Lazos De Sangre (1° Libro De Saga Destino)

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Ay, ay, ay, ay! Que no es un capítulo, es un capitulóte y está bien bueno, ¡Así que corran a leer!

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Diez meses después la cicatriz que dejó en su vida la ausencia de Irina si bien no estaba del todo curada, no obstante, se había visto opacada por un reto aún mayor al que enfrentará en ese momento oscuro cuando sintió desfallecer de la manera más irreal posible y gran parte de su integridad actual se la debía principalmente a ella, Raven fue lo suficientemente fuerte por los dos al hacerle ver que lo esencial en aquel momento era concentrar sus esfuerzos en lograr que aquel sacrificio hecho por la madre no fuese empañado y que el pequeño ser que se hallaba en una incubadora bastaba para reunir los pedazos en que su alma se desquebrajo por brindarle todo el amor que su madre le hubiese dado, cumpliendo la promesa hecha momentos atrás.

Dean era un chico bastante listo, un pequeño seductor innato que lograba conquistar cuanto corazón se pusiese en su camino, lamentablemente la muerte le arrebató parte esencial de su vida y ahora todo lo que tenía - Principalmente amor - provenía de la persona menos esperada, al menos por el público. Xavi Summer era un padre dedicado, amoroso y casi podría decirse que ejemplar, de no ser por un pequeño detalle: Dean lograba dominarlo a su antojo, al igual que Penélope, quien a su vez estuvo encantada de brindar su apoyo incondicional en la crianza de su pequeño sobrino y como era de esperarse, juntos lograban derretir el frío corazón de Xavi. A cuenta de ello sus amigos bromeaban, diciendo que no tenía remedio y estaría condenado a desvivirse por aquel dúo consentido. Otro apoyo incondicional para lograr reponerse de aquel duro golpe había sido precisamente ellos, su familia, con quienes si bien no compartía lazos de sangre eran muy unidos y al conocerse la noticia del deceso de Irina Landero - Su nombre artístico - no dudaron un instante en demostrar su firmeza y cada vez que sus agendas les permitían compartir con su pequeña familia estaban prestos a hacerles compañía en su hogar permanente, la hacienda en Ginebra donde finalmente decidió trasladarse debido a que le resultaba imposible permanecer mucho más tiempo en el mismo lugar donde sus vidas sufrieron un cambio radical.

-Es hora de su mamila - Sintió un leve toque en su hombro y pudo ver que Lula le informaba por medio del lenguaje de señas. Ella era una de sus personas más cercanas a su vida, siendo la hija de Robert Williams creció a su lado y en la actualidad fungía como figura materna para el bebé, quizás lo mejor de todo era que la mujer sentía un afecto real para aquel pequeño ya que era sobrino de quien fuera el amor de su vida y había sufrido en carne propia de aquel triste desenlace.

Asintió a la rubia entregándole al curioso bebé que se divertía en sus brazos y centró su atención en sus visitas. Jerome Bartón no era el hombre más carismático del grupo, de hecho con su antiguo capitán del equipo casi siempre tuvieron roces, ya que eran la antítesis por así decirlo; sin embargo, luego del accidente en Suecia cuando Xavi se vio obligado a abandonar el sueño del Hockey se había convertido uno de los mejores amigos que tenía y en ese momento ambos - él y Diogo, más conocido en su grupo como "Dúo" - se encontraban a su lado.

-Así que, cómo lo llevas - preguntó el Capitán de "Los tigres", el equipo de Hockey sobre hielo más importante del país - digo, con el pequeño humano - comentó con genuino interés.

-Es un niño, bebé o si te molesta decirlo, podrías llamarlo por su nombre - Respondió en su lugar Dúo - Dean Lombardo - se mofó del carácter de su mejor amigo, quien no solía demostrar mucho interés más allá del deporte.

-Cállate sí, no hablaba contigo "cariño" - Reviró el castaño hábilmente, nombrándolo por aquel mote cariñoso por el que la novia solía llamar a Diogo - por si no lo notas, estoy hablando con Xavi.