A Louis siempre le fue mal en su vida amorosa, hubo un tiempo en que pensó que era la persona mas desafortunada del mundo, pero aunque suene cruel le consolaba el hecho que a su amigo Zayn le iba igual de pésimo, era como si una fuerza invisible los...
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La tribu se inclinó ante Louis, su existencia misma era una bendición.
Era la luna de la tribu, el futuro, la luz al final del túnel.
Y aunque la carga parecía pesado Louis no lo creía del todo así y no se sentía sofocado con ese sentimiento, es porque tenía a Harry a su alrededor.
Pero volviendo al presente, Louis estaba aturdido.
¿Y si no puedo volver a ser humano?
¿Y si me quedo así?
¡Ayúdame Harry!
Lloriqueo lastimoso. Harry inflo el pecho de orgullo y tranquilizo pacientemente a Louis, le aseguro que no había nada malo.
¡Harry, podemos hablar!
Louis tenía estrellitas su mirada llena de felicidad al darse cuenta de que podía comunicarse mentalmente con Harry.
"Es debido al vínculo, cuando esté completo será más impresionante"
"¿En serio?"
¡Explícamelo todo!"
"Tómalo con calma cariño, por el momento concéntrate por favor"
Louis se había distraído tanto y debido al confort de tener cerca a Harry había olvidado lo que estaba pasando en este momento.
"Siente tu nueva forma"
Dijo amablemente Harry.
Louis le iba a preguntar, pero se detuvo cuando empezó asentir los aromas.
Su sentido del olfato estaba muy agudizado, sentía que su cuerpo estaba más fuerte, y ligero.
Harry lo insto a que se moviera, toda la tribu puso tención a sus primeros pasos como lobo.
A pesar de que era muy chistoso ver al pequeño lobo tropezar con sus patas nadie se burló, tampoco se burlaron de Zayn, los veían y trataban con respeto, como algo precioso.
Poco a poco Louis y Zayn se adaptaron a su forma, para volver a ser humano sus alfas los guiaron.
"Cierra los ojos y relájate, trata de poner tu mente en paz, imagina una corriente fresca desde la punta de los dedos hasta el centro de tu cuerpo"
Harry y Liam se habían preparado de antemano, preparando mantas para cuando volviera a su forma humana cubrir su desnudez.
En la tribu era normal la desnudez después de la transformación, pero se entendía que los alfas eran muy territoriales con sus omegas y una vez empezado a formar el vínculo eran posesivos y no dejaban que nadie más que ellos vieran el cuerpo de su omega.
Cuando volvieron a su forma humana los chicos estaban muy felices y la tribu también, celebraron con más entusiasmo esa noche.
Sacaron toda la comida de un mes que recolectaron con esfuerzo, pero ya no tenían miedo, podían comerla toda con tranquilidad, ya que, ya contaban con la bendición de la diosa, su forma lobuna y lo más importante y feliz, tenían una luna.
