Capítulo extra (baúl) parte 2/2.

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[Para entender mejor, releer capítulo 7]

"Dicen que si dos personas ven juntas nieve diamante, se enamoran."-Zoé.

Pasé mis dedos por las fotografías.

Después de haber dejado sobre el escritorio la diminuta hoja, me dispuse a sacar lo demás. Me encontré con unas fotografías, que, aunque viejas, eran visibles aún.

«Disfrutaba ser mayor de edad, porque podía salir de casa sin pedir permiso. Pero los últimos años, mi cabeza estaba vacía y no sabía que hacer para llenarla.

Valerie no estaba en la ciudad y yo no tenía más amigos. La cámara se había vuelto mi nuevo confidente. Disfrutaba tomar fotografías, pero estaba casi seguro, que no quedaba otro lugar en Chicago donde ya no hubiese fotografiado. Fue entonces cuando, mientras navegaba en google, me encontré con Hokkaido y la nieve diamante, y decidí que emprendería un viaje hasta Japón.

Y, ahora, me encontraba bajando del transporte por la parte delantera. Me aseguré de coger con fuerza mi maleta para no perderla. Cuando baje, una chica torpe chocó contra mí. Me miró fijamente y pronunció algo que no comprendí. Después salió corriendo cuando un chico la llamó. No sabía absolutamente nada sobre el idioma japonés, pero estaba casi seguro que ella era Japonesa por su forma de hablar.

Olvidé ese incidente y me dirigí al taxi que me llevaría hasta el hotel.


Salí al balcón de mi habitación para tomar unas cuantas fotografías y respirar un poco el aire fresco. En la habitación de mi lado, se encontraba una chica, que lucía muy divertida tratando de imitarme.
Sin que se percatara de mis movimientos, tomé una fotografía de la chica. Después la observé y me reí un poco por ello. Para cuando levanté la vista, ya no se encontraba. Nunca he tomado fotos a una chica, involucrando mis sentimientos. Y esta, no era la excepción.

Antes del amanecer, emprendí mi recorrido hasta donde vería la nieve de diamante. Había escuchado el dicho sobre dos personas que se enamoraban si ven juntos la nieve de diamante. Me parecía algo sin sentido, por lo que no estaba preocupado. Al llegar, me encontré con hombres y mujeres ansiosos por ver la nieve de diamante juntos. Creo que terminaría enamorado de mi cámara.

Después de casi una hora, miré como la nieve diamante se dejó ver. Lucía más hermoso y mágico de lo que había imaginado. Mi cámara comenzó a hacer su trabajo. Por un momento, me giré y me encontré con la misma chica divertida del teléfono. Sentí la necesidad de fotografiarla nuevamente, así que, lo hice; luego miré la fotografía. El paisaje y la chica hacían un escenario perfecto. De pronto sentí palpitar mi corazón. Estaba enloqueciendo. Volví mi vista hacia ella, pero se había ido.


Esa mismo día, pero más tarde y antes de partir de regreso a Chicago, fui en busca de algo más cálido para fotografiar. Había visto varios folletos, hasta encontrarme con el jardín botánico, que se encontraba un poco alejado de la ciudad. Fui hasta éste y tomé varias fotografías de las plantas que habitaban ahí. Luego, subí a un estrecho y largo puente. Apunté mi cámara hacia abajo y el lente captó a una chica mirando hacia mi dirección. Con el zoom acerqué el lente y casi dejo caer la cámara desde el puente. La chica del teléfono estaba aquí, otra vez.

Cogió su teléfono, hizo unos ademanes y colgó, para después salir apresurada corriendo. Tomé una fotografía de ella, mientras corría a toda velocidad. De nuevo sentí esa sensación extraña en mi estomago, pero le ignore.

Me quedé más tiempo de lo esperado y la noche ya cubría el lugar. Regresé para recoger mi equipaje y volver a Chicago, pero me detuve en una tienda que permanecía abierta las 24 horas. Fui directo al pasillo de aperitivos.

La campana que suena cada que alguien entra, se escuchó. Estaba concentrado en decidirme por los cheetos o galletas oreo, pero no pude evitar mirar la pequeña escena del chico en pijama. Además, terminé riendome al igual que la cajera por ver como lucía el chico; este sudaba como si hubiese estado ya en muchos lugares en busca de preservativos. Al principio, creí que era Thomas por su idéntico cuerpo de espaldas, pero era imposible. Sin contar, que venía buscando algo que Thomas no compraría. Al menos, eso quise creer yo.

Luego de esa experiencia, cogí las galletas oreo y fui al hotel por mis maletas. Ahora me encontraba sentado en la parada de autobuses.

Mientras esperaba, decidí mirar todas las imágenes que había tomado de Hokkaido. La chica del teléfono aparecía dos veces y su belleza era indiscutible. Por un momento creí sonreír. Todas las fotografías eran solo paisajes, excepto las de esta chica. Todas eran simples imagenes... Excepto la chica del teléfono.

Y esta, fue la primera excepción.»

Grité con las pocas fuerzas que me habían quedado después de que ella se fue. Estaba triste y enojado. Mis sentimientos se mezclaban entre sí, haciendo una combinación extraña.

Lancé todas las cosas que se encontraban sobre el escritorio, haciendo que cayeran y golpearan contra el vitropiso.

Era ella, era Zoé... Mi Zon.

Aún mi mente trataba de procesar algo que ella ya no iba a poder ser capaz de saber. Porque...

...Se ha ido.

Y ahora, las lágrimas están cayendo.

Y jamás cesarían.

(...)

(N/a); ¡Ha terminado la historia! Hasta aquí llegó este triángulo amoroso. ¿Están impactadas después de leer como se conocieron realmente y que el único amor de Hunter desde el inicio fue Zoé?

Muchísimas gracias por todo su apoyo, por sus bellos comentarios y sus votos. Sin ustedes, esto nunca hubiese sido posible y jamás la hubiese terminado de escribir jaja. Todo esto se los debo a ustedes y solo a ustedes. ¡Gracias por las 9 mil leídas!
Las invito a que lean mi proximo proyecto "HEAVEN", protagonizada por nuestro hermoso pelirrojo Eddy. Espero que esta, tantos o más frutos que tears are falling.

¡Gracias y hasta pronto!

Kaory.

Tears are Falling | TerminadaOnde histórias criam vida. Descubra agora