CAPÍTULO 11

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"El reporte"

Pasaron los días, Aidan y yo seguimos saliendo y conociéndonos. Cada vez pasamos más tiempo juntos, se podría decir que ambos estamos muy enamorados, no sé, eso es demasiado cursi. Cada vez tenemos más contacto físico, pero nunca un beso en los labios, no sé, tal vez aún no hemos llegado al momento exacto o perfecto para eso. La maestra de literatura hace casi un mes nos había pedido un reporte escrito sobre cualquier libro que quisiéramos leer y ese día nos estaba recordando que teníamos que entregarlo.
–Jóvenes, recuerden que mañana es el último día para entregar el reporte del libro que eligieron. Vamos chicos, T/N es la única persona que ha entregado su reporte. Recuerden que es para mañana. Bueno, pueden retirarse. Gracias.
–¡Ay! -dijo Aidan mientras suspiraba-
–¿Qué pasa?
–Nada, es que tengo que hacer y entregar un reporte de un libro para mañana -dijo un poco abrumado-
–Lo sé, si quieres yo te ayudo a hacerlo. ¿Qué libro estás leyendo?
–Es que ese es el problema; aún no estoy leyendo ningún libro
–¿En serio? Pero si la maestra dejó esa tarea como hace 3 semanas, suficiente tiempo para leer un libro y hacer un reporte
–Sí, pero literatura no es precisamente mi clase favorita y lo había olvidado
–¡Ay, Aidan! -suspiré- Ven, vamos a la biblioteca a elegir un libro
Llegamos y entramos a la biblioteca
–Bien, ¿qué género de libro te gustaría leer?
–El que sea, sólo quiero un libro de pocas páginas
Aidan se dirigió a la sección de novelas de drama y tomó un libro?
–¡Perfecto, 100 páginas!
–¿Rebeldes de Susan E. Hinton? -tomé el libro-
–Uh, sí, ¿lo has leído?
–No, pero he escuchado sobre el
–Bien, entonces leeré este
Salimos de la biblioteca.
–¿Sigue en pie tu propuesta de ayudarme con el reporte?  -preguntó Aidan-
–Sí, ¡por supuesto!  -sonreí-
–Ok, entonces, ¿vamos a mi casa?
–No, mejor en la mía, mis padres están de viaje y no llegarán hasta mañana por la tarde
Aidan me sonrió y levantó las cejas
–O sea, no, quiero decir que así me ahorro tener que decirles que irás a estudiar conmigo  -expliqué-
–Define "estudiar" -dijo mientras sonreía-
–¡Ya! -dije riendo- Entonces, ¿en mi casa?
–Sí, sólo déjame avisarle a mis padres que hoy no iré a trabajar porque iré a estudiar contigo -dijo volviendo a levantar las cejas-
Aidan llamó a sus padres para avisarles. Después de unos minutos de camino llegamos a mi casa. Abrí la puerta y entré
–Adelante -le dije a Aidan sonriente-
Aidan ponía la vista por todas las partes de la casa.
–¿Así que aquí es donde vives? -seguía observando la casa-
–Sí, ya la conocías
–Pues sí pero jamás había entrado
–Pues dale, subamos a mi habitación
–¿A tu habitación? -preguntó sonriendo-
–Sí, ahí estudiaremos. Nunca he estudiado en otro lugar que no sea mi habitación, entonces...
–Ok, vamos. Espera, ¿y qué comeremos?
–Ahorita pedimos algo
Subimos a mi habitación. Entré primero yo y después Aidan.
–¿Esta es tu habitación?  -preguntó observando mi cuarto-
–Ajá
–Sinceramente es tal y como la imaginaba  -admitió-
–¿Tú la imaginabas? -pregunté un poco sorprendida por lo que había dicho-
–Sí, y también te imaginaba a ti tumbada en la cama -sonrió-
–¿Ah? -pregunté alterada y confundida-
¡Dios! ¿Qué imaginaba Nadia?
–Tumbada en la cama leyendo -dijo finalmente y sonrió-
Bueno, de todo lo que había pasado por mi mente, esa era la mejor respuesta.
–¿Sushi o pizza? -pregunté antes de que la tensión surgiera-
–¿Qué?
–Sí, ¿qué prefieres comer? ¿Sushi o pizza?
–Últimamente hemos comida mucha pizza, entonces sushi
Era cierto, siempre que estábamos juntos comíamos pizza.
–¿California Roll te parece bien?
–Sí, me encanta -dijo sonriendo-
Pedí el sushi, llegó el repartidor, comimos. Aidan conoció a Alvin y estuvimos acariciándolo y jugando un rato con él. Nadia había reído a carcajadas cuando le había contado que mi gato se llama Alvin. Después de un rato de jugar con Alvin y de que Aidan tratara de cambiarle el nombre porque "Alvin" es nombre de ardilla nos dispusimos a estudiar.
–¿Listo para empezar a leer?
–Umm...
–¿Qué?
–Es que son 100 páginas -dijo quejándose-
–¡Exacto! Sólo 100 páginas -exclamé-
–¿Te parecen pocas?
–Sinceramente sí
–¡No! Son demasiadas -volvió a quejarse-
–Aidan, yo he leído un libro completo en un día. 100 páginas son muy pocas, créeme
–Por favor T/N, un libro de cuentos infantiles no cuenta
–¡Oye! -reí- No era un libro de cuentos infantiles
–¿Entonces? ¿Qué libro era y cuántas páginas tiene?
–Eleanor y Park de Rainbow Rowell, tiene más de 800 páginas
–Wow, ¿y lo leíste en un sólo día?
–¡Ajá!
–Todos mis respetos para ti -dijo y ambos reímos-.

Aidan Gallagher, el primer chico del que me enamoré (Aidan y tú) [1]Where stories live. Discover now