hopeless | #1 | teen wolf

43. birthday party.

| fiesta de cumpleaños.

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TODOS EXCEPTO Scott sabían que Stiles había mentido hace un mes cuando le dijo que estaba bien por él si salía con Abby, decidiendo hacer a un lado sus sentimientos para no interferir en la felicidad de la chica y la de su mejor amigo, aunque sintiera como si su corazón quisiera explotar. Entonces, no fue sorpresa para nadie cuando apareció en la casa de Lydia a la hora de la fiesta y gritó una hilarante felicitación:

— ¡Feliz cumpleaños a la segunda chica más hermosa de toda la ciudad, justo después del amor de mi vida!

Lydia se rio, encantada, y Allen le golpeó la cabeza sin verdadera fuerza. Stiles le dio su regalo y procedió a merodear por la casa, esperando a Scott y reuniéndose con él una vez que lo vio llegar.

— ¿Has visto a Abby? —le preguntó su mejor amigo.

—No —aseguró—. ¿Has visto a Allison? Debemos decirle lo que descubrimos.

— ¿Y qué descubrimos?

—He notado que tiene que ver con el agua. Todas las víctimas estaban en el equipo de natación. El modo en que reaccionó el kanima en la piscina —describió.

—Entonces, ¿quién controla al kanima odia al equipo de natación?

—Lo odiaba. Específicamente, al equipo de 2006. Podría ser otro profesor o tal vez un estudiante. ¿A quién olvidamos? ¿Qué se nos pasó?

Allison se acercó a ellos cuando los vio salir de la casa al patio, sonriéndole a Scott con incomodidad debido a que las cosas entre ellos estaban tensas desde la fiesta de ayer por la noche. Se sentía culpable por haber delatado a Abby con su familia, pero había sido incapaz de seguir callando la verdad cuando en su consciencia recayó el peso de todas las personas que murieron y la recién nacida que quedó huérfana por culpa del maestro del kanima y la criatura denominada como arma de venganza.

Scott la había mirado como si no la reconociera al enterarse, incapaz de creer que ella los traicionara de esa forma, negándole la oportunidad de intentar enmendar su error y exigiéndole que se quedara al margen. Al final de la noche, alguien más murió y ella sintió como si hubiera perdido a sus amigos, segura de que ni Scott ni Jackson alguna vez la perdonarían por poner a Abby en riesgo.

—Abby no está aquí.

—Sí, no hay nadie aquí —Stiles comentó lo evidente.

—Quizá es muy temprano —sugirió Scott positivamente.

—O quizá no viene nadie porque Lydia se convirtió en la loca del pueblo.

—Tenemos que hacer algo porque la hemos ignorado por completo estas últimas dos semanas —comentó Allison—. Me gustaría que todo regresara a ser como antes. Ella no sería la loca del pueblo de no ser por nosotros.