Capítulo 64: Dilan ¿Dónde estás?

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Habían pasado solo un par de días desde que Dilan se había ido de la casa. Leonard había vuelto al hospital, la presión se le subió cuando mi mamá le dijo que Dilan se había ido para irse a estudiar, tal y como lo había advertido; obviamente le convenía a mi mamá decirle eso a la verdad, y al final del día no fue tan grave, solo lo estabilizaron y pudo regresar Leonard a casa.

Chantal no la estaba pasando tan bien, se le notaba triste ¿Le habrá ciado mal la noticia de que Dilan se fue? No lo sé, no me atrevo a acércame a ella, no somos amigas y no sé cómo acercarme a ella.

Por mi parte la estaba pasando fatal, mi mamá me había quitado todo aparato electrónico para evitar tener contacto con Dilan, además de que aprovechaba cada ocasión a solas para recalcar lo mala hija que era.

Realmente ya no me importaba, lo que más me dolía era ese vacío que sentía en mi pecho, esa ansiedad por separación que estaba teniendo me estaba matando en vida. No quería comer, no podía dormir y no podía parar de llorar.

Lo peor sucedió cuando una mañana mamá entró mi cuarto y se sentó al borde de la cama...

- No me gusta verte así hija- me dijo

Yo no respondí, solo estaba acostada dándole la espalda, mirando a la nada.

- créeme qué más quisiera que esta fuera otra situación, pero las cosas son así, debes dejarlo ir...-

- Déjame amarlo mamá- dije mientras sollozaba

- No puedes estar con él Darla, debes dejarlo ir- respondía tratando de tocarme la pierna.

Yo me zafé inmediatamente y me gire a verla, ella solo me lanzó una cara de sorpresa, supongo que no esperaba ver a su hija tan hinchada de tanto llorar.

- Darla, te vez...-

- ¿Destrozada, mamá? – dije limpiándome las lágrimas - ¿rota? ¿Cuál es el adjetivo que buscas? –

- Hija, yo solo no quiero que sufras- dijo mientras limpiaba sus lentes.

- Pues ¿adivina qué? Estoy sufriendo demasiado – dije dándole la espalda nuevamente.

¿Por qué no me dejaba ser feliz? Dilan no era mi hermano, no llevábamos la misma sangre, no llevábamos el mismo apellido ¿Por qué no me dejaba estar con él?

- Eres muy joven para saber que es el amor Darla- dijo con su voz serena – algún día me lo agradecerás-

- ¡JAMÁS VOY A AGRADECERTE HABERME QUITADO A LA PERSONA QUE AMO!- dije alzando la voz.

- ¡No seas ridícula! No digas tonterías-

- ¡No son tonterías mamá!- respondí mientras las lágrimas seguían cayendo sobre mis mejillas.

- ¡Cállate Darla!- me contestó poniéndose de pie – trato de ser una mamá comprensiva, te estoy perdonando pero contigo no se puede-

¡¿Perdonarme?! ¿Me esta perdonando? ¿Reclamándome cada vez que puede lo degenerada que fui al meterme con mi hermanastro? ¿Diciéndome lo egoísta que fui al destruir su nueva familia? ¡Tienes una forma muy peculiar de perdonas, mamá!

- ¡Lárgate de mi cuarto!- dije poniendo el rostro en sobre la almohada.

- ¡No me hables en ese tono!- dijo mi madre con todo de voz molesto.

- Perdón ¿Cómo debo hablarle entonces a la persona que me está destrozando la vida? – dije con mi rostro aun cubierta por mi almohada.

- ¡Cállate te digo! No sabes lo que estás diciendo- dijo alzando un poco la voz.

Pero es que así me sentía, destrozada, rota, vacía... ¿Por qué mi cuento no tiene final feliz? ¿Por qué mi vida tiene que ser una trágica novela de amor? Donde la princesa no puede quedarse con el príncipe.

- Decidido esta entonces- dijo mi madre desde la puerta, justo antes de salir. te vas a ir una temporada a casa de tus tíos-

No me dio tiempo de responder algo, inmediatamente después de decir eso salió de mi habitación.

Mis tíos tenían en un rancho, en otro estado. Básicamente vivían en una pequeña región, alejada de la corrompida sociedad, donde los servicios públicos básicos, eran un lujo que poco se podían dar. Mis tíos tenían la mayoría de estos servicios, pero aun así, vivían muy aislados de lo que pasaba en el mundo.

Solamente estuve dos veces ahí, una cuando era muy pequeña, en una ocasión que nos fuimos huyendo del ogro, más bien dicho, de mi padre. Y en otra ocasión, mi madre me mando de vacaciones ahí, ya que ella saldría de la ciudad a "un viaje de negocios" aunque haciendo cuentas, podríamos concluir que ya estaba saliendo con Leonard y necesitaba dejarme en un lugar seguro, para poder ir de viaje con su novio.

Esas 2 semanas fueron horrible, estaba muy aburrida, no conocía a nadie y no había ni internet ni señal. Regresando de vacaciones, mientras que mis compañeros presumían su bronceado, sus fotos esquiando y sus amores de verano, yo con orgullo presumía que aprendí a hacer queso.

Y ahora mi madre me quería mandar con ellos nuevamente, de manera indefinida para evitar que siguiera sufriendo por Dilan, para olvidarme de mi hermanastro ¡No es tan fácil mamá! Mis sentimientos se van conmigo, así me mandes a la otra orilla del mundo. Dilan y lo que vivimos se van conmigo a donde tú me mandes.

Tenía que evitar a toda costa el que me mandara con ellos, porque si Dilan regresa y no me encuentra, mi madre puede inventarle algo y Dilan se iría sin despedirse, sin prometerme quizás que volvería por mí. Quizás regresaría a la casa solo para enfrentar a mi madre y llevarme con él... o quizás no, han pasado algunos días y no lo ha hecho ¿se habrá ido ya?

Dilan ¿Dónde estás? ¿Tan fácil te desprendiste de mí? ¿Mi madre tiene razón? Quizás yo esté aquí sufriendo por ti y tú tranquilo, olvidando tan pronto nuestras promesas...

Dilan ¿Dónde estás? Necesito verte, necesito que me digas que vamos a estar bien. O de plano, que me mates esta ilusión y me digas que tú ganaste en esto que empezó como un juego para molestar al otro.

Dilan ¿Dónde estás?

Nota: Darla en galería

Espero disfruten este capítulo tanto como yo. Saludos hasta donde estén <3 

Mi Nuevo HermanoWhere stories live. Discover now