hopeless | #1 | teen wolf

07. the boys I want, they never want me back.

| los chicos que quiero, nunca me quieren.

— ¿ENTONCES, LA mataste? —preguntó Stiles mientras entraba al pasillo, terminando de escuchar lo que Scott acababa de contarle.

—No lo sé. Me desperté sudando como loco y sin poder respirar —le respondió con un tono afligido—. Nunca me había despertado así de un sueño.

— ¿En serio? Yo sí. Con un final diferente.

—Primero, quise decir que nunca tuve un sueño tal real, y segundo, no me cuentes tus intimidades en la cama. Mucho menos si tienen que ver con Abby.

—Bien, voy a decirlo, has estado actuando raro desde que ustedes se volvieron amigos —expresó el pálido, frunciendo los labios en una mueca, intentando mantener a raya sus emociones, evitando delatarse a causa de los celos mal disimulados que sentía por esa amistad.

—No estoy actuando raro —negó Scott—. Es solo que es extraño oírte hablar de ella ahora que somos amigos, pero hay cosas en las que tenías razón. Como que es bonita y genial. No entiendo cómo no me di cuenta antes.

Stiles respiró profundo, tratando de calmarse, evitando propinarle un puñetazo como quería desde que lo vio abrazar a la chica en el partido del sábado. Habían pasado un par de días desde entonces y nadie pareció sorprenderse de que Scott y Abby fueran amigos de un día a otro, seguramente pensando que se debía a que él ahora era uno de los titulares del equipo, pero Stiles presentía que había algo más.

—Volviendo al tema de Allison, déjame adivinar —pidió, desviando la conversación de vuelta a la chica nueva en la ciudad en vez del amor de su vida.

—No, ya lo sé, crees que tiene que ver con que saldré con Allison mañana. Que voy a perder el control y le desgarraré la garganta.

—No, claro que no —negó en un resoplido—. Sí, es eso —aceptó en un suspiro cuando se dio cuenta de que Scott no le creyó, viéndolo dirigir su mirada al suelo, cabizbajo y preocupado—. Vamos, todo estará bien. Personalmente, creo que manejas esto de manera increíble. No es que haya un curso de Licantropía para principiantes que puedas tomar.

—Un curso no —aceptó Scott—, pero quizá un maestro.

— ¿Quién? ¿Derek? —Stiles le golpeó la parte posterior de la cabeza, impresionado por lo tonto que Scott podía ser, desquitándose también un poco por lo de su estúpida amistad con Abby—. ¿Acaso olvidas que lo mandamos a la cárcel?

—Lo sé, pero perseguirla y arrastrarla atrás del autobús se sintió muy real.

— ¿Cuán real?

—Como si hubiera pasado.

Scott se quedó quieto al atravesar las puertas al final del pasillo, viendo el destrozado autobús frente a ellos y a los forenses montados sobre este, tomando fotos de toda la sangre en las paredes, la puerta trasera destrozada y las marcas de arañazos en esta.