Luna Llena [HP]

05

Ahora estaba en dirección del gran comedor, aún era temprano pero prefería estar cuando aún los alumnos no puedan percibir su alrededor como para fijarse en su presencia. Lo último que quería era estresarse aún más de lo que ya estaba por salir de los cuartos privados del mayor.

La camiseta vieja de Remus estaba con él debajo de su túnica y para su deleite el aroma del alfa era aún más fuerte que el día anterior. En algún momento de la noche se acurrucó en busca de calor y protección despertando en la mañana abrazados, el omega en su interior ronroneaba por el recuerdo de los fuertes brazos del alfa alrededor suyo y la suave respiración en su cuello.

Ya en su mesa se sentó en su habitual lugar. La comida ya estaba servida y disfruto de sus momentos de tranquilidad, los demás alumnos del colegio iban ingresando y las miradas indiscretas y los irritantes murmullos incrementaron. No era necesaria su presencia pero era una pequeña prueba para ver como le iría en el resto del día. No sabía si funcionaria, no si justamente le tocaría con Malfoy, pero Remus le dijo que era por su bien así que obedecería de buena manera.
Al menos el sentir la presencia del otro en el mismo lugar y el aroma de la camiseta que parecía abrazarlo con dulzura era suficiente para acostarse de espaldas y mostrar el vientre.

— Harry nos tenias preocupados — la voz compungida de Hermione lo saludó — Nadie nos quería decir nada y de pronto sacaron tus cosas del cuarto y no podíamos encontrarte por ningún lado. ¿Qué diablos te sucedió?

Los delgados brazos de la chica lo rodearon con fuerza, como si temiera que desapareciera en cualquier momento, su melena indomable le tapaba un poco la visión pero aún así pudo observar a su amigo Ron mirarlo con el ceño fruncido. Le regalo una sonrisa de disculpa y con delicadeza correspondí el abrazo.

— Compañero estábamos volviendo locos y más Hermione por los deberes que nos están dejando, sus estudios para los exámenes y tu repentina desaparición. Dumbledore nos dijo que no debíamos preocuparnos pero estabas desaparecido.

— ¿Cómo no preocuparnos? Imposible no hacerlo. — chillo indignada — ¿Está todo bien? ¿No tienes nada malo? ¿Hiciste los deberes? Porque hoy nos toca con el profesor Snape y sabes lo especial que es contigo.

Un pequeño calorcito se expandía en su pecho por las reacciones de sus amigos, se sentía mal no poder decirles la verdad pero solo sería por un tiempo hasta estar completamente seguro. No quería perder a sus amigos pero aún no podía, no se sentía capaz de revelar la verdad.

— Estoy bien. No deben de preocuparse.

Las miradas incrédula de sus amigos sólo le confirmaron el pésimo mentiroso que era. No había nada que podía hacer, aún no estaban listos para revelarles lo que realmente pasaba. Pero si se permitiría hacer algo que su su instinto le gritaba que hiciera. Ya pagaría con las consecuencias pero necesitaba hacerlo ellos era lo único que realmente tenía desde que se entero que era un mago y estudiaría en Hogwarts, eran los únicos que se quedaron a su lado, lo siguieron afrontando el peligro y no le dieron la espalda. Solo eran niños de 13 años pero le brindaron el cariño, lo comprendieron y apoyaron como nadie jamás que nadie lo hizo

— Les prometo que les diré en otro momento ahora coman que la hora de nuestra primera clase esta por comenzar.

— De acuerdo pero nos lo dirás todo. — sentencio la castaña con los ojos entrecerrados — Júralo Harry.

Ron la secundó con una mirada sería y el cabeceo afirmativo con su cabeza. Solo les sonrió en respuesta y se hizo a un lado. Nunca comían los tres juntos así de pegados pero comprendía los nervios que debieron sentir cuando no lo encontraron y nade quiso decirles donde estaba. Él hubiera echo lo mismo que ellos, buscarlos sin descanso. El resto de sus amigos se integraron minutos después saludando y preguntando sobre su estado. Por su parte el solo sonreía y les decía que se encontraba bien para calmarlos y cambiaba el tema como distracción. Tener a sus amigos así de cerca, resguardado de los demás, le calmaban los nervios apaciguando sus instintos recién adquiridos.