Kitten [Jim Lake Jr x Reader] (Trollhunters)

8

La oscuridad inundaba la habitación, no podías ver ni tu propia mano. Estabas acostada sobre tu cama, con tus tibias y cómodas mantas protegiendote del frío que provocaba el aire acondicionado.

Justo ahora estabas en tu cama, junto James. Quien últimamente tenía que dormir contigo para que pudieras consolar el sueño.

Tu abuelo aún no había vuelto del hospital, y eso volvia a los días más largos y monótonos. Eso era bastante malo, sin mencionar el hecho de que sólo podías visitarlo en algunas ocasiones.

Levantarse, alistarse, tomar el autobús, ir a clases, volver a casa, hacer deberes, recibir a James, ir a dormir, repetir.

Habías tratado de que todo Lo que estaba sucediendo a tu alrededor no te afectará a nivel académico. Sin embargo recuerdas que en las últimas cuatro clases los profesores te habían llamado la atención por estar distraída, sin embargo sabías que ellos habían sido bastante prudentes contigo puesto que sabían tu situación.

Lo único positivo es que últimamente James llegaba a casa a penas se ocultaba el sol. Así que si te distraias lo suficiente casi podrías jurar que no te sentías sola.

-Gatito. -Llamaste en medio de la oscuridad.

Hubo un pequeño espacio para un silencio antes de que James respondiera con una voz algo pastosa pero dulce.

-¿Sí, pequeña Bestia?

-¿Tú te llamas James? -Preguntaste.

-Sí -Respondió de forma automática.

-¿Y tu apellido es Sullivan?

-Eh... No -Contestó dudoso.

-¿Eres familia de él? -Cuestionaste.

-No.

Lograba escuchar el cansancio en su voz, pero sabías que tus preguntas le causaban algo de gracia.

-¿Entonces por que te pareces tanto a él? Tienes cuernos, dientes afilados y tu piel es de color azul.

-¿Es por esa película que me llamas "Gatito"? -Pregunto inquisidor mientras te abrazaba de forma protectora.

"Rayos" Te descubrió... Rápido, piensa en una excusa.

-... No... Para nada. -Respondiste de forma torpe.

-Ya. -Dijo evidentemente sin creerte.

-Gatito -Llamaste.

-¿Sí?

-¿Te escapaste de Monster.Inc?

-Tal vez.

-Gatito.

-¿Sí?

Tomaste aire para hacer la siguiente pregunta. Te acurrucaste aún más en él y oliste su colonia, era aquella que le habías regalado para navidad.

-¿Eres un monstruo?

El silencio Reino en tu cuarto por unos momentos, sentiste como James se tenso levemente y contuvo su respiración unos segundos, un movimiento casi invisible. Pero No para ti.

-... ¿Crees que soy un monstruo? -Pregunto James de vuelta.

Pensaste un poco.

-No. -Respondiste con honestidad.

Sentiste como tu tío se relajaba y su respiración volvía a ser calmada.

-Entonces no lo soy. -Soltó finalmente.

-Gatito.

-¿Sí?

Mordiste tu labio, preguntandote internamente si era o no una buena idea hacer la pregunta que tenías desde un principio en tu cabeza.

-¿El abuelo Toby se va a morir? -Preguntaste en un hilo de voz.

Su respuesta tardo tanto que temiste lo peor.

-... No... El es fuerte. ¿Por qué dices eso? -James te abrazo más fuerte.

Su respuesta te tranquilizó un poco. Aunque por dentro sabías que sólo era una mentira para no hacerte sentir mal.

-En la escuela, una niña estaba llorando el otro día -Comenzaste a explicar- La maestra nos contó que su abuela había muerto. Que ya tenía mucha edad y ya había vivido su vida. ¿Él abuelo Toby va a morir?

-No lo sé -Dijo sonando algo inseguro.

Unos nervios se alojaron en tu corazón cuando escuchaste eso.

-¿Tú también vas a morir, verdad? ¿También me vas a dejar sola? -Preguntaste Alarmada y repentinamente al borde del llanto.

Sólo pensar en un mundo sin tu amado abuelo y sin James te arrugada el corazón. Eran lo único que tenias, no se podían ir sin ti. No querías quedarte sola, ellos dos eran todo lo que tenías.

-No te dejaré sola. -Dijo James seguro de sus palabras, pudiste notar un toque amargo en su voz, como si recordara un hecho doloroso, pero lo pasate por alto debido a tu propio dolor que se acumulaba en tu pecho y te hacía querer ponerte a llorar.

-¡Claro que sí! ¡Mis padres me dejaron sola! ¡Ahora el abuelo! ¡Sólo faltas tu! -Exclamaste con la voz rota y desesperada.

-No lo haré. Siempre estaré contigo. Los Trolls vivimos mucho tiempo -Respondió, James te abrazaba fuertemente para tratar de reconfortarte al menos un poco, a pesar de que el también estaba asustado.

-¿Lo prometes? -Preguntaste.

-Lo prometo -Respondió enseguida.

Dicho esto, el dolor que apuñalada tu Corazón se calmó poco a poco, sintiendote segura con James a tu lado. No querías apartarte de él.

-Gatito.

-¿aja?

-Me gusta tu cabello, es sedoso y muy suave -Pronunciaste mientras un bostezo se escapaba de tu boca sin tu permiso.

Subiste una de tus manos a la cabeza del Troll y acariciaste su sedosa cabellera entre tus dedos.

-Gracias. Ahora a dormir. -Dijo fingiendo seriedad.

Paso seguido comenzó a "Roncar" haciendo se el dormido.

-Gatito.

-Mmh?

-¿Estas Dormido?

-mmmhhj

-Gatito

-Dime

-Te amo mucho, Gatito.

Sentiste como James retuvo su respiración durante un segundo, para acto seguido besar tu frente de una manera tan dulce que derretiria hasta al iceberg más grande del mundo.

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