LOS 5 REINOS

31.

Una semana entera de clases en la u, y yendo y viniendo del reino de cristal a sido agotador. Parisa, Brett y Brennan me sacan un poco de la locura y monotonía de todo esto.

Pero nada más agradable que ver llegar el baile de los reinos, gracias a mi abuelo tengo un vestido totalmente increíble el cual estoy ansiosa por usar, tengo una pareja increíble con la cual espero pasar una noche mágica, tengo altas expectativas de la noche las cuales quiero que sean cumplidas.
A decir verdad estoy un poco nerviosa por como todo vaya a ir esta noche, pero me emociona poder estar allí.

Antes de esta noche tengo que ir a buscar unos libros con Samuel, vistar a Reed y a su familia. Hoy va a ser un día largo, pero se que va a estar bien.

—Te has demorado eternidades.— hablo Samuel, cuando me subí a su auto.

—Lo siento, tenía que estar linda, ya sabes.—le guiñe un ojo.

—Ay cállate, tenemos que estar con Reed en 48 minutos.— suspiro un poco agitado.

—Ya conoces a su familia, ¿por qué estas tan nervioso?.— puse cara de confusión.

—Ya se, pero hoy va a estar toda su familia... tíos, primos, abuelos, absolutamente toda su familia.—hablo tan rápido que casi no podía seguir cada una de sus palabras.

—Todo va a salir bien, sus padres y sus hermanos te aman.— toque su hombro.

—Lo sé, pero quiero que todo salga bien.—suspiro.

—Y va a salir bien, ahora solo conduce para llegar a tiempo.— mire de nuevo al frente.

Unos cuantos minutos después estaba tomando el brazo de Samuel el cual estaba más nervioso que antes, respiraba una y otra vez intentando calmarse, pero nada servía, sus manos y sus piernas temblaban cada vez más al acercarnos a la entrada de la casa de la familia de Reed.

—Respira, y no vómitos sobre nadie.— dije, mirándolo fijamente.

—Eso no ayuda, Atenea.— recriminó.

—Lo siento, solo trataba de ayudar.— susurre.

—Lo sé, solo que..—suspiro pesadamente.

—Todo va a salir bien, solo...— voltee a ver la puerta que acababan de abrir.

—Llegaron chicos, los estabamos esperando.— hablo la hermana de Reed— vengan, todos están adentro.

Saludamos a cada uno de los presentes, exceptuando a Reed que no estaba en el lugar; los padres de Reed estaban felices  de ver a Samuel tanto así que se lo robaron un rato y estaban hablando entre risas.

—Y ya se lo robaron.—hablo Reed detrás mio.

—Corre por él, tiro al blanco.— dije, sonriendo.

—Ya vuelvo.— dijo, sin mirarme.

Me levante de la silla y fui por una bebida.

—Tú debes ser Atenea.— hablo alguien que estaba tomando una bebida.

Levante la cabeza y vi al hermano mayor de Reed.

—Tú debes ser Ryan.— dije, mientras tomaba un trago de mi bebida.

—Tarde mucho en conocerte, Reed habla mucho de ti.— me dice sin quitarme la mirada.

—Espero sean cosas buenas.— esbocé una sonrisa amable.

—Lo son, ¿nos sentamos?.— pregunto.

Asentí con la cabeza y empezamos a caminar hacia el lado donde estaban todas las sillas.