Capítulo 4

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Aquella maldita tormenta era la cereza del pastel que completaba el que por lejos era el peor día de su vida, justo cuando menos podía darse el lujo de perder el tiempo para volver a casa, las condiciones climáticas se sumaban a los nada agradable inconvenientes de último momento que surgieron en la dirección del Hotel, de modo que movilizarse o incluso, comunicarse con su familia le resultó imposible, por espacio de seis horas permaneció en aquel maldito lugar. La reunión se había extendido un par de horas más de lo previsto y cuando al fin pudo finiquitar los asuntos más urgentes, dio inició la que sería quizás la peor tormenta de nieve de los últimos años; se sentía frustrado, irascible y por demás preocupado.

¿Habrían acomodado a Xavi de la mejor manera posible? Tal vez era una exageración de su parte, pero desde que lo vio por primera vez y a lo largo de aquellos días que compartió con él, nunca lo vio alimentarse... ¿Tendría una dieta especial? Todos los deportistas la tenían y él era uno de alto rendimiento, por lo que pudo comprobar ¡Y de qué forma! - pensó, recordando las burlas de Xavier respecto al tema - alejó esos pensamientos de su mente, ya que él mismo había reconocido que de estar en su lugar, habría actuado de la misma manera o quizás peor, no lo sabría decir a ciencia cierta y en cuanto a la comodidad del joven, tampoco debía preocuparse - se dijo, en un vano intento por calmar la inquietud que crecía en su interior - Ivonne se haría cargo como le pidió y confiaba en su palabra, además no estaría sola, todos los empleados eran leales a sus órdenes y harían hasta lo imposible por cumplir su cometido de la mejor manera posible - recordó, descartando que otro escenario fuese mínimamente posible -. Por fin lograron salir de aquella oficina que, pese a las condiciones agradables y las comodidades que tenía le resultó agotadora, sobre todo, debido a la complejidad del ambiente ya que el frío no pudo ser mitigado del todo por la calefacción y lo único que deseaba era regresar a casa y tomar una ducha reconfortante. Sí, eso haría, decidió al tiempo que ingresaba al automóvil y serpenteaba las calles de la ciudad, una vez en casa se aseguraría de ver que Xavi se encontraba cómodo y tomaría esa ducha prometedora.

El viaje tardó más de lo normal debido a la congestión ocasionada por la tormenta, pero poco le importaba a fin de evitar involucrarse en un nuevo accidente de tránsito y una hora más tarde finalmente llegó a casa; observó el reloj en su mano - un poco frío debido al metal - y confirmó que tardó al menos siete horas en resolver lo que podría haber hecho en un par de ellas, pero ya resguardado del inclemente clima, se deshizo de su abrigo y avanzó hacia el dormitorio que asignó para su hijo.

No obstante, nada lo preparó para la sorpresa que representó encontrarla vacía; todo permanecía pulcro de la manera que había ordenado, pero sin lo más importante: Su hijo ¿Dónde estaba Xavi? Miles de pensamientos cruzaron en cuestión de segundos por su mente ¿Acaso se agravó después de su partida? ¿Debieron ingresarlo nuevamente? Se sentía impotente ¡Dios! Bajó las escaleras al descartar su dormitorio, ya que Ivonne no se encontraba allí y fue en busca de respuestas, con el corazón en la mano.

-¡Magda! ¿Dónde está mi hijo? - preguntó exaltado - ¿Se encuentra bien? – la preocupación tiñendo su voz - No está en la habitación y tampoco está Ivonne.

La mujer palideció ante los ojos de Scoth, quien desconocía las órdenes inhumanas dadas por su propia esposa.

- Señor Summer - titubeó la mujer - sobre el chico, yo... No lo sé - agregó encogiéndose en su puesto.

-¿Cómo dices? - indagó Scoth, sin comprender las palabras de la mujer - Antes de marcharme hace varias horas dí órdenes explícitas sobre el cuidado de mi hijo ¿Por qué no se han cumplido? - preguntó específicamente.

-Señor, le juro que hicimos todo lo posible, incluso hablamos sobre romper la puerta... Pero - el ama de llaves se ponía cada vez más nerviosa y su actitud confundía a Scoth con cada palabra.

Lazos De Sangre (1° Libro De Saga Destino)Where stories live. Discover now