con toda la agilidad posible por la cocina, echando el agua caliente dentro del biberón, pero siendo notablemente perturbada por los llantos de su pequeña retoño, fue cuando observó aquello que podría ser la medicina por unos minutos, así que lo tomó sacándolo de su estuche.

"NO ESO NO ¿creen que no me doy cuenta de que de allí no sale nada? Quieren engañarme pero es una ES-TA-FA."

Pero ya era tarde, su madre ya había colocado el chupón en su boquita, y bueno, era una bebé así que su instinto la obligó a succionar, calmando su llanto.

"Voy a tomarlo pero me ofende muchísimo"

No pasó mucho tiempo cuando su madre volvía con el biberón en mano, por supuesto que no era su preferido pero era mejor que la estafa del chupón. Tzuyu la tomó en brazos y se sentó en el sofá al lado de la mecedora, acomodandola entre sus piernas.

"Así me gusta ver a la plebe, trabajando."

Chaeyoung sabía muy bien quién era la princesa de la casa, Tzuyu dirigió el biberon a su boquita, y por fin la bebé pudo comenzar a saciarse, la alfa pudo sentirse tranquila y feliz al ver a su niña comiendo. Comenzó acariciando su escaso pero suave cabello pelinegro, haciendola cerrar sus ojitos.

─Sana lo hace ver fácil ─comentó Tzuyu, realmente solo habían pasado cuatro horas desde que la omega se fue un rato con sus amigas y ya había entrado en pánico dos veces.

"No me duermas aún mamá, todavía no termino mi trabajo"

Chaeyoung colocó su manita sobre la mano de su madre que sostenía su biberón, ella ya sabía agarrarlo solita pero su mamá Tzuyu insistía en dárselo ella. La alfa sonrió ante la acción, sintiendo la pequeñita mano sobre la suya algo más grande, definitivamente se sentía orgullosa de que sus genes corrieran por las venas de esa pequeña cosita adorable e inocente.

Cuando Chaeyoung terminó Tzuyu sintió paz, la colocó de manera que su cabecita estuviera en su hombro y comenzó a dar suaves palmaditas en su espalda, con fin de que tomara una siesta, de preferencia larga. Pero Chaeyoung no estaba pensando lo mismo.

─¿Acabas de...? ─había sentido el olor y oh Dios, su tarea menos favorita era cambiar pañales, justo en ese momento se escuchó un pedito, había terminado.

"Seh"

Y faltaban unas cuantas horas para que Sana regresara...

Y faltaban unas cuantas horas para que Sana regresara

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baby thoughts. | satzuWhere stories live. Discover now