Capítulo 23

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- A la cuenta de tres –

- Eso dijiste hace un momento y no moviste una mierda – recriminó.

- Te dije que no estaba listo –

- Y yo te dije que no voy a levantar un mueble más – insistió – por favor, llamemos por ayuda –

- Yuta, soy un dios y tú un hombre en perfecto estado de salud, podemos con esto –

- ¿En serio? – sonrió – es bueno saber que estoy sano, pero no, no podemos –

- Amor – se sentó en el sofá que aún descansaba en medio del recibidor – ven aquí –

El japonés obedeció, acurrucándose junto a él.

- ¿Te parece si descansamos un rato y tratamos luego? –

- ¿Por qué no quieres ayuda del servicio de mudanza? –

- ¿Y traer a casa a un montón de chicos musculosos para que puedas verlos? No, gracias –

- Es tan dulce que te sientas celoso por algo que literalmente puedes controlar – besó su mejilla – pero está bien, no discutiré sobre eso –

- Gracias – sonrió triunfal.

- Aunque sigo sin entender por qué querías traer tu estúpido sofá –

- Hace masaje –

- Estoy arrepintiéndome de pedirte que te mudaras conmigo – bromeó.

- Claro que no – aseguró.

- Tienes un ego enorme –

- Por supuesto que lo tengo, y tú elegiste lidiar con ello –

- Estoy seguro de que aún tengo la flecha –

El dios rió y se acercó a besarlo, acostándolo con cuidado sobre el sofá para colocarse sobre él.

Esa siempre era una buena forma de celebrar el cambio.








Jungwoo cerraba sus ojos, concentrado.

Tenía el ceño fruncido y acariciaba su barbilla con sus dedos.

- Hermano –

Zeus levantó su mano para pedirle silencio.

- ¿Qué haces? – preguntó más bajo.

- Reviso en qué punto están mis profecías –

- Ah – se sentó junto a él - ¿y qué hay de nuevo? –

- Es horrible – abrió los ojos, mostrándolos completamente negros – Eros conservó a su marioneta, incluso se están mudando juntos; Afrodita tiene al virgen comiendo de la palma de su mano, y Apolo acaba de conseguir que el niño confiara en él  –

- ¿Eso es horrible? –

- No se suponía que eso pasara – bufó, volviendo los ojos a la normalidad.

- Siempre tienen lo que quieren – se quejó - odio que tengas consentidos, no es para nada profesional -

- Deméter no ha vuelto a trabajar -

- Deméter no compromete la integridad de ningún humano –

- Sólo de ese chico Yang Yang Liu –

- Supéralo –

- Lo digo en serio, Poseidón – lo miró severamente – el niño está traumatizado –

- ¿Crees que mi niño se siente bien? – defendió – el rechazo de ese idiota ha hecho que llueva sin parar. Mi pobre bebé debe tener el corazón roto –

- Supongo que no a todos los humanos les sienta bien enterarse de que su enamorado es un dios –

- Supongo que tengo suerte – sonrió – y tú también –

- Tal vez no debimos – dijo preocupado – no puedo evitar pensar que tal vez debimos hacer lo mismo que Hades –

- Todos los dioses, incluyéndonos, tenemos una reputación tan oscura como el océano. No, gracias –

- Además, mi John es tan... - chilló emocionado – no sé, ¿humano? –

- Te entiendo –

Saliendo de su encanto provocado por el recuerdo de su mortal amor, lo miró de nuevo.

- Sobre Deméter – se encogió de hombros – siempre podemos hablar con Eros –

- No quiere saber nada sobre el tema –

- No necesitamos su permiso –

- ¿Estás sugiriendo que vaya en contra de sus principios? –

- ¿Quieres verlo feliz o no? –

- Sí – lloriqueó – pero ¿qué tal si no funciona? –

- ¿Por qué no funcionaría? –

- ¿Por qué sí? Lo de esos idiotas ni siquiera estaba bien previsto –

- No sabemos lo que va a pasar, pero vale la pena arriesgarnos –

Xiaojun suspiró pesado.

- ¿Cuánto tiempo dices que es? –

- Un mes –

- Bien – asintió – pero si no funciona... -

- Funcionará –

- Tienes un mes para probarlo –

Un maldito mes.

Fin.

Sé que probablemente esperaban un poco más para el final. Pueden pedirlo.

Gracias por leer ❤️

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