cuatro

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Harry / Pasado

Los chicos se alinearon contra la barra en un lado del estudio de danza, mientras que las chicas se alinearon en el otro. Practicábamos elevaciones. En mi antiguo estudio, en Cheshire, la mayoría de las chicas eran más jóvenes y más pequeñas que yo, pero en la Royal Ballet School eran de mi edad y mi altura, si no más altas.

El fin de semana fui a Top Shop para comprar camisetas de tirantes holgadas como las que llevaban los otros chicos. Por fin empezaba a sentir que encajaba, aunque seguía estando lamentablemente atrasado en cuanto a la técnica.

Louis estaba emparejado con su amiga Eleanor, una morena con aplomo pero con un bronceado dorado de los veranos pasados en yates en el sur de Francia. Se peleaban desde el otro lado de la habitación.

"¡No me dejes caer, Tomlinson!", dijo ella, flexionando su zapato de punta.

"¡El, no te dejaría caer si te relajaras!"

"¿Cómo voy a relajarme si sigues dejándome caer?"

Me emparejaron con Gigi, la bailarina más fuerte de la academia. Era alta y musculosa y daba mucho miedo. Parecía una muñeca de porcelana cuando estaba contenta, pero una cobra cuando se enfadaba. Se enfadaba mucho.

Louis me dio un codazo. "Ten cuidado con Gigi. La última vez que un tipo la dejó caer le dio una patada en las pelotas. La llamamos El Cascanueces".

Palidecí.

Liam fue el primero. Su compañera se apoyó en sus hombros y él la levantó del suelo con total facilidad, sus piernas hicieron una tijera en el aire y se deslizaron suavemente hacia abajo.

Zayn atrapó a su compañera con bastante facilidad, haciéndola girar por encima de su cabeza con un brazo, como si estuviera haciendo girar un bastón.

Eleanor maldijo en voz baja mientras corría hacia Louis. Estaban practicando una captura y elevación. Ella tenía que saltar a sus brazos y luego, con el impulso del salto, él tenía que lanzarla al aire y sostenerla por la cintura por encima de su cabeza. Lo consiguió, aunque los nervios le pudieron y tuvo que bajarla antes de que pudieran completar una rotación completa.

Los gélidos ojos azules de Gigi se clavaron en los míos cuando se acercó a mí. Estábamos haciendo una simple elevación de arabesco. La elevación más fácil. Tenía mi mano derecha justo por encima de su cadera y la izquierda bajo su pierna extendida, sujetándola como un camarero presenta una bandeja. Doblé las rodillas y levanté. Llegué más o menos a la mitad de la subida antes de que mis brazos empezaran a temblar.

Louis se mordió el labio.

Zayn se tapó los ojos.

No pude hacerlo. Mis codos se doblaron y la aterricé sin gracia en el suelo.

"Otra vez", dijo.

Una vez más, coloqué una mano firmemente bajo su pierna y la otra en su cadera. La levanté y la dejé caer. Oh, mierda.

Se levantó y me rodeó. "¡Otra vez!"

Lo intenté, pero era físicamente imposible. "¡No puedo!" Jadeé, dejándola suavemente en el suelo.

"Otra vez".

Esta vez la levanté un poco más alto, pero mi forma era descuidada y se escapó de mi agarre.

"Otra vez".

Debimos de hacerlo cincuenta veces, y continuamos mucho después de que los demás hubieran terminado de practicar. Mis brazos se debilitaban, no se fortalecían.

Después de bajarla por última vez, Gigi se volvió hacia los otros chicos y les espetó: "Arréglalo". Giró la cabeza y me golpeó la cara con su cola de caballo.

Flightless Bird || l.s. españolWhere stories live. Discover now