SOUL /// GEORGE WEASLEY

Capítulo 5 // Urraca

<Lo escrito de esta manera será hablado en francés>

— ¿En dónde está mamá? — la pequeña dejo caer su pequeño rostro sobre la mesita

— ¿Y papá? — su hermano la imitó

— No lo sé, pequeños, díganle a la abuela

— Aleene, llegó la correspondencia — la señora entro con un toque de vergüenza por interrumpir la clase — lo siento

— No sé preocupe, ya estábamos terminando — sonrió cálidamente y tomó los sobres

— Te quiero, abuela —  el pequeño formó un corazón con sus dedos

— Dijo que la quiere

— Mathew — se acercó a él para besarle la frente

— Yo también te quiero, abuela

Mientras los tres se fundían en un abrazo, Aleene abrió el primer sobre, era su paga, como siempre estaba completa, después abrió la segunda donde leyó

"Aleene Relish,

Estamos encantados con el avance que han tenido los mellizos, mi madre nos cuenta que son muy parlanchines y que les caes muy bien.
Estamos haciendo tratos con el Dr. Relish, tu padre cree que lo mejor es que vayas a la boda con nuestro sobrino Abraham, te adjuntamos una foto, esperamos que nos confirmes por escrito.

Saludos cordiales, Sr y Sra Goldman"

Aleene soltó un suspiro pesado, miró una de las fotos, era un chico rubio, parecía que los genes de esa familia eran fuertes, parecía lindo, pero demasiado egocéntrico por la pose que tenía, dejó la foto sobre el escritorio.

— ¿Y qué han dicho?

— Bueno, ya sabe cómo son — rió ligeramente — quieren emparejarme con Abraham

— ¿Abraham? — la anciana soltó un suspiro — es un buen chico, pero no para ti, querida

— Aleene y Abraham son novios — el pequeño había tomado la foto y se la había llevado a su hermana

— Aleene y Abraham son novios — le siguió su hermana

— No somos novios, ahora ha terminado la clase

Después de despedirse, la pelirroja subió a la motoneta, se despidió con un movimiento de mano del portero de la gran casa y se dirigió a su departamento, unas cuadras antes divisó a George esperando recargado en un muro, se detuvo frente a él

— ¡George! — el chico se sobresalto y ella rió a carcajadas — ¿Qué haces aquí?

— Esperándote — se acercó a ella y la besó mordiendo ligeramente su labio inferior — tu portero me odia

— ¿Qué? El señor Finn no odia a nadie

— Entonces soy el primero — le guiñó un ojo

— Súbete — Aleene señaló la parte trasera y se colocó de nuevo el casco — no traigo uno para ti, lo siento

George se sentó detrás de ella, juguetonamente metió una de sus grandes manos debajo de la blusa, Aleene soltó un suspiro, y él comenzó a dibujar pequeños circulos sobre su piel, dirigiéndose a sus senos.