Conjunto de one shot/drables/viñetas/lo que sea de Kirishima x Bakugo siendo felices juntos. Todo amor y esas cosas cursis por acá.
Relatos independientes, algunos contienen erotismo.
Como en todas mis historias, los personajes hablan con voseo rio...
Bakugo y Kirishima llevaban dos semanas saliendo en secreto, no había una razón para ocultar su noviazgo a los demás, pero tampoco una razón para comunicarlo. No necesitaban decírselo a nadie, para ellos era suficiente estar juntos. De todos modos, sus compañeros iban a darse cuenta tarde o temprano.
Era sábado por la tarde, aprovechando el día libre y el buen clima habían programado una salida. Estaban paseando por un parque tan grande que era difícil recorrerlo todo en un solo día. Kirishima se había encargado de ser quién planificara las actividades del día, ya que Bakugo expresó que le daba igual a donde vayan.
Eijiro se decidió por ese parque que quedaba un poco alejado de la UA porque tenía buenos comentarios en Internet y varios sitios de interés donde podrían sacarse fotos.
Ingresaron por los portones de rejas negras y doradas, en la parte superior tenía una figura de un águila. Bakugo como siempre no demostraba lo que pensaba, pero Kirishima empezaba a darse cuenta de los pequeños gestos que hacía cuando algo le gustaba. Aunque nunca decía nada, porque también sabía que a su novio no le gustaba cuando alguien dejaba en evidencia sus pensamientos.
Cerca de la entrada había un plano del lugar, al que le sacaron una foto para saber dónde estaban los sanitarios y puestos de comida.
Kirishima estaba muy feliz de poder pasar ese día a solas con Bakugo, y lo hacía notar. Sonreía mucho, pedía sacarse fotos juntos en cada monumento que veían y consultaba seguido el plano para ver cuál sería el próximo sitio para visitar.
Bakugo se dejaba arrastrar, le encantaba ver a su novio feliz y no le importaba complacerlo en todo si el resultado iba a ser esa hermosa sonrisa. Pero él quería más, quería besarlo.
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Llevaban una hora recorriendo el lugar y estaban cansados. Decidieron comprar un cucurucho de helado y sentarse en un banco frente al lago. Cuando terminaron de comer se quedaron mirando los patos que nadaban frente a ellos, un grupo de patitos bebés que seguía a su mamá por todos lados había captado la atención de Kirishima. Bakugo lo miraba con su cara seria que no dejaba notar las ganas que tenía de besarlo ahí mismo. Pero si lo hacía su novio se iba a escandalizar, por lo que solo lo tomó de la mano entrelazando los dedos. Después, acercó las manos de ambos a su boca y dejó un beso tierno en el dorso de la mano de Kirishima.
Kirishima lo miraba sonrojado y un poco asustado, ¿qué pasaba si alguien los veía? Estaban en un parque, había mucha gente alrededor.
Bakugo lo miró a los ojos, sin decirle nada le dio a entender que le importaba un bledo lo que pensara la gente, gente que ni siquiera los conocía. Por lo que no permitió que Kirishima soltase su mano.
Kirishima pensó que su novio era muy masculino por vivir sin importarle lo que los demás pensaran de él. Y luego se dijo a sí mismo que no estaban haciendo nada malo, simplemente estaban pasando el rato como cualquier otra pareja enamorada.
