ִ ִֶָ ┊El diario de ChangKyun ¡! JooKyun

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- ¿Sigues sin saber nada de él - Era la tercera vez que pasaba por el departamento de KiHyun y ChangKyun esa tarde. La angustia lo tenía inquieto, no pudo conciliar el sueño en toda la noche y su mente estuvo completamente ida en las clases de hoy. Estaba muy preocupado...

- JooHeon, no es que me moleste que vengas - Habló con suavidad el pelirrojo sonriéndole con cortesía. - Más bien me pone muy feliz que te preocupes así por Kyunnie, pero te prometo que cuando sepa algo de él te voy a llamar. No te preocupes, no es extraño que se vaya días enteros - KiHyun le restó importancia, tratando de transmitirle seguridad al rubio aunque por dentro estuviera al borde de un colapso nervioso. - Estará aquí a mas tardar en la madrugada, tranquilo -

El rubio suspiró decepcionado mientras pedía disculpas por molestar comenzando a caminar hacia el ascensor para devolverse a su departamento, su corazón no lo dejaba estar tranquilo. Hyungwon y Minhyuk jamás lo habían visto tan angustiado, incluso Mingyu estaba sorprendido de los pésimos ánimos que tenía JooHeon.

El día anterior ChangKyun tampoco había podido conciliar el sueño, giraba en su cama inquieto pensando en todas las consecuencias que podía traer haber perdido su diario. A eso de las cuatro de la madrugada el agotamiento pudo con él haciendo que quedara rendido ante los brazos de morfeo cosa que no duró mucho pues a las dos horas estaba despierto nuevamente, sintiendo sus músculos entumecidos y sus párpados pesados.

Decidió encender su celular el cual estaba cargándose al lado de su cama completamente apagado, dejo presionado un par de segundos el botón de encendido y esperó a que el aparato reaccionara. Su celular parecía haber iniciado de forma normal, pidió que ingresara la clave para desbloquear y lo único que hizo fue escanear su dedo índice en el sensor del aparato.

Se preocupo al momento de tratar de deslizarse libremente por su pantalla de inicio pues esta estaba completamente laggeada, no entendía el porqué su teléfono no reaccionaba aunque apagara la pantalla y la volviese a encender. Todo fue claro cuando la barra de notificaciones comenzó a reventar en mensajes.

Sus ojos se abrieron como platos, su respiración había comenzado a fallar mientras un descomunal sentimiento de terror lo recorría completamente. Sus ojos se paseaban por encima de todos los mensajes que le llegaban por todas sus redes sociales, lo insultaban, le entraban llamadas de números desconocidos y lo agregaban a grupos de conversación donde comenzaban a humillarlo y decirle cosas horribles.

Estaba experimentando un autentico ataque de pánico, su corazón latía de forma rápida y dolorosa logrando que la presión en su pecho no lo dejara respirar tranquilamente. Sentía que se asfixiaba, las lágrimas no tardaron en aglomerarse en sus ojitos nublando su mirada, terminando por desbordarse a medida que seguía leyendo la cantidad descomunal de mensajes de odio que abarrotaban sus notificaciones

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Mierda ¿Por qué a él?

El reloj no marcaba ni las siete de la mañana cuando prácticamente toda la universidad estaba tirándole odio, ¿La causa? aquella publicación en anónimo que exponía su más íntima privacidad, lo único que había logrado hacer en su desesperación era reportar la publicación principal para que fuera eliminada del blog.

Pero siempre que eliminaban la publicación alguien la resubía etiquetando a más usuarios para que la vieran y se enteraran de todo el alboroto. "El diario de ChangKyun" era la tendencia mas buscada en el blog de la universidad. Y en el apartado de foro el #FinallyimkyunnisOverParty era el hashtag que dominaba las conversaciones a esas horas de la mañana.

Sus redes sociales eran un caos, lo insultaban, le deseaban la muerte, prácticamente lo estaban quemando vivo. Sus manos temblaban ¿Quién pudo haberle hecho algo así? ¿Qué tenían en su contra? y lo más molesto de todo era que esa persona era astuta pues había publicado todo en anónimo para que no se enterarán quién había sido el responsable.