Max, ¿Por qué ella?

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...

Pov. Max

Que agotador... Ayer fue uno de mis mejores días y hoy estoy solo de nuevo. Escucho como tocan y luego abren la puerta. Sofía se sienta en la cama y me acaricia el pelo.

- Buenos días.

Me levanto y me estiro viéndola. Está con su ropa casual para salir. Es domingo, ella tiene día libre.

- ¿Quieres ir a caminar por ahí?

Esto es extraño, hace mucho que no me pedía salir. En sí, pasaron dos años desde que lo dejó. Asiento y Sofía se retira. Me visto rápido y me doy un vistazo en mi espejo de cuerpo completo. Me veo bien y no es tan llamativo.

- Te queda muy bien esto -sujeta mi polo negra y sonrío.

Salimos y papá manda guardeespaldas para que me vigilen de lejos. Es molesto, pero sé que es por mi protección. Me caga que no pueda ser libre ni con una amiga, es en verdad molesto.

- Vamos allá -me jala de la manga del suéter y a lo lejos veo una cabellera muy bonita.

Pelo suelto, ondulado y liso. Es tan Hermoso, pero Sofía me jaló tan rápido y con tanta fuerza que no logré verle la cara. Es un desperdicio, pero vine con ella. Así que sería descortés no ponerle la atención que merece.

...

- ¡Basta! LES GANÉ...

Sofía brinca del susto y me río de ella. Luego de enseñarme casi todo el mercado de una calle que queda algo cerca de la casa, me llevó a arrastras a una pequeña cafetería. Tiene pinta de tema"soft". Todo el lugar tenía flora auténtica y las decoraciones de las paredes son muy minimalistas y con colores pastel. Es agradable a la vista.

- Ya Josh, la niña te ganó, supéralo -volteo a ver a una mujer muy hermosa. Tiene un aura tan feliz y relajada.

No puedo ver más, están algo ocultos por la misma flora.

- ¿A quiénes ves? -Voltea a ver hacia atrás y abre los ojos como en expresión de sorpresa. Luego regresa la vista a mí y trato de demostrar mi confusión.- Ella está en todos lados.

Espeta furiosa y rueda los ojos.

Intento ver de nuevo. Si Sofía dijo eso y con ese tono, tengo la corazonada de saber quien es. Y por alguna razón, me emociona saber que pueda ser ella.

Muevo mi cabeza para poder verla, pero vuelvo a fallar. Me levanto y me encamino a su mesa.

- ¿Qué quiere la Reina?

- No, no, no. La reina es ella, yo soy su modesta y aprendiz, princesa -el hombre que las acompaña se ríe.

- Bueno, princesa, ¿qué desea?

Vuelve a preguntar y me ve de reojo. Me ignora y sonrío para mis adentros.

- Quiero un pastel.

- Como deseé -llama a un camarero y le pide el ansioso pastel.

- ¿Qué haces? Si sólo vas a observar, observa desde la mesa -comenta enojada Sofía y sólo asiento para que se calle. Vuelvo a encaminarme a su mesa y me detengo a la par de ella.

- Con que una princesa, ¿se puede saber de qué reino?

Termino de preguntar en broma y ella se voltea a verme con una expresión de espanto.

- ¿Qué haces aquí?

Me quedó callado y cuando iba a hablar, el hombre, me interrumpe.

- Lleva rato viéndonos -me observa atento.

El Hijo del PresidenteWhere stories live. Discover now