Cameron Collins |TERMINADA|

4_ There's always, always, always something to be thankful for.

Luego de la larguísima charla con Chase, que en realidad fue un cuestionario, decidimos entrar a su casa, ya que el clima había cambiado, y estaba haciendo mucho frío. Chase odiaba el frío.

Decidimos ir a su habitación a seguir hablando. La charla se transformó en una película, y cuando me di cuenta, ya eran las diez de la noche.

- ¡Oh por dios, Chase! Es muy tarde. Aden va a asesinarme.

- ¿Y? Quédate a cenar. Mis padres no tendrán problema.- Y como si los hubiese invocado, los padres de Chase aparecieron en su puerta.

- Cariño volvimos. Entonces es cierto,-dijo viéndome su madre.- trajiste una chica.

- Espero no hayan hecho nada aquí. Están tus hermanos pequeños. La próxima me avisas y si no tienes dinero nosotros te lo damos, pero vayan a un hotel.- dijo su padre.

- ¡Oh no Dios! Nosotros no... nosotros no hicimos nada... sólo charlamos, digo acabo de subir.... no es que fuéramos a hacer algo. ¡Oh Dios mío, haz que la tierra se abra y me trage.- dije golpeando mi cabeza con la almohada.

- Ella es Allyson Summers. La chica de la que les hablé.- dijo Chase. ¿Él les había hablado de mí?

- ¡Oh! ¿Te quedas a cenar cariño?

- No, de hecho ya me estaba yendo, pero fue un placer.

- Genial. Nosotros saldremos a comprar las cosas para la cena. Con mi esposo cocinamos genial. Te encantará.- dijo la madre de Chase saliendo, como si yo hubiese aceptado.

- Ella nunca aceptar un no como respuesta.-dijo Chase.

- Supongo que debo llamar a casa.- dije sacando mi móvil, y saliendo de la habitación. Luego del tercer tono, mamá contestó.

- Hola cariño ¿Qué tal tu cita?

- No es una cita mamá. Pero va bien. Llamaba porque los Collins me han invitado a cenar. ¿Hay algún inconveniente con eso?

- Para nada cariño. Sólo no vuelvas muy tarde. Diviértete. Te quiero adiós.

- Yo igual. Adiós mamá.-dije cortando.

Iba a volver a entrar a la habitación pero vi a Cameron, enfrente de una puerta toda rosada con el nombre de Amanda. Parecía preocupado.

- ¿Está todo en orden?

- No es de tu incumbencia.-dijo. Cuando iba a darme vuelta, se escuchó un sollozo de la habitación.- Tu eres mujer ¿Cierto?- reí.

- Sí.- dije.- ¿Porqué?

- Amy necesita una charla de mujeres.

- Apenas si la conozco.

- Pero eres mujer. Por favor.- se veía vulnerable. Entonces me di cuenta de cuánto significaba esto pararo él. Y se que si pudiese se lo hubiera pedido a alguien más. Así que creo que significaba que no tenía a nadie más.

- Claro.-dije y me acerqué a la puerta de Amanda.- Amy, soy yo, Ally. ¿Quieres hablar?- dije, y Amy abrió la puerta empujándome hacia dentro.- ¿Que pasó cariño?- dije viendo su cara empapada de lágrimas, mientras las secaba.

- Hay unas niñas en el colegio, ellas me molestan siempre, me dicen que soy fea y señalan mis defectos, como el color de mis ojos y cabello.- dijo sollozando.- Y hay un chico,- dijo con una pequeña sonrisa en su cara.- él me gusta, pero yo no a él y ellas también me molestan por eso. Y cada vez me siento peor.- dijo llorando nuevamente.

- Cariño, esas niñas dicen esas cosas horribles de ti, por envidia. Ellas envidian tus ojos y cabello. Y a ellas les gusta llamar la atención. Ellas necesitan esa atención. Y lo más seguro es que la necesiten porque algo en su vida no está bien. No tienes que sentirte mal, pero tampoco enojarte con ellas. Tu sólo se amable. ¿Sí?  Y si ese niño no está interesado por ti, no te preocupes, eres pequeña, el chico indicado llegará, pero debes ser paciente. Ahora limpiemos esas lágrimas y enseñame esos grandiosos dibujos que tienes ahí.-dije señalando una pared con unos dibujos demasiado buenos como para ser de una personadas de diez años.- Y no lo olvides. Siempre, siempre, siempre hay algo por lo que estar agradecidos.- luego de media hora ya estaba saliendo de la habitación de una muy feliz Amy.