A Louis siempre le fue mal en su vida amorosa, hubo un tiempo en que pensó que era la persona mas desafortunada del mundo, pero aunque suene cruel le consolaba el hecho que a su amigo Zayn le iba igual de pésimo, era como si una fuerza invisible los...
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El vapor se extendió por toda la habitación, su cuerpo se relajó de inmediato, su mente quedo en blanco, pero sin permiso alguno la imagen de un gran lobo gris se coló en sus sentidos, abrió los ojos de inmediato y empezó a recordar lo que supuestamente vivió.
Suspiro derrotado, no sabia que era real o no, que estaba bien o mal, pero era perturbador tratar de encontrar lógica alguna, hay cosas que simplemente no tienen respuesta.
trato de despejarse, no quería pensar en cosas agotadoras, era frustrante, después de veinte minutos salió muy calientito del baño, estaba en un estado de ensoñación, adormilado y agotado.
se dirigió a la habitación, por una fracción de segundo había olvidado que su cama estaba en el suelo ocupada por un gran lobo.
Se quedó quieto en la entrada de la habitación, el lobo que hace unos minutos había estado durmiendo, o eso creía él, ahora lo estaba viendo atentamente.
"Definitivamente no es un sueño"
Todavía seguía reacio a aceptar su extraña realidad, con pasos vacilantes tontamente pidió permiso al gran lobo con una excusa tonta.
"¿Puedo dormir contigo? es que la otra habitación no me gusta"
Tan puro y algo ingenuo, le encantaban los animales, aunque seguía prefiriendo el tipo pequeño no entendía porque se sentía extrañamente apegado a ese gran lobo.
"¿En qué momento dejó de parecerme aterrador?"
Pensó efímeramente, ya que, en ese momento lo único que rondaba por su mente era poder dormir profundamente sobre ese mullido pelaje que emite el aroma más encantador que Louis haya sentido alguna vez, era tan perfecto que no lo podía describir.
El lobo se movió pacientemente y dejo un pequeño hueco a su alrededor para que Louis se acurrucara en el, este no lo pensó dos veces y con paso apresurado se acomodo.
Cayó en un sueño profundo, solo coloco su cabeza en el cuello del señor lobo y no supo mas que paso, todo era cálido y agradable un sentimiento que nunca había sentido, el sentimiento de estar completo, era algo nuevo para el.
Perezosamente abrió los ojos y lo primero que vislumbro fue una enorme y húmeda nariz sobre su rostro.
Se asustó, pero recordó a quien pertenecía tan curiosa nariz y se relajo.
"Señor lobo, ¿podrías moverte?"
Trato de sonar molesto, pero la risita que se le escapó lo delató.
El lobo obedientemente se retiró de encima, se colocó al lado de Louis, observando atentamente.
Louis iba a comentar lo adorable que se veía, pero se detuvo al sentir un aire frío en todo su pecho y estómago.
