Tears are Falling | Terminada

23. Aceptar tus sentimientos.

"Ahora que lo veo, tú eres alguien que sólo puede hacerme decir gracias."

Apenas crucé el patio delantero de la mansión fui a encerrarme al estudio. Cada año, al retomar las clases, se prepara una fiesta de bienvenida entre los chicos en la mansión Hayes. Realmente, nunca estaba celebrando cómo había sido mi año nuevo con los chicos ni ingiriendo líquidos con alguna sustancia prohibida dentro de el. En lugar de ello, prefería mantenerme al margen, encerrado en el estudio de fotografía.

En el segundo piso, una puerta daba al estudio, pero siempre todos solían confundirlo con el sanitario. Así que, comencé a colocarle el seguro, pero ésta noche no lo había recordado.

ㅡLo siento, pensé que era el... ㅡcalló cuando observó todas las paredes tapizadas de fotografías.

ㅡ¿El baño?

Asintió.ㅡEsto es hermoso.

ㅡCierra la puerta, por favor.

ㅡLo siento ㅡdio un empujón a la puerta y esta se cerróㅡ así que, este es tu pequeño secreto.

ㅡAlgo así ㅡvolví la vista a la pantalla de la laptop.

ㅡ¿Por qué todos son rostros cubiertos?

Fijé mi vista en ella.ㅡ Porque quiero, Zon.

Rodo los ojos.

Suspiré y caminé hasta donde ella sujetaba una foto.ㅡ El rostro de las personas expresan sentimientos y emociones ㅡme acerqué másㅡ quiero fotografiar a la chica de la que me enamore y, así, poder ver sus expresiones siempre que la extrañe. Sí está enojada, ver cuando esté alegre; sí está triste, ver cuando esté feliz; sí ya no me quiere, ver cuando estuvo ㅡcogí sus manosㅡ ...enamorada de mí.

Alejó sus manos al momento que dejé de hablar. ㅡEso es deprimente.

ㅡTal vez, pero al menos me mantendrá alejado de cometer una estupidez.

Volví a la laptop.

El silencio inundó la habitación y comencé a sentirme nervioso e incómodo. Había llegado a tal punto de clickear sin sentido el mouse por toda la pantalla, hasta había abierto por séptima vez una partida de solitario. Pero entonces habló.

ㅡ¿Qué guardas en este baúl?

La miré, un pequeño baúl de madera era sostenido entre sus manos.

ㅡUn baúl.

ㅡEso obviamente lo sé ㅡrió.

ㅡUn baúl sin importancia.

ㅡTiene candado, Hunter ㅡme mostró el candado como sí el dueño de el, no lo sabría.

ㅡNo es nada, Zon ㅡregresé a la partida de solitario en la laptop.

Bufó luego de azotar el baúl contra la mesa. ㅡ Creí que éramos amigos y que me tenías la suficiente confianza para decirme lo que contiene, pero veo que me equivoqué.

Sus pasos hacían eco por toda la habitación como si calzara tacones.

ㅡ¡Espera! ㅡme puse de pie y di unos pasos para detenerme a lado del baúlㅡ te diré.

Dejó caer su mano del pomo de la puerta y giró para caminar hasta mí.ㅡTe escucho.

ㅡSon recuerdos ㅡpausé para tragar en secoㅡ ...con mamá de un viaje que hicimos. Es lo único que me queda de ella.

ㅡAh ㅡdijoㅡ gracias por confiar en mí ㅡenrolló sus delgados brazos por mi espalda.

...

Revisé el reloj de la pared, marcaba las doce de la noche. Me levanté de la silla y estiré todo mi cuerpo, había estado sentado por varias horas que había quedado entumido.

Observé a Zon. Descansaba con los ojos cerrados sobre el sofá. Cogí una cobija y la pasé por su anatomía para cubrirla.

Caminé de regreso a la laptop y tomé la cámara que reposaba a un lado. Volví a ella y observé detenidamente su rostro. Era una expresión sin expresión. Era confusa. No sabía identificarla. Sólo descansaba y respiraba, estaba viva.

Presioné el botón varias veces hasta obtener diferentes fotografías de la chica sin expresión.

ㅡAhora que lo veo, tú eres alguien que sólo puede hacerme decir gracias ㅡcaminé hasta su rostro inclinándomeㅡ gracias, Zoé ㅡbesé su entre sien.

Justo cuando me levanté, los ojos de Zon se abrieron mostrando su color avellana.

ㅡ¿Qué hora es? ㅡpreguntó frotando sus ojos.

ㅡMedia noche.

ㅡ¡¿Qué?! ㅡse levantó del sofá bruscamenteㅡ es tardísimo, Thomas debe estar buscándome para irnos.

ㅡThomas.

ㅡSí, Thomas. Venimos juntos, se supone que debía estar con él y no contigo  ㅡfrotó su sienㅡ nos vemos, Hunter ㅡdijo, saliendo de la habitación.

Thomas. Eso me había hecho recordar que el día que regresamos al campus. ¿Qué le había dicho? Era una pregunta que me cuestionaba a diario.

...

Había estado ocupado en el cuarto de revelación que las horas transcurieron sin piedad. Podía asegurar que serían las dos o tres de la mañana.

Después de pasar las fotos por el líquido, las colgué sosteniendose con unas pinzas.

En mi cabeza solo había espacio para una persona: Zoé.

Y eso me confundía. Me sentía impotente al no conocer mis sentimientos, al no entenderlos.

En las fotos, Zon dormía y se veía hermosa. Aún disfrazada de chico me parecía hermosa. Siempre lucía hermosa para mí.

De un momento a otro, todo se aclaró.

Tecleé un mensaje y lo envié a Valerie. No importaba si era muy temprano para molestarla. Necesitaba dejar todo aclarado con ella.

Llevaba una sonrisa que no me había percatado cuando ya estaba fuera del edificio donde las mujeres descansaban. Una chica rubia yacía en pijama fuera del edificio. Se puso del pie al instante de verme.

ㅡSupongo que debe ser algo importante para que me despiertes a las tres de la mañana ㅡdijo.

Mis manos estaban sudando dentro de los pantalones aún estando a 10 grados centígrados.

ㅡNo voy a casarme contigo. Me gusta otra persona.

Aceptar tus sentimientos es el paso más importante: decides arriesgarte, sufrir, sonreír...vivir.