Capítulo 13

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Narra Amy:

Guardé silencio esperando que algo bendito del cielo me salvara de contestar esa incómoda pregunta. Jared me miraba fijamente esperando mi respuesta. Bajé la cabeza intentando pensar una buena excusa.

-Pues...yo...- Dije formulando una idea en mi mente.- Yo... recordé el internado. ¡Sí! Y... solamente eso, debí de llorar a causa del sueño.

-Ya veo.- Dijo Jared. Veía en su cara que no se creía nadita de lo que había dicho, de todas maneras parecía que los demás si dejaron por concluido el asunto.- ¿Por eso llorabas?-Preguntó, asentí.

-¿Pero jamás has soñado con Jared?-Volvió a decir Tomo. ¿Es que no se cansaba este tipo?

-Como dije, soñé con mis recuerdos del internado. Me llevaron a la nostalgia y lloré.- Respondí intentando que no ponerme nerviosa ni atragantarme con las palabras.- ¿Terminamos con la plática?

Wow, todos callaron. Mi voz debió de haber sonado enserio muy rara para hacerlos callar de esa manera. Jared se me quedó mirando obnubilado por unos cuantos segundos, luego movió la cabeza negativamente como si quisiera disipar algo de ella. Terminamos el desayuno y Vicky lavó todo, ni se molestó en pedirme ayuda.

Fui a la sala a ver un poco de televisión. Menos mal que la luz ya estaba reconectada o moriría de aburrimiento, hace un día que estaba desconectada totalmente de la tecnología. Los tres seguían hablando dentro de la cocina, luego de un rato Jared salió con una sonrisa en sus labios y se sentó a mi lado.

-Hoy es sábado.- Dijo.- Mañana será tarde para que te inscriba en la preparatoria.

-¿Enserio tienes que hacerlo?- Trate de disuadirlo.- Tuve una buena educación en el internado, no creo que un cartón debería probarlo.

-Señorita, es por tu propio bien.- Se llevó las manos a la cadera y puso cara de puchero. Otra vez con su inmadurez de siempre. Reí por lo bajo, parece que él también.- Volvamos a casa, la tormenta no hizo muchos estragos en la noche.

Asentí y fuimos a despedirnos de la pareja. Fue una despedida demasiado rápida y salimos por la puerta del jardín. Un auto lujoso con lunas polarizadas nos esperaba afuera. Uno de los cristales bajó y pude ver a Shannon sacar su cara con lentes de sol, parecía un poco disgustado y tenía toda la razón. Conducir en medio de plantas caídas no era nada bonito y menos con el tráfico que se formaba en el centro, al menos estábamos en una casa normal en un suburbio normal.

-Hola, Amy.- Me dijo abriéndome la puerta trasera mientras que Jared entraba a la del copiloto.- Será un gran día hoy.

"No hacía falta que me trataran como una nenita" Pensé pero solo di un resoplido a uno de mis mechones y me recosté sobre el asiento.

-Por cierto, no es mi auto si es lo que crees. Es el de Jared.- Dijo después de arrancar.- Yo soy de usar motos pero él me pidió traer el auto para llevarlos a casa.

Jared rió estruéndosamente, puso la radio y empezó a cantar algunas de las canciones que salían de rato en rato. Se veía tan gracioso que a veces no me contenía la risa y Shannon sonreía de lado. Pronto llegamos a casa. El panorama no era muy favorable: Las nubes oscurecían el cielo, corría un montón de viento y había palmeras regadas por doquier. Entramos a la casa. Jared me dijo que me cambiara para estar más "presentable". Shannon lo miró de reojo y se tomó la cabeza. Hasta el sabía lo mal que estaba haciendo de padre.

No le di mucha importancia al asunto y entré al cuarto a cambiarme. Todo estaba en orden por suerte. Vi ropa nueva en la cama, una blusa a cuadros y un jeans todo rasgado además de unas zapatillas converse totalmente rojas, eran tan hermosas. Me puse eso al instante y salí apurada a ver a los chicos. Revisaban sus respectivos celulares sentados en la sala de estar.

-Vaya, no eres de tardarte tanto.- Dijo Jared levantando la vista al verme.- Parece que te gustó lo que compré.

-Sí, gracias. Te pasaste.- Dije yendo a abrazarlo. Shannon ni se inmutaba.- Pero ¿Cómo así?

-Le pedí a Lupita que fuera a hacer algunas compras.- Vaya, esa chica enserio quería a Jared. Sentí que ese gesto hacía que me agradara más.- Bueno, no hay tiempo que perder, debemos ir a inscribirte.

Acto seguido salimos de la casa y fuimos al auto. Le dije a Jared que pusiera un poco de 30 Seconds To Mars y así lo hizo, pasé el recorrido tarareando las canciones y a veces veía como Shannon tocaba el timón como si fuera su batería. Llegamos luego de media hora. ¿Eso tendría que caminar para ir hasta ese lugar espantoso?

Jared, como adivinando mis pensamientos, dijo que no hacía falta ir hasta la escuela caminando, podía ir en el bus como cualquier persona normal o él podría llevarme aunque tendría que camuflarse muy bien para no tener a un millón de adolescentes hormonales detrás suyo.

Antes de entrar se amarró el pelo en un una cola baja y una especie de bigote ya que la barba se lo había afeitado días antes. No se parecía al Jared que conocía, Shannon volvió a ponerse sus lentes oscuros y se cambiaron las vestimentas por unas más casuales aunque Jared no tenía porque hacerlo ya que parecía un vagabundo con su ropa habitual.

Algunos estudiantes pasaban y al vernos salir se nos quedaron mirando, algunos soltaban risitas y otros nos miraban asombrados. Sentí un poco de vergüenza por esos dos pero con tal de que no me hicieran pasar el ridículo en frente de los que serían mis nuevos compañeros no habría problema.

Nos acercamos a la recepción y empezaron el tortuoso trámite de inscripción.

-Buenas.- Dijo la recepcionista sonriéndoles coquetamente a cada uno de los dos. No lo puedo negar, eran guapos- ¿En que puedo ayudarles?

-Hola, mi esposo y yo venimos a inscribir a nuestra hija.- La mujer se quedó mirando a Jared. Creo que ser un buen padre desde su punto de vista es convertir a tu hermano en gay para guardar tu identidad y proteger a tu hija de los paparazzis. Shannon me miró desde detrás de sus gafas, quería mearse de la risa.- Se llama Amanda, Amanda Woods.

-Muy bien.- Dijo la mujer un poco disgustada y sorprendida por el comentario de Jared.- Solo llene este formulario y estará inscrita.

Empezamos a llenarlo y ponía: "Nombre del padre o apoderado". Miré a Jared para que diera su consentimiento ya que parecía que a Shannon le importaba un comino. Me dijo que ponga el nombre de mi madre o simplemente el apellido si no me acordaba. Lo hice. Si la computadora lanzaba que estaba fallecida Jared podría decir que estábamos en proceso de adopción o bien podía sobornar a la recepcionista con dinero. Parece que no funcionó y tuvimos que poner su nombre. Ni siquiera se tomó la molestia de revisarlo y simplemente lo escaneó para guardarlo en la máquina. Eso nos salvó. Leto aún no era mi apellido oficial pero fue con el que me inscribieron al final.

Después de eso la recepcionista llamó a un rato a Jared. Estuvieron hablando por media hora mientras Shannon y yo nos quedábamos esperando afuera, él estaba sentado en las gradas y yo a su lado incapaz de entablar una conversación. Se veía incómodo con la situación, sobre todo cuando Jared salió. Me dejaron en el auto y estuvieron hablando hasta que Jared hizo señas de no querer saber nada sobre el asunto y subió al auto dejando a Shannon que caminaba en la dirección contraria.

-Va a ir a su apartamento.- Dijo.- Tiene cosas que hacer.

Se desacomodó el pelo y fuimos rumbo a casa.

The City Of AngelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora