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El lunes por la mañana me despertó la alarma, me puse las pantuflas que estaban al lado de mi cama y bajé a la cocina, me serví un poco de jugo de naranja y volví a subir a mi habitación, entre al baño y puse un poco de música, entre a la ducha y abrí la llave del agua, un rato después salí de la ducha y me envolví en la toalla, salí del baño y entré al clóset, saqué un pantalón beige un poco ancho, un bralette negro y camiseta negra trasparente, unas medias un poco más arriba del tobillo, y unas Converse negras, salí del clóset me peine el cabello, luego me puse los lentes de contacto, me apliqué rímel y un labial nude, tomé una chaqueta negra y el bolso, bajé a la cocina y Sandra estaba preparando mi desayuno, luego me dijo que mis padres habían salido a un viaje de negocios esta mañana, minutos después estaba conduciendo hacia el campus.

Cuando llegue allí, compre un café helado y minutos más tarde entre a clase de neuropsicología, las horas fueron pasando con cada una de las palabras del profesor que dictaba la clase, la verdad no me acuerdo de su nombre era algo así como hackner creo. Salí de clases y fui en busca de Samu, cuando llegué a donde él estaba lo saludé.

-¿A quién crees que quiero invitar a salir?.-hablo Samuel.

-¿Quien es el afortunado?.- respondí mirándolo con un poco de picardía.

-No te puedo decir hasta que él diga un Si.-hablo.

-Esta bien, espero te vaya bien con él y te dé el si.- respondí riendo.

Minutos más tarde me dirigía hacia mi auto, pero vi esa extraña sombra a lo lejos, esta vez decidí ignorarla y seguir caminando.

Al llegar a casa salude a Sandra y subí a mi habitación, encendí el televisor, me senté al frente del espejo y me quité los lentes de contacto, luego me quité lo que me tapa el cabello blanco, me puse ropa más cómoda y bajé a la cocina a preparar unos sándwiches, luego de preparar los sándwiches, saqué una cocacola de la nevera, unas papas, y unos chocolates de la alacena, y subí todo eso conmigo, me acosté en la cama y busqué una serie en Netflix, luego de una larga búsqueda opté por poner the 100, los capítulos iban pasando, las horas iban pasando, hasta que noté que ya había oscurecido, caminé hasta el balcón de mi habitación y me senté en una silla que estaba allí, vi la luna, las estrellas y vi lo brillantes que estaban esta noche, estar en este lugar proporciona calma, el escuchar la brisa, el ruido de los árboles, las ramas, las hojas, tranquilizaba, la noche estaba tan tranquila, parecía como si ese extraño chico no estuviera otra vez a lo lejos de casa observando hacia mi balcón, respire hondo y ignore el echo de que él estaba allí, minutos después entre a mi habitación y cerré la puerta del balcón, me acosté y intenté quedar dormida hasta que escuche mi celular sonar, lo tomé y contesté

-Me dijo que si.- grito un Samuel muy emocionado del otro lado.

-Nadie se puede resistir a tus encantos bebé.- dije riendo.

-lo sé lo sé, pero talvez con él todo sea diferente, igual mañana te contaré todo con más detalle, bye, descansa.- sentenció y luego cortó la llamada.

La mañana siguiente no quería levantarme, me dolía demasiado la cabeza, era como si la estubieran taladrando una y otra vez.
unos minutos después me levante y fui a la cocina por alguna pastilla para el dolor, volví a subir a la habitación, me bañé y aliste para ir a la u, me puse un pantalón de cuadros negros y rojos, un buso negro y unas convers negras, me apliqué rímel y un labial rojo, baje de nuevo tome una manzana y salí de casa, encendí mi auto y conduje hasta la u, pero primero pasé a comprar mi café diario.

Tres horas después estaba esperando que la clase de Neuropsicología acabara, solo faltaban unos pocos minutos para que terminara, el profesor siguió hablando sobre el comportamiento en los niños y las capacidades que tienen que tener a cierta edad, minutos más tarde salí del salón en el que estaba y me dirigí al estacionamiento y subi a mi auto, cuando estaba a punto de encenderlo alguien tocó a mi ventana, miré hacia allí y era Samuel, abrió la puerta del auto, entró y se sentó en el asiento del copiloto.

-dos cosas.- hablo cuando cerro la puerta.- primero, tienes cara de culo, pero estas muy guapa y te e estado esperando por mucho tiempo aqui, segundo Reed dijo que si quería salir conmigo y quiero llevarlo a algún  lugar...- dijo pero no termino de hablar ya que lo interrumpí.

-La persona con la que vas a salir es Reed, pensé que él.- dije un poco confundida.

-Lo sé, pensé que era tan hetero como los demás, pero me equivoqué, nos equivocamos.- dijo entre risas.

-Las personas no siempre son como creemos y esta es una prueba de ello.- dije para reírme junto a él.

-Lo sé, pero lo que no se es a que lugar le gustaría ir, ¿crees que debería preguntarle?.- hablo un poco confundido.

-Si quieres preguntarle hazlo, has que ese momento sea especial, solo te deseo suerte.- exclamé y le di una palmada en el hombro.

-Le preguntaré, te quiero, adiós, nos vemos más tarde.- dijo para luego salir corriendo del auto.

Encendí la radio y conduje hasta algún lugar, no sabia que estaba haciendo pero pare frente a la entrada del bosque y me adentre en el, unos minutos después mi cuerpo se movía solo, era como si yo no tuviera el control de el, como si alguien más me manejara con un control a la distancia, parecía un robot dirigiendome hacia algún lugar el cual no sabia cual era, mientras caminaba por allí no podía siquiera pensar o actuar de otra manera, creo que pasé los límites por que estaba en un lugar que no reconocía.

Por fin tomé el control de mi cuerpo y pare, estaba en un lugar donde los árboles eran de diferentes colores y ni entendía el porqué o el como nunca los había visto, mire hacia los lados y no había nada más que árboles y espera eso era un hada, no puede ser un hada, creo que estoy loca, intente volver al auto pero vi a  una sombra o bueno una persona colarse entre los árboles, vi como desapareció de la nada así que no me quedé atrás y caminé hacia donde había visto a esa persona, no se que paso pero llegué a un lugar cubierto de nieve, todo allí era totalmente blanco, los árboles, las flores, los animales, las casas, era un lugar simplemente maravilloso, caminé un poco más hacia el centro del lugar y pude ver a unas personas reunidas, caminé hacia ellas.

-Bienvenida al reino de cristal Atenea.- dijo una señora dándose la vuelta y mirándome.

No sabia que hacer o decir, y mucho menos sabia como ella sabia mi nombre, la miré un poco desconcertada y ella lo notó.

-Atena, te preguntaras el por qué se tu nombre, la respuesta es muy fácil, te hemos estado siguiendo por mucho tiempo,te contare todo lo que necesites y quieras saber a su tiempo, soy Gaela, líder del reino de cristal.

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Hola personas.
Espero les haya gustado.

Carol.

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