Capítulo 9: 김민규 Kim Min Gyu

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Todos y cada uno de los días Min Gyu se preguntaba que se sentiría obtener el primer lugar , aunque sonará paranoico este joven perteneciente a la casa de los hurones se sentía eclipsado por sus hermanos mayores, todos tenían algo que los colocaba en un lugar superior al del en el pedestal o la lista de los Kim , quería tan sólo ser reconocido por sus padres aquellos que jamás lo acompañaron a su primer día en Semicolon, aquellos que esperaban el más mínimo error de este estudiante de Hufflepuff con el fin de otorgarle una reprimenda llegando a comentar la típica frase de estás en el fondo de la pirámide, era el menor de sus tres hermanos , el primero , tras graduarse con honores de Semicolon obtuvo uno de los mejores puestos en el Ministerio de Magia , el segundo, era un talentoso auror* , cada uno tenía paredes llenas de fotos de momentos relevantes de su vida , mientras que de Gyu sólo existía una triste fotografía familiar abandonada en un rincón del estante , tan sólo quería una muestra de cariño, podría constituir una paradoja pero tras tanta falta de amor sentía que el vacío dejado por sus progenitores se llenaba al brindar constantemente abrazos a sus dos amigos de toda la vida Lee Seok Min y Seo Myeong Ho, los cuales conoció en su primer día de escuela ya que tenían algo triste en común, ninguno de sus padres los acompañó en esta ceremonia por diferentes índoles a partir de ese instante juraron ser la familia del otro . Kim era de los alumnos destacados de su año , no existía ninguna queja , pues era un ejemplo a seguir por los Hufflepuff, siendo así el prefecto de esta casa . Pero hoy era uno de aquellos días donde este estudiante portador de túnica negra y amarilla se sentía fuera de lugar , recorrió con parsimonia los pasillos de la institución acompañado de su compañero de cuarto , Seok Min , por alguna razón se sentía ansioso por encontrarse con aquel peculiar alumno de Ravenclaw, desde su encuentro en la enfermería había descubierto la verdadera naturaleza de este , anhelaba que las manecillas del reloj avanzaran de manera rápida para volver a encontrarse con Jeon .
Podría decirse que una cualidad que caracteriza a este estudiante de notable estatura es su torpeza, pues sí, Kim Min Gyu tenía una especie de pacto con el piso, la caída que tuvo al tropezar con aquel bolso lleno de libros dejado en medio del pasillo causó que se estrellara como avión aterrizando,al instante de suceder esto el dueño del arma homicida conocida como la mochila se acercó con aires de preocupación al dúo de Hufflepuff .

-- Disculpen mi despiste sumbaenim, no tuve la intención de causar algún problema . Cielos a veces soy tan distraído. -- Se excusaba a la vez que se recriminaba por su irresponsable acto un chico de al menos la edad de Chan aproximadamente, perteneciente a Slytherin .

-- Tranquilo, los accidentes pasan, y Min Gyu es un imán de ellos. -- Aminoró la situación el mayor de los presentes mientras se detenía finamente a apreciar los exóticos rasgos del recién llegado -- Soy Lee Seok Min, encantado. -- Se presentó el de tez canela extendiendo la mano al menor quien titubeó un poco pero al final le ofreció un cálido apretón.

-- Kim Samuel , el honor es mío sumbae. -- Correspondía de manera amable , para luego realizar una reverencia y retirarse rápidamente , la existencia de Kim Samuel constituía un misterio para muchos , en especial para Lee Seok Min quien conocía a media institución, llegando a la conclusión de que podría ser el llamado "niño espectro" , aquel que si lo llegabas a ver no llegarías vivo al final de año.

--¿ Ese no era el niño espectro Seok ? -- Cuestionó después de levantarse el más alto de los presentes recibiendo una mirada de desaprobación por parte de su mejor amigo .

-- No deberías prestar atención a los rumores Gyu, y mucho menos llamar a alguien que no conoces por semejante apodo .-- Le regañó el de cabellos naranja dedicándole una mirada aterradora según la opinión de Kim , pero todo tenía un motivo si había algo que odiaba su acompañante eran los rumores , no soportaba que la gente viviera inventándose extravagantes historias con el objetivo de hacer interesante su conversación a costa de la reputación de otro.

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