Capítulo 11

18.5K 1.6K 205
                                    

Al llegar a casa pienso en llamar a Chandler, para aceptar su jugosa oferta.

Después de una hora más o menos, tengo la entrevista programada para el día siguiente.

¡Londres allá voy!

Compro un billete de avión económico para hoy mismo, y me aseguro de que Catalina vuelva a reservar el mismo hotel que la vez anterior.

Hago mis maletas rápidamente con lo que puedo necesitar para unos días.

Y en unas cuantas horas me encuentro subida en el avión, no tenía previsto irme hoy mismo a Londres, pero estoy segura que es mejor tomar estas decisiones en caliente.

Al momento de bajar del avión me pongo a esperar mi maleta de color tan poco frecuente. 

Juro que si vuelven a perder mis maletas, voy a enloquecer, no puedo permitir volver a perder tanto tiempo.

Mientras estaba inmersa en mis pensamientos delante de las cintas de equipaje, un apuesto extraño pasa junto a mi.

Lleva una capucha negra que le tapa todo el rostro, aunque ya procura taparse la cara para que no se la vea nadie.

Me llama la atención que quiera pasar desapercibido, pero por un momento me viene un pensamiento a la cabeza.

¡Espera! ¡Es él! ¡El padre de mi hijo!

Voy corriendo hacia él y le agarro del brazo, obligándolo a que se de la vuelta. 

- Lo siento señorita, tengo prisa. - dice intentando deshacerse de mi agarre. - Oh, ¡Espere! Yo... Te conozco, ¿No? - dice curioso y con media sonrisa.

- Sí, estuve en la ciudad hace un par de meses para... - él no me deja terminar la frase.

- Para el desfile de moda, sí me acuerdo, ha sido agradable encontrarme contigo de nuevo. - se está volviendo a marchar, esta vez con nervios e impaciencia.

- Estaba pensando si podríamos hablar un momento a solas. - digo tímidamente.

Se para y me mira con ojos curiosos, duda realmente en si debería irse o darme unos pocos minutos.

- Bueno, claro, no hay problema, vamos a la cafetería del aeropuerto y hablamos. - dice con una sonrisa.

Los dos nos vamos a un pequeño café, decorado con toques de madera oscura, parecía muy lujoso.

Al entrar, él pide que nos sentemos en la esquina del fondo, alejados de la entrada.

- Lo primero es lo primero, ¿Cuál es tu nombre? No creo que me lo dijeras la última vez que nos vimos. - digo con mucho interés.

- Me llamo Aiden, Aiden Stewart. - dice sonriendo, realmente es adorable.

- Soy Leah DiLaurentis. -

- Es un nombre muy bonito, ahora, ¿Qué tenías que decirme? -

Realmente no sabía como empezar esta conversación, era muy frío empezarla directamente.

- ¿Has pensado en mí desde aquella noche? - pregunto nerviosa.

- ¿Eso es lo que querías preguntarme? - parece muy confundido.

- Sí, quiero decir, hay algo más, pero primero tengo que saber qué pensaste de esa noche. - 

- No sé que decir, estuvo genial, eres preciosa... -

- ¿Eso es todo? ¿Fue divertido y eso es todo? - pregunto con incredulidad.

- Mira, creo que eres una chica dulce pero esto no puede... - no le dejo terminar.

El bebé de la RealezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora