Compañeros/ Yoonmin

Feliz como una lombriz// Jimin 3

¡Rawr!

Jimin había aceptado ir al campo abierto con sus padres y estos le habían pedido que llevará a un amigo de su confianza, para ir a un paseo a despejar a su parte animal, pues abrumaba el estar siempre trabajando o estudiando y nunca darle la libertad que tanto deseaban a sus animales internos, que se deprimian por estar encerrados.

—Este será un viaje muy largo —le dijo a Yoongi, quien iba al lado de la ventana derecha en la parte de atrás del vehículo, chocando una de sus piernas con una de las del alfa a la par suya —. Se nos aplastara él trasero —dijo con una gran sonrisa emocionada.

Vio una mirada sospechosa en Yoongi y luego como este sonreía de lado, mientras le veía por detrás hacia donde estaba su trasero, haciéndole sonrojar, después de que se acercará repentinamente a susurrarle en el oído:

—Creo que a ti te crecerá más —después de esas palabras se puso a reír como loco burlándose de su persona, sacándole un rugido de su león interno, quien indignado lo dejo salir con todo el rencor del mundo.

¡Rawr!

—Eres un idiota —escondió su rojo rostro en sus pequeñas palmas,  que en realidad no le cubrían para nada.

—¡Yah! —escuchó exclamar a Yoongi luego que este le diera una severa palmada en la espalda que hasta sus padres que iban en la parte delantera del auto escucharon —. Sólo bromeaba —aclaró —, al menos que no quieras que sea broma.

Yoongi subió y bajo sus cejas burlón y Jimin no pudo evitar recordar que el alfa de lobo le había enviado unos cuantos stickers que decían la ultima parte de sus palabras y se carcajeo.

¿Acaso todo al lado del lobo alfa tendría sentido?

Con sólo escucharlo hablar sentía que era cierto de que su trasero crecería y que pronto no podría subir al auto, por lo grande y gordo que este se volvería y al imaginarlo, volvió a avivar sus carcajadas, esta vez contagiando hasta a sus serios padres que iban hablando de noticias en la parte delantera.

—Eres un tonto —devolvió la palmada, haciendo crujir el cuerpo de Yoongi, quien le miro muy serio —. L-lo siento —tartamudeo un poco viéndose apenado nuevamente, para luego escuchar las roncas carcajadas del alfa.

—Tienes mucha fuerza, Leoncito —vio como Yoongi acomodada el hombro en el cual había golpeado anteriormente y se sintió culpable para luego ver como este se acercaba como todo el cazador que era a su persona, sintiendo el aliento de este en su cuello y luego las palabras que chocaban y penetraban en su oído con una potente voz alfa en susurros dejándole en un trance del cual no quería despertar —. Con esa fuerza, no me molestaría que tomaras de mí, lo que te pertenece.

Y Jimin sólo pudo sentirse  extrañamente feliz como una lombriz al escuchar aquello, con su león interno saltando en su consciencia como todo un conejo, lo cual no era.

NOTA.

*Se tapa los ojos con sus pequeñas manos diciendo:

¿Dónde están los querido lectores de compañeros?*

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