Ha pasado un año desde que los Villain Kids, cuatro muchachos diferentes a todos los que les rodean, han decidido quedarse a vivir en Auradon. Su nueva vida cotidiana es interrumpida por el regreso de un joven príncipe, Aziz, quien tiene recuerdos...
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Había algo seguro. Ni Jay, ni Carlos, ni Evie ni Mal querían ir a Auradon.
—¡NO PLANEO IR A UNA ESCUELITA PARA PRINCIPES Y PRINCESITAS! —le gritó Jay a su padre quien, al estar distraído frotando una lámpara, lo ignoró completamente.
—Esa es la única razón por la que yo iría —dijo Evie mirando con ensoñación el techo resquebrajado de la casa de Maléfica— Un príncipe... casarme con uno guapo y que tenga un enorme castillo...Los muchachos de acá no tienen nada.
—Haz tu mejor esfuerzo —soltó la reina Malvada con una risita—Dudo que alguien se fije en tu cara sarnosa o cuerpo deforme.
Evie cerró los ojos fastidiada y no dijo nada.
Al mismo tiempo Carlos, que estaba sentado en una esquina de la sala, se armó de valor y se puso de pie.
—P-pues y-yo no planeo ir a A-Auradon—tartamudeó—Allá hay p-perros y no quiero ver p-p-erros y...
—¡PUES VAS A IR ASÍ SEA PARA TRAERME UN ADORABLE CACHORRITO DALMATA! —exclamó Cruella golpeando con la palma la mesa del comedor— ¡¿ENTENDISTE?!
Carlos asintió asustado, y se volvió a sentar en el suelo, temblando.
Maléfica, que hasta ese momento había permanecido en silencio mirando por la ventana, se dio la vuelta con brusquedad y caminó hacia sus "invitados". Solo Mal se quedó lejos de aquel grupo, recostada contra una pared y observando la poca luz que se reflejaba el alfeizar.
—¡TODOS USTEDES SON UNOS IDIOTAS! —exclamó la hechicera oscureciendo la habitación—¿Acaso no ven la verdadera razón por la cual nos estamos reuniendo antes de enviar a estos sarnosos allá?
—No —replicaron todos, excepto Mal
—Pues para matar a Bella y Bestia, y de paso a su hijo. ¿No? —aventuró la pelimorada con fingida indiferencia, esperando a que su madre la felicitara.
—Si y no —negó Maléfica—Aún te falta mucha evolución para llegar a mi nivel de sabiduría, Igna. Eso que dices podría ser la cereza del pastel. Pero lo que realmente importa es...—bajó la voz—La varita del hada Madrina, ¿Lo entienden? Ustedes irán a Auradon, robarán la varita y destruirían la barrera. Finalmente recuperaran mi cetro, para que así yo pueda ¡Gobernar el mundo a mi voluntad! ¡REGRESAREMOS A LOS AÑOS DE OSCURIDAD PERPETUA!
Los rostros de Cruella y Jafar se iluminaron. El de Mal también: Vio aquello como una oportunidad para sorprender y enorgullecer a su madre. A lo mejor, si aquella misión salía bien, Maléfica le haría su mano derecha.
