UPPERCUT || Amor Y Muerte #1

11.

Emma

Minutos después de continuas insinuaciones, muchos tragos y autocontrol para no reventarle la botella en la cabeza, la pesadilla con patas seguía siendo insufrible, así que decidí cambiar el rumbo de la conversación aunque me importase una mierda.

- A ver, señorito Rey Del Boxeo, ¿cuál ha sido tu peor pelea?

- Hace 2 meses - dijo agachando un poco la cabeza y mirándose las manos avergonzado - no fue una pelea limpia, los dos nos odiábamos.

- ¿He tocado un tema que te hace dejar de ser un capullo?

- Sí.

- Adelante entonces, ahora si te escucho. ¿Qué te pasó? - dije girándome un poco hacia el para verle la cara.

- A mi nada, lo típico, un poco de sangre y unos cuantos moratones, la peor parte se la llevó él. Le di un mal golpe, pero no fue intencionado... Es decir, si que lo fue, le quería hacer daño, pero no tanto. Le dejé en coma. Despertó 15 días después y le pedí perdón pero no recordaba nada.

- Vaya... Pediste disculpas a alguien...

Me miró mal y empecé a reírme. El vodka empezaba a hacer su efecto.

- Vale, vale. Cuéntame que es lo peor que te pasó a ti. Escuchar cómo te humillaron siempre será un buen plan.

- Es entre gracioso y patético.

- Cuéntame - dije con interés.

- Iba borracho, como tu ahora mismo, así que los golpes no los calculaba bien. Me dieron una paliza y acabé en el hospital. Gracias a eso tengo mal un par de costillas.

Empecé a reírme como una imbécil, lo que hizo que el rodase los ojos.

- Lo siento - reí - ¿Hace cuánto fue?

- Un mes.

- Vamos que sigues mal.

Se levantó la camiseta comenzando a mirarse las costillas y dejándome ver parte de su abdomen.

- No, ya están bien.

- Estarán mejor - me centré primero en los abdominales y pasé la vista a las costillas después - pero dudo que estén bien del todo. Mi padre es cirujano y una costilla rota cicatriza en seis semanas, no en cuatro. Estás roto.

Me empecé a reír más al imaginarme a Dylan dando puñetazos al aire sin poder evitar el golpe que se llevó.

- Al follar no me duelen, así que están genial. Si quieres podemos comprobarlo y te quedas tranquila.

- Estoy borracha Dylan, pero no soy gilipollas, así que aparta esa actitud de mierda porque la botella esta casi vacía y ya has oído mi amenaza de antes. Creo que tu culo quiere seguir intacto.

Empezó a decir tonterías de las que no me acuerdo sobre que era inevitable dejar su actitud, así que aproveché para tocarle las costillas, a lo que respondió apartándose rápido.

- Si, llevabas razón, están genial - dije con ironía.

- ¿Se puede saber que haces?

- Te mueres por que te toque y ahora te apartas, aclárate Smith. Por cierto, siguen rotas.

- No me duelen.

- Claro que te duelen, y como te des un buen golpe pueden clavarse en el pulmón.

- Te recuerdo que he peleado hoy.

- Y yo te recuerdo que ese chico casi ni te ha tocado.

- Me ha dado y estoy perfectamente.

- Tienes que tener cuidado - dije suspirando cansada ante lo terco que podía llegar a ser - no lo digo por que me importe, lo digo por... William. Eres su amigo y una buena fuente de ingresos. No le haría gracia que tuvieras que dejar el boxeo un tiempo o que murieses.