Capitulo 7

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Dean despertó sentado en una silla con un fuerte dolor de cabeza por el golpe.

-Maldita sea, esa hija de perra golpea fuerte. -Se quejó en voz baja.

Trato de moverse, pero se dio cuenta que estaba atado, los tobillos en cada pata de la silla y las manos a los lados.
Miro al rededor inspeccionando, viendo cada forma para poder escapar cuando sus ojos captaron a dos hombres frente a él inconscientes y igualmente atados. Los desaparecidos. Tenían en sus cuellos marcas de mordidas y la sangre escurriendo por sus cuellos y hombros, se veían muy mal.
Dean tenía que moverse rápido o no saldrían con vida, pero las malditas lo habían atado muy bien y no tenía idea a que hora regresarían.
Después de unos minutos intentando desatarse y sin tener éxito llegaron las dos con una sonrisa mirando a Dean.

-Ahora si tenemos algo bueno para comer. -Dijo una de ellas, rubia, delgada con grandes ojos café claro.

- Te lo dije, este es bueno...-Dijo la pelirroja acercándose a Dean con una sonrisa y tomando su cara con una mano, inspeccionandolo-.  No como esa basura, pero pronto los vaciaremos completos y nos desharemos de ellos.

Dean sintió como su cuerpo reaccionaba al toque de la pelirroja y una ola de calor lo invadía por completo.

-Maldita marca.. -Susurrojo con rabia y  volteó su cara con brusquedad deshaciendose del toque de la pelirroja.

Ella rio y se puso atrás de él tomandolo por el cabello y jalandola hacia un lado para dar paso a su cuello, sólo sintió cuando enterró sus colmillos en su cuello, un dolor agudo. Sentía como chupaba su sangre sin parar y el calor de su boca.

-¡Mhmm! ¡Maldita perra, sueltame! -Se quejo Dean con fuerza, pero sólo seguía succionando hasta que la rubia volteo. -Ahh -Jadeo mas bajo.

-¡Oye! -Grito la rubia y enseguida la pelirroja se separó de Dean.-Dijimos que aún no ¿Qué demonios haces?

Dean sólo soltaba pequeños jadeos entrecordaos.

- Lo siento, pero se veía deliciosa su sangre... y tiene algo distinto en su sabor...  -Dijo limpiando con el pulgar la sangre que quedaba en su boca.- Compruébalo tú misma.

La rubia lo pensó por un par de minutos, pero después camino hacia Dean.

- No te atrevas, perra. -Dijo enojado.

La rubia solo río e hizo lo mismo con su cabeza y lo mordió... succionaba y succionaba sin parar, Dean sólo sentia como poco a poco la fuerza se le iba, pero su cuerpo se sentía caliente, se sentia mareado y su mente nublada y no sabía si era porque le estaban chupando la sangre o era la marca.

-Tenias razón.- dijo la rubia separándose de Dean y viendo a la pelirroja.

- Es deliciosa su sangre-.

Después sintió como la otra volvía a clavarle los colmillos y hacia lo mismo hasta que se desmayó.
Dean comenzó a escuchar golpes y otras voces aparte de las vetalas, conocía esas voces... poco a poco comenzó a despertar, pero su visión aun era borrosa hasta que pudo enfocar bien. Ahí estaba Sam y... Castiel peleando contra las vetalas y estaban en apuros.
Cas mando a volar a la rubia, mientras la pelirroja lo atacó y Sam tratando de desatar a los hombres, pero la rubia se levantó y tomo del cabello a Dean sacando sus colmillos y acercándose de nuevo al cuello de él sin morderlo aun.
-Alto o lo mato. -Amenazo la rubia.
Sam y Cas voltearon a verla, deteniendose.

-Sam... -apenas pudo decir Dean. Tenía el cuello chorreando  de sangre y apenas podía mantenerse despierto y aún sin tener la mente clara.

-Dean... Sueltalo o te vas a arrepentir.- Amenzo Sam.

The mark of Caín. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora