Carretera a Ciudad México • 7:13 P.M.
La música a todo volumen, escuchando su canción favorita, esa bella castaña de ojos color esmeralda manejaba por esa carretera desolada sin preocupación alguna en el mundo. Ese recorrido, uno que se sabía de memoria, era el camino que siempre tomaba al regresar de su su hacienda, donde se encontraba su destilería de tequila. Sin embargo, esa tarde su rutina sería truncada por una extraña jugada del destino.
Su auto comenzó a fallar, y Minerva alcanzó a estacionarse a la orilla de la carretera antes de que el auto se apagara completamente. Trató de encenderlo varias veces sin ningún resultado. Sacó de su bolso su celular, y su frustración aumentó al encontrarlo sin batería.
Minerva: ¡Me lleva! [golpeando el volante] ¿ahora que hago?
Irritada, Minerva salió del coche, levantando el capó para inspeccionar el motor ¿Con que propósito? Ni ella misma lo comprendía, no tenía nada de conocimientos sobre mecánica.
A lo lejos se escuchó el ruido de una moto que se acercaba más y más. Pasando a lo largo por donde ella se encontraba, pero a la poca distancia volteó, regresando, y parándose enseguida de su coche.
Dante: ¿Necesita ayuda? [preguntó el, quitándose el casco]
Minerva: Obviamente, ¿usted cree que estoy aquí disfrutando del paisaje con el capó del coche levantado?
Minerva alzó su mirada hacia el, quedando sorprendida con lo atractivo que era ese joven, aunque algo rudo para sus gustos. Con ese chaleco de piel lleno de parches, y esa motocicleta, obviamente pertenecía a uno de esos clubs de aficionados. Muy debajo de los círculos sociales en los que ella rondaba.
Dante: Oiga, no necesita ser grosera. Solo trato de ayudar, pero si quiere me voy. [levantando el casco para ponérselo de nuevo]
Minerva: Espere.. está bien, acepto. Pero lo recompensaré por su ayuda, no me gusta estar en deuda con.. [mirándolo de arriba a abajo] nadie.
Dante alzó una ceja, bajándose de su moto y colgando el casco en las manijas. Conocía muy bien a mujeres como ella. Esas que pensaban que por su estatus social eran superiores que las personas como el. Pero desde joven Dante había aprendido a no dejarse intimidar por nadie, y a darse su lugar.
Se acercó a inspeccionar el auto y Minerva se hizo a un lado, cruzando sus brazos observándolo atentamente.
Dante: Está parte se tiene que reemplazar. Solo se puede arreglar en un taller.
Minerva: ¿Pero cómo? ¿No se puede hacer nada? Necesito llegar a la ciudad..
Dante: Lo siento, no. El auto no va encender hasta que se le cambie esa parte. Yo soy dueño de un taller, puedo mandar a que vengan por su coche y estaría listo para mañana en la tarde.
Dante le pasó la tarjeta con sus datos. Minerva lo miraba dudosa, pero al final terminó aceptando. No le quedaba de otra.
Minerva: Está bien, Señor Casanova, haga eso por favor.
Dante: Puede llamarme Dante, o simplemente Casanova ¿Usted es..?
Minerva: Minerva Cervantes
Le extendió la mano a Dante, pero la retiró rápidamente al sentir electricidad correr por su cuerpo en ese roce.
Minerva alzó su mirada al cielo, empezando a preocuparse. La noche se acercaba, y las nubes estaban obscuras, avisando la inminente lluvia. Villaldama, el pueblo más cercano estaba a por lo menos una hora de esa locación.

ANDA SEDANG MEMBACA
La Reina [Fanfic]
Fiksyen PeminatUn encuentro casual entre ellos dos pone en marcha eventos que les cambiarán la vida por completo. Gracias a Dante, Minerva se da cuenta de que el dinero y la clase social no lo son todo. Un sentimiento inmenso y una atracción irresistible nacen e...