Capítulo 8

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Narra Jared

Lupita irrumpió en la casa y no pude hacer nada para esconder a Amy, su cara mostraba lo molesta que estaba por lo de la noche anterior y encima ver a una menor de edad en casa de tu prometido.... pues no es nada bonito sobre todo en la pinta que estaba la chica: Después del baño su cabello se esponjó lo suficiente como parecer desordenado además de que parecía recién salida de la cama, de cualquier manera tenía toda la chance para que mi novia malpensara.

-¡Jared Leto!- Empezó a gritar, intenté que se calmara pero estaba hecha una furia por lo que pensé que todo en ese momento se terminaría pero gracias a Dios Amy llegó a salvarme; habló con ella serenamente y parece que se han llevado muy bien. Lupita sugirió ir a almorzar pero no quería que me vieran en un lugar público con ella menos con mi "hija" así que inventé la excusa de que estaba mal vestida y me comporté como un idiota con ella por no decir algo peor, parece que eso hirió los sentimientos de Amy ya que no estuvo tan habladora como antes en el auto y tampoco en casa de Tomo aunque Vicky se esforzaba por entablar una conversación con ella. 

-¿De dónde vienes, pequeña?- Fue lo primero que le dijo.- Eres una chica muy hermosa para ser de L.A.

-La verdad no sé, Vicky. Simplemente viví toda mi vida en un internado.- Amy miraba a todos tímidamente incluso a Tomo aunque ya lo conocía.- ¿Ustedes son de...?

-Croacia.

-¿Y eso dónde queda?

-Europa.- Amy se sonrojó un poco lo que me hizo sonreír por alguna extraña razón, que raro era todo. Quizás así se siente un padre cuando ve a sus hijas.- Es normal que a veces no enseñen muchas cosas en el internado. ¿Al menos sabes cosas básicas?

-Sí... aritmética, algebra, lenguaje, geometría avanzada, biología y arte.

-Oh ¿Sabes pintar?- Vicky se sorprendió, le gustaba mucho el arte.- Qué hermoso.

-No muy bien.

-No seas modesta, querida; quizás algún día nos hagas un retrato a Tomo y a mí... o a Jared, aunque sería una pintura muy fea.- Bromeó Vicky y le di un empujón, era costumbre bromearnos entre nosotros pero frente a una extraña me sentía vulnerable sobre todo con Amy, Lupita miraba la escena con una pequeña sonrisa de lado.- Bueno es hora de servir la comida. 

Vicky trajo las viandas y comimos amenamente mientras ella con Mofo hacían bromas a cada rato o hablaban croato como locos, no entendía nada por lo que solo me limitaba a reírme. Lupita parecía distante y a veces intercambiaba unas cuantas palabras con Amy, eso me hacía sentir feliz pero había cierta tensión entre ellas. Amy miraba a todos tímidamente por lo que no quería dejarla sola además que sacarían al aire algunos trapitos sucios míos de los que me lamentaría más tarde pero no había remedio; si quería ser un buen padre tenía que empezar desde ya (aunque no me tildaba como uno ya que nunca fui bueno cuidando niños y menos a una adolescente, sobre todo una como Amy), me excusé diciendo que iba al baño y saqué furtivamente una servilleta. Mis ideas a veces salen de la nada por lo que es mejor llevar un lapicero, como siempre lo hago, y un papel pero no podía cargar con un montón de hojas todos los días así que escribía en lo que podía encontrar: periódico, hojas arrugadas, hojas de árboles o servilletas; lo sé estoy loco. Fui al baño y empezé a escribir en el lavabo unas cuantas reglas para Amy, como un loco; salí luego de un rato y vi como reían sin parar en la mesa.

-Y cuando regresó del hotel le preguntamos "¿Por qué tienes esa cara?" y nos dijo "No era una rubia ardiente... era un hombre rubio ardiente".- Decía Tomo. Rayos, contaba mis desventuras y hacía a Amy reir como loca mientras me miraba, por supuesto me arrebolé pero debía ser el hombre de 42 años que era y me acerqué a la mesa; Lupita me miraba un poco seria quizás por lo que contaba mi amigo pero no tenía el derecho de hacerlo ya que eso fue antes de nuestra relación. Miré a Amy que aún seguía riendo y estaba por atorarse con el agua si es que no hubiera corrido a hacerle la manobra de Heimlich, todos se callaron y mi novia se levantó de la mesa sin niguna razón. Pensé que estaba molesta así que fui tras ella. 

-¡Lupe!- Grité alcanzándola en la puerta.- ¿Qué paso?

-Oh, Jared.- Dijo ella intentando parecer calmada lo que no estaba.- Me han mandado un mensaje, debo volver al trabajo.

-¿Cómo? ¿Ya están rodando?

-Ayer te lo iba a decir pero tenías más asuntos importantes...- Recalcó "asuntos" como si esas palabras se quemaran en su boca.- De todos modos tengo que irme, despídeme de Amy y de los Millicevic.- Salió por la puerta dejándome con lo que tenía que decir en la boca, que bipolar era. Regresé adentro y ayudé a limpiar todo ya que después de lo que le había hecho a Amy el agua salió disparada sobre la mesa mojando un poco de la comida, resultó gracioso pero no me reí por respeto a Lupita. Amy fue afuera para sentir el aire fresco de la tarde, después de limpiar la seguí. Ahí le di  la servilleta y ella se me quedó mirando con cara de "WTF?" por lo que me avergonzé y salí corriendo como una zebra para tropezarme con Tomo y que los dos cayeramos al piso en una posición no muy gratificante. Justo en ese momento llegó Vicky

-Así que ahora me engañas con Jared.- Bromeó y me ayudó a levantarme.- Cuidado con robarme a mi hombre.

Yo solo atiné a sonreirle y después ayudar a Tomo a levantarse.

-¿Cómo conocieron a Amy?- Preguntó mientras nos servíamos un poco de margarita.

-Pues Jared con su buen corazón la acogió cuando la encontró a punto de morir en un baño del metro.- Vicky se nos quedó mirando con cara rara.- Lo sé es una extraña historia.

-¿Enserio como la encontraste?

-Pues se había cortado las venas por razones que ni yo supe y no quería que muriera así que la llevé al hospital más cercano como un loco.- Dije.- También es una historia bizarra.

-O tienes un gran corazón, Jared, o eres el hombre más tonto del mundo.

-¿Por qué?

-Nadie recoje a una extraña y menos en el metro.- Dijo Vicky sirviendose un poco más de la bebida.- Pero de todas maneras, es una buena chica y brindo por eso.

-¡Salud!- Dijimos todos y tomamos de un solo trago la margarita.

-Jared...- Dijo una voz a mis espaldas.- Jared...

-¿Eh?- Volteé y casi me mato del susto al ver a Amy con el pelo mojado y la ropa empapada, me hizo acordar a... bueno, a nadie en particular solo fue como un deja vu sin sentido.- ¡Amy!

-Está lloviendo.- Dijo y un trueno nos alarmó a todos dejando la estancia a oscuras.

The City Of AngelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora