Capítulo¹

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Un día normal común y corriente en la cárcel de máxima seguridad de México, estaba sentada Barbará en su celda leyendo un libro, estaba pensando en que como salir de ahí, en como poder estar con aurora y su nieto.

En otro lado de la ciudad estaban Eduardo y Fernanda en la comunión de su único hijo, que tuvo que ser adoptado por que Fernanda se negaba a dar vida a alguien, mientras hubieran muchos que tuvieran vida y no pudieran vivirla, Eduardo acepto pues tampoco era algo malo como para no aceptar, a la comunio asistió toda la familia Elizalde desde Gonzalo hasta Santiaguito el pequeño hijo de Aurora y Santiago, la reunión estaba muy buena, algunos paparazis captaron la reunión familiar.

Era un día más en la cárcel de máxima seguridad y Bárbara estaba a la espera del periódico, ahí de vez en cuando veía reportes de la familia Elizalde, no tenía reproche alguno ante esa familia, no quería hacerles más daño, y además de eso solo quería saber de su hija y su nieto.
llego el periódico había una nota que hizo que se le escaparan algunas lágrimas.

NOTA:

Ayer estábamos de fiesta a que no se imaginar por qué?

Pues ayer nada más y nada menos estábamos en la comunión del hijo de Fernanda y Eduardo, 2 miembros de la familia Elizalde, estaba toda la familia reunida desde el mayor de los Elizalde Gonzalo, hasta el más pequeño de la familia el niño Santiago, Hijo de Aurora y Santiago Elizalde.

Bárbara rasgo una parte de la hoja de la nota, solo para quedar con la parte en la que estaba Aurora sosteniendo a Santi, abrazo el pedazo de hoja.

Bárbara: cuando los tendré cerca.

Guardia: Greco, tiene visita.

Bárbara: quién es?

Guardia: soy guardia no mensajera ni chismosa, parece.

Bárbara se paró y se fue a la sala de vistas, se asustó cuando vio quien estaba ahí.

Eduardo: Bárbara.

Bárbara: que haces aquí?

Eduardo: me entere que puedes salir por buena conducta, si tienes un abogado sales en menos de un mes.

Bárbara: y eso que tiene que ver con que estas aquí, no tanto me odias.

Eduardo: no ya no te odio ya te perdone, estoy aquí por que hay alguien que le interesa tu caso, te quiere ayudar.

Bárbara: y que te hace pensar que necesito tu ayuda.

Eduardo: pues no soy yo quien te va a ayudar, es el.

Antonio: Buenos días señorita Bárbara.

Bárbara: buenos días.

Antonio: no sé si ya Eduardo te comento que quiero ayudarte en este caso?

Bárbara: si algo me dijo, pero dígame porque especialmente yo, habiendo tantas presas en peores situaciones y mejores personas que yo?

Antonio: porque soy un fiel creyente de las segundas oportunidad, y sé que usted ha cambiado mucho.

Eduardo: Bárbara yo no soy el indicado para decirle esto pero, también creo en su cambio, y su hija y su nieto la necesitan libre.

Bárbara: y si me rechazan, que hago si la sociedad se vuelve contra mí, no soy buena para nadie solo para ustedes que creen en mí.

Antonio: pues si somos los únicos que creemos en tu cambio, apóyate en nosotros, confía en nosotros.

Eduardo: escúchalo, confía en nosotros, te queremos ayudar.

bárbara se alzó por encima de la mesa y los abrazo a los 2 fuertemente, tanto que los 2 sintieron el verdadero arrepentimiento de esa mujer.

bárbara: muchas gracias a los 2 de verdad gracias.

Guardia: Greco no se permiten los acercamientos, y ya se acabó su tiempo de vista.

Antonio: bueno señorita nos estamos viendo, ya estoy trabajando en su libertad, si todo nos sale bien en menos de una semana la tendremos libre.

Eduardo: no desaproveches esta oportunidad.

Bárbara: no lo hare, todo lo hare por mi hija y mi nieto.

Mañana Es Para Siempre ( La Nueva Oportunidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora