Capitulo 11

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POV Jairo

-¿Es necesario que me esposes a la silla? Estoy embarazada.

-Calla que ya has hecho suficiente lío.- volví a leer los papeles de renuncia, estaba dispuesto a renunciar a este caso por Stella, estaba muy dispuesto a esto. -Te has querido escapar tres veces durante nuestra estadía de media hora aquí, no me ha quedado otra que esposarte.

-No me gustan las inyecciones.- dijo Elidia inquieta.

-Necesito saber los resultados de este examen, no volveré a cometer el mismo error.- dije recordando a Sofia.- así que deberás soportar un pequeño piquete para hacerme el favor.

-Eres un estupido, no puedo creer que no confíes en mi. Si fuese Stella ni siquiera pisarías este laboratorio.

-Si fueses Stella ni siquiera estarías esposada. No te compares con ella porque pierdes Elidia.- seguí leyendo los papeles que tenía en mis manos.

-Estoy segura de que es tuyo.- se movió para acomodarse.

-No puedo quedarme con tu opinión solamente, compréndelo.

-¿Renunciarás?- trató de leer lo mismo que yo leía.-¿me dejarás sola estando así?

-Hablando de seguridad, no te quedarás sola, habrá un suplente contigo.

-No puedes desligarte de mi tan fácilmente. Estas buscando cualquier excusa para poder irte atrás de Stella.- la observe, podría ser que tuviera razón.

-Ella es mi esposa y la extraño.

-Bueno, no has recordado muy bien que era tu esposa el día que te acostaste conmigo.-dirigí mis ojos al suelo, cada vez que hablaba de esto la angustia volvía a mi.

-Todavía no estoy seguro de haberme acostado contigo, estaba ebrio.

-Cariño, yo lo recuerdo perfectamente, eres fantástico en la cama.

-Basta Elidia.- volví a leer los papeles, si ella seguía hablándome así no dudaría un segundo más en firmarlos.

-Nuñez y Torres, pueden pasar a la sala de extracción.- una enfermera nos llamo desde la puerta.

-Te quitare las esposas, evita escapar de nuevo.- me acerqué a ella y me dispuse a quitárselas. Ella aprovechó y besó mis labios fugazmente.- no vuelvas a hacer eso.- hablé enojado. La única dueña de mis labios era mi esposa.

-No prometo nada, lindo.- se levanto de su lugar y camino en dirección a la enfermera. Yo la seguí desde atrás mientras limpiaba mis labios.

Tuve que observarla desde donde estaba para que no pudiera escaparse. Convivir con esta persona era realmente difícil, la seguía la mafia y al mismo tiempo trataba de escaparse constantemente, como si quisiera que la secuestraran o mataran.

-Los resultados estarán listos en dos días, le llamaremos para que venga a retirarlos.

-Gracias.- dije apretando el algodón en mi brazo.- ¿Estas lista?- pregunte acercándome a Elidia, ella acomodaba su ropa.

-Ya podemos irnos al fin.- se levanto de su lugar y caminamos hacia la salida. Observe todo nuestro alrededor, debía asegurarme de que nadie no seguía.

Justo cuando estábamos por subir al coche Luis, el mozo del restaurante aquel al que solíamos ir con Stella se detuvo junto a mi.

-¿Como está comisario?- saludó alegremente.

-Muy bien Luis, gracias por preguntar.- mentí, para nada me encontraba bien. Solo estaba fingiendo.

-¿La señorita Cruz como se encuentra?- mi corazón se encogió. Luis trajo a mi mente todos los momentos bellos que pase con mi esposa en aquel lugar.

La chica del expediente IIWhere stories live. Discover now