Capítulo 11

4.5K 553 215
                                    

Cerró sus ojos contando lentamente hasta diez, no iba a rebajarse a ese nivel, no era como esas personas.

—¿Quién es el "afortunado" de tener un omega defectuoso? O debería decir ¿Quién es el idiota ciego que se atrevió a marcar a un omega como tú? — siguió hablando descaradamente, logrando agotar la paciencia de Shiemi, quien suspiró pesadamente y se acercó a la chica dándole una fuerte cachetada, mandándola directamente al piso. Importándole realmente poco si estaba herida o no.

—¡Oye! ¡Hijo de puta! — el alfa que acompañaba a la fémina se acercó dispuesto a golpearlo, obteniendo un par de golpes también.

—No te atrevas a tocarme con esas sucias manos. — Murmuró molesto antes de girarse dispuesto a salir de ahí. — No vuelvan a pararse ante mi si no quieren que los haga puré y tampoco se acerquen a esos chicos, Ustedes no son dignos ni de respirar el mismo aire. — Finalizó antes de alejarse lentamente, dejando a los dos cazadores con un mal sabor de boca.

...

—¡Heeeey~! ¡Alfas bobos! ¡Ya llegó por quien lloraban! — Chilló al llegar junto al trio dinámico, quienes aún de debían guardar reposo para recuperarse completamente.

—¿¡Ha!? ¿¡Quién lloraría por ti!? — Inosuke se incorporó en su cama  apuntándolo con una mueca en el rostro.

—Tú por supuesto, no tendrías a tu lindo y amable compañero que te ayuda a entrenar y a mejorar. — Sonrió señalándose a si mismo recibiendo un Almohadazo en el rostro de parte de Inosuke.
—¡Hey! ¡Jabalí de pacotilla! ¡Si no estuvieses herido te estaría golpeando!

—¡Inténtalo! ¡Nadie vence al gran Inosuke-sama!

—¡Te voy a dar razones para estar en cama Jabalí testarudo! ¡Me vas a rogar para que te deje! — Se arremangó mientras sonreía, tomó la almohada que antes había sido lanzada a su rostro y se acercó dispuesto a comenzar una pelea, No obstante sintió un tirón en su brazo y como caía en una superficie blanda (No tan blanda).

—¡Kamanboko! ¡Déjanos pelear! ¡Estábamos en la mejor parte! 

—Ya fue suficiente, no puedo dejar que se maten en mi presencia o Shinobu-san nos culpará luego. — Regañó divertido antes de abrazar la cintura del más bajo. — Mátense cuando nadie los esté mirando.

—Aburrido — Murmuró haciendo un pequeño puchero antes de acomodarse y cerrar sus ojos, disfrutando del contacto ajeno.

...

—¿Estás seguro que eso funcionará? — el  grupo de cazadores hablaba mientras miraban desde lejos al joven pelinegro, quien estaba ayudando a las niñas a recoger las sabanas.

—Sí, aunque sea una bestia, sigue siendo un omega y los omegas caen fácilmente si usas "la voz"  — Sonrió uno de los alfas mientras se acomodaba.

—¿Y si se resiste?

—No lo hará, somos tres contra uno, además, no sería nada que no le gustara, recuerda que hace años cayó redondito. — Rio descaradamente antes de levantarse.
—Esta noche comienza el plan, por ahora solo encárguense de hacerle la vida imposible y de difamarlo con sus compañeros.

...

—¿Me das un beso? — preguntó de la nada mientras veía a su mayor hacer pequeños ejercicios de estiramiento, Shiemi era de esas personas que prefería no mostrar afecto frente a otros, pues creía fielmente que solo debía mostrarle a su pareja su amor y con eso bastaba.

—¿Mh? ¿Tan de pronto? ¿Ocurrió algo? — preguntó acercándose sin rechistar para tomar las mejillas del más bajito, dejando un casto y dulce beso en sus labios.

Enamórate de mi [Kamado Tanjirō]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora