Capítulo 11

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Narra Amy:

Desperté sobresaltada en medio de la noche. Había tenido el sueño más raro de todos por no decir que fue demasiado extraño, más que eso, perturbador.

Estaba en medio de L.A como la primera vez que llegué, la ciudad se movía a tal velocidad que sólo podía ver las sombras de la gente moviéndose de un lado a otro. Sentía que alguien me obserbada a la distancia, viré la vista ahí pero estaba entre las sombras del atardecer: Era una mujer, no había duda, alta y de cabellos marrones, lacios ligeramente ondulados en las puntas. No podía verle el rostro pero sabía que sonreía como yo lo estaba haciendo.

Casi como hipnotizada llegué hasta donde ella pero a medida que me iba acercando me di cuenta que brillaba poco a poco y al estar finalmente ante ella me di con la sorpresa que sólo era mi reflejo delante de una vitrina. "¿Qué rayos" Pensé "Me veo tan... Diferente" En efecto, no era yo o simplemente esa "yo" se veía distinta, había algo en la mirada que le hacía diferente. Noté que tenía algo en la espalda y que no lo tenía yo misma, eran alas, mi reflejo levitaba levemente del piso. Una voz recorrió todas las calles, gritó "¡Elisa!" pero esta especia de reflejo desplegó sus alas y voló hasta el cielo rompiendo el vidrio que estaba por clavarse en mi cuerpo si es que alguien no hubiera corrido hacia mí a la velocidad de la luz y me empujera apartándome del camino de esas armas letales. Al levantar la vista pude ver a un chico con cabello alborotado, unos ojos cautivadoramente hermosos y una ligera barba en la parte baja de la cara; nos quedamos mirando y él me levantó "Elisa..." Dijo como si tuviera una gran alegría verme "Creí... que te había perdido..". Por un momento quería decirle que yo no era Elisa, simplemente me llamaba Amanda, pero algo me decía que tenía una gran conexión con la tal Elisa y eso me hacía desearlo. Deseaba besarlo como loca y lo hice pero algo dentro mío me decía que no, no debía, una fuerza invisible intentaba separar nuestros labios, lo estaba impidiendo a toda costa pero al final logró separarnos y ahí su rostro cambió: Su cabello empezó a crecer y lentamente nos fuimos separando, un poco impresionada creí ver que era Jared... ¿Cómo es posible? ¿Me besé con mi padre? Me separé y tropezé cayendo entre los vidrios rotos y la gente se amontonada, la caída no tenía fin, podía ver a Jared intentando atraparme antes de que me hundiera más en ese hoyo negro pero sabía que no pasaría, caería hasta el final al igual que la tal Elisa...

De ahí desperté sudando frío. Vi a Jared dormir como un bebé, me sonreí pero... Una sensación de soledad y melancolía me embargó haciendo soltar lágrimas que después se convirtieron en sollozos que intentaba callar pero no pude. Jared despertó y me vio en ese estado.

Verlo así me hacía recordar el sueño extraño. ¿Por qué era él? ¿Por qué lo besaba? ¿Por qué no podía ser otra persona? Jared, es mi padre. Solo lo puedo amar como una hija o como el intento de una ya que es solo mi papá adoptivo pero aún así es casi algo incestuoso pensar en nosotros de esa manera.

Se acomodó a mi lado y me abrazó pero no hizo más que engrandecer mi pena, estaba asustada. Si Jared se enteraba de ese sueño podía pensar mal de mí, que era una adolescente con las hormonas a flor de piel y una groupie que hizo todo ese tema solo para acostarse con él.

Se echó conmigo y acarició mis cabellos, como un padre hace cuando su pequeño no puede dormir a causa de una pesadilla. Me reconfortó y pronto mi respiración volvió a normalizarse tanto que me quedé dormida. A la mañana siguiente el día estaba nublado, no había sentido los ruidos de la tormenta la noche anterior así que supuse que todo estaba en calma ahora. Jared dormía abrazado a mí, era un momento muy íntimo, podría parecer normal si yo tuviera al menos 5 AÑOS. Escuché voces provenientes del pasillo, hablaban en croato y demasíado fuerte. Abrieron la puerta y me hice la dormida para escucharlos.

-¡Mira quienes están acá!- Indudablemente era la voz de Tomislav, seguía en pijamas y con pantuflas de conejo blanco.- ¡Hey, a levantarse o no abrá desayuno para ti, Jared!

-Eh...- Jared se levantó de mi costado, seguía "durmiendo".- Eh... ¡Amy!- Gritó como niña ¿Acaso se había olvidado que fue él quién se echó a mi lado? Tarado.

-Shh... Sigue dormida.- Dijo Tomo bajando la voz, como si no quisiera despertarme.- Es mejor que bajemos o Vicky botará tu comida de una vez por todas.

-¿Por qué me odia?- Lloriqueó él en son de broma pero Tomo le dio una fuerte palmada en la espalda haciendolo toser. Eso me causó mucha gracia así que reí a más no poder.- Estabas despierta.

-Buenos días, Jared.- Dije y salté de la cama.- Déjenme darme un duchazo y bajo a desayunar.

-Como quieras, linda. Te esperamos.

Dicho esto fui hasta el baño de invitados, saqué unas toallas y pronto estabab bañándome. Había puesto la radio y decían que el clima había mejorado mucho en la madrugada y que los vientos casi huracanados no dejó más que pocas palmeras arrancadas de sus raícez, suspiré aliviada, podía volver a casa con Jared. Escuché una voz en el cuarto por lo que apagué la radio, era un monólogo interior. Hablaba sobre alguien... Que extraño, parecía escuchar mi nombre de a ratos. Salí de la ducha y me enrosqué la toalla decidida a ir a ver quien era y cuando salí... Jared estaba boca abajo en la cama gritando sobre una almohada.

-Hey.- Dije.- Sal o tendré que echarte a patadas.

-Soy tu tutor, jovencia.- Wow esta vez no usó la palabra "Padre".- Me tienes que respetar.

-Vamos, Jared. Sabemos que ni tú mismo te respetas.- Contesté y soltamos carcajadas. Volví al baño a cambiarme pero decidí ponerme mi ropa del día anterior, ya no estaba mojada. Salí y Jared ya estaba desayunando junto a Tomo y Vicky. Todos me saludaron y me senté a comer los pancakes veganos que habían preparado. Comí entre las bromas de Tomo y Jared, Vicky no paraba de hablarme de como esos dos sujetos se divertían juntos sobre todo en las giras y en las producciones de albums; se veía que aún seguían siendo niños aunque tuvieran 30 o cuarenta años.

-Hey, Amy.- Dijo Tomo.- Y en todo estos hermosos días al lado de Jared... ¿Jamás soñaste con él?

El recuerdo vino a mi mente, tumbándome y sonriendo nerviosamente, dije que no, por supuesto.

-¿Y se puede saber por qué llorabas anoche?

Silencio.

The City Of AngelsWhere stories live. Discover now