D O S

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Aquel lugar era más,mucho más de lo que alguno de ellos imaginó.
Cada copa, plato, cuchara y servilletas desbordaba elegancia,gritaban dinero y una clase social a la que evidentemente no pertenecían y les hacía ver que cualquiera de los adornos en aquel sitio tenía más cifras en su precio que todo el dinero que podrían ahorrar en toda su vida.
Hombres con trajes lo suficientemente caros-según Baekhyun,claro,porque Chanyeol sabía tanto de marcas de ropa y precios como de Astrofísica y Cartografía -como para pagar todos sus años de universidad,mientras las joyas en las damas que les acompañaban posiblemente bastasen para vivir cómodamente hasta los cincuenta años, sin necesidad de trabajo.
Era todo un mundo nuevo y desconocido para un par de jóvenes que a esas horas de la noche ya cosechaban toda una larga lista de remordimientos y reproches personales,sentados en una elegante mesa,luchando cada uno una batalla diferente,pero con un motivo único.

Park Chanyeol miraba su alrededor distraído,mientras su cuello aún tenía vestigios del color escarlata del que se había teñido su cuerpo entero, todavía sentía el cosquilleo en sus entrañas y las mejillas calientes de la concentración de sangre en aquel sitio de cuando su atuendo no logró alcanzar los estándares en cuanto a etiqueta para aquel sitio.
Una camisa a cuadros roja y unas convers a juego no parecieron ser del agrado del hombre en traje que custodiaba la entrada que acto seguido pronunció un rotundo no a su petición de entrada.
¿Cómo logró entrar?
Bueno, luego de unos veinte minutos en los que le resumió al "guardia" su último mes y medio de vida,entre agitadas jornadas de trabajos,su escuela y su adorada música.
Quizás fue la expresión de desesperación en su rostro,su evidente honestidad o una mezcla de ambas, pero terminaron dándole la chaqueta de algún traje que tenían por ahí,lo suficientemente grande como para que entraran otros dos Chanyeol en las mangas y que si le agregaba algunas nubes rojas,podía pasar perfectamente como una capa de los Akatsuki.
Quizás había estado demasiado ocupado tratando de conseguir el dinero para aquella noche, con la nariz metida en talleres de mecánicas de autos de gente tan pobre como él,antisépticos de una farmacia,platos llenos de grasa y volantes que esperaban ser repartidos,que la preocupación por su atuendo no llegó hasta la justa hora de vestirse.
Intentó entrar en su traje de los domingos de iglesia,pero hacía mucho tiempo que Park Chanyeol había dejado de asistir a la iglesia,las patas del pantalón apenas le pasaban de las pantorrillas y la camisa había sufrido un severo desgarre a un costado en la espalda en su inútil y esperanzado intento de cerrarla,no media ciento ochenta y cinco centímetros en aquellos tiempos,dudaba siquiera que alcanza los siento setenta en aquella época.
Había intentado vestir lo mejor de su armario, y aquel atuendo urbano y despreocupado era lo mejor que había podido lograr y creyó que estaba "bastante"bien, hasta que llegó a las puertas del Exodus.

Yeol miraba a Baek con una sonrisa tonta en la cara,ni todos los malos momentos de la vida opacaban el amor hacia aquel chico de metro setenta que se veía tan bonito enfundado en aquel traje borgoña con su pelo caramelo.
Byun Baekhyun era la cosa más bonita que había y habría en su existencia.
Y mientras uno se perdía en amor, otro tenía la mente en otro sitio,en cierto estrado de un concurso de diseño,para ser exactos.

Después de mucho pensar,registrarse en aquel concurso había sido su solución rápida y que creyó efectiva en aquellos momentos, la suma de dinero que era el premio resolvía momentáneamente sus problemas.

El concurso consistía en tres etapas,contando con tres días para desarrollar cada uno,donde la temática era crear un diseño que se ajustara al tema correspondiente con el día.

El apellido Byun había coseguido pasar las dos primeras pruebas con bastante facilidad. El pánico que le produjo lo idea de mostrar sus diseños al público iba disminuyendo con cada minuto que pasaba siendo el número cuatro en la competencia,hasta llegar a ser la sombra casi inexistente de lo que fue una vez inseguridad,estaba parado ahí,en el escenario de aquel enorme teatro, sudando a mares gracias al enorme bombillo amarillo que confería luz a los últimos cinco participantes,esperando un veredicto final y un ganador,ganador que BaekHyun estaba seguro de ser.

La juez en jefe de la última prueba le provocaba a Baek un escalofrío, aquella señora transmitía un aura inquietante con su cabello plata y aquel conjunto del mismo tono, que los traía a todos nerviosos,tanto así que cuando obtuvo aire para comenzar a hablar,todos los presentes en la sala contuvieron el aliento,aquel era el final.

El pelicaramelo sintió su número de participante salir de los labios de aquella mujer,seguido de una sonrisa fría e incluso pudo percibir algo macabro en ella.

-Sus diseños,cero cuatro,son como las colecciones de MAC, aparentemente bonitas por fuera,pero sin un ápice de calidad-Baek podía jurar que esa mujer había disfrutado de oír sus sueños caer vueltos añicos al suelo.
Tenía un enorme borrón de lo que sucedió entre el veredicto a su paso por la competencia,su proclamación como último lugar y la venta de la primera prenda del concurso que diseñó a un estilista local,solo tenía grabadas en su cabeza las palabras de aquella señora y que iba a tener que hacer una variación en las telas de su elección,la venta de su primer diseño no iba a cubrir los gastos en materia.

Baekhyun miraba distraído un candelabro bajo en el centro del elegante lugar, cayendo en la penosa cuenta de que se había gastado hasta casi el último centavo que poseía en su atuendo,que había resultado ser de un color casi idéntico al de los camareros, y no había reparado en el nivel y el precio de lo que se ofertaba en el Exodus.

Un camarero se acercó a la mesa haciendo bufar a Baek cuando ambos quedaron cercanos y sus ropas se vieron una junto a la otra del casi mismo color,colocando unos menús sobre su mesa que bien parecían bañados en oro y ribeteados con colores salmón y rosa viejo,dejándoles solos a los pocos segundos con una reverencia y una sonrisa formal,solos con aquella monstruosa cartamenú que contenía precios mucho más elevados de lo que alguno de aquellos desafortunados chicos imaginó.
Ambos se miraron y esbozaron una sonrisa incómoda para acto seguido buscar algo que se adecuara a su estándar económico, que estaba visiblemente muy por debajo de aquel sitio.

-¿Por qué mierda no hay nada barato?-Fue un pensamiento que ambos tuvieron,mientras revisaban el menú buscando desesperadamente que pedir y que les permitiera disfrutar su noche,la opción les llegó en el apartado de bebidas y a ambos se les aflojaron los hombros,a Baek le volvió el color a las mejillas, mientras Chanyeol volvía a respirar con normalidad.

Jugo de manzana sería una de sus pocas opciones aquella noche.

De jugos de manzana y champagne Where stories live. Discover now